Cuatro escenarios tras la demanda que TikTok interpuso contra EE.UU. para seguir funcionando en el país

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En el centro de la discusión está la Ley para Proteger a los Estadounidenses de Aplicaciones Controladas por Adversarios Extranjeros. Cuando el presidente Joe Biden firmó la norma el 24 de abril se anunció que el gigante ByteDance tenía 270 días para encontrar un inversor de un país que no sea un “adversario extranjero” para venderle la empresa.

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La disputa ha provocado un amplio debate sobre la protección de los intereses nacionales y la libertad de expresión. De un lado, Estados Unidos argumenta que la empresa recolecta datos que pueden ser usados por el Gobierno Chino con fines de espionaje y propaganda. Del otro, TikTok y representantes de organizaciones sociales consideran que la ley viola la libertad de expresión de los usuarios de la plataforma, garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.

En su demanda ante el Tribunal de Apelaciones de EE.UU. para el Circuito del Distrito de Columbia, TikTok señala que “por primera vez en la historia, el Congreso aprobó una ley que prohíbe permanentemente una plataforma de expresión en todo el país y prohíbe a todos los estadounidenses participar en una comunidad en línea con más de mil millones de personas en todo el mundo”.

A continuación, repasamos los escenarios que se abren tras la medida judicial adoptada por TikTok.

La nueva ley ha puesto a TikTok en una batalla contra el reloj. La compañía tiene nueve meses para encontrar un comprador no chino. Aunque el límite para la venta es de 270 días, si esta ya estuviera en curso, el plazo puede ser prorrogado otros 90 días para completar el acuerdo. Durante este período, la aplicación seguiría funcionando para los usuarios estadounidenses.

Si finalmente TikTok no cambia de dueño, la normativa exige que las tiendas de aplicaciones y los servicios de alojamiento web de Estados Unidos dejen de trabajar con la red social, lo que se traduciría en una prohibición en el país, explica “The New York Times”.

“No hay dudas: la ley forzará un apagón de TikTok para el 19 de enero del 2025″ y eso “silenciará a quienes usan la plataforma para comunicarse de una forma que no se puede replicar en ningún otro lugar”, afirmó TikTok en su demanda.

TikTok ha afirmado que la venta de activos exigida por Estados Unidos “simplemente no es posible”, y que no se puede realizar en el plazo estipulado.

“Lo que queda claro es que el mercado estadounidense es sumamente atractivo para TikTok y que tener la plataforma en escenarios fuera de China también es algo atractivo para la compañía, por lo que no necesariamente va a tener interés en vendérsela a alguien más”, dice a El Comercio el abogado especialista en derecho digital, Erick Iriarte.

Considera que otro punto importante es que el comprador eventualmente va a necesitar la validación del gobierno estadounidense para poder continuar operando. “Siendo así, es una venta con truco porque Washington puede seguir diciendo que tiene una vinculación de algún tipo con el gobierno chino”, afirma.

TikTok, que ha negado reiteradas veces cualquier vínculo con el gobierno chino, está luchando por no desaparecer en Estados Unidos y no tiene intención de retroceder, por lo que una venta de la plataforma es por ahora la opción menos probable.

Pero incluso si quisiera buscar otro dueño para la red social, el camino no es tan sencillo. Una de las principales trabas es que la adquisición tendría que contar con la aprobación de Beijing, que ya antes se opuso a una venta forzada y señaló su oposición en esta oportunidad, recuerda la agencia AP.

También está el factor del posible nuevo comprador. No todas las empresas tecnológicas están en capacidad de adquirir una empresa tan costosa. Además, gigantes tecnológicos como Meta o YouTube (de Google) probablemente no podrían hacerlo por las reglas antimonopolio. Otro punto que complica la venta es que la compañía tendría que revelar el secreto de su algoritmo que ayuda a mostrar contenido personalizado a los usuarios, clave de su éxito.

Además, TikTok afirma que es imposible trasladar el código subyacente de la aplicación a un nuevo propietario y que un nuevo grupo de ingenieros tardaría años en familiarizarse con ese código para desarrollar y mantener la plataforma, recuerda “The New York Times”. Según la compañía, los ingenieros necesitarían acceso al software ByteDance para mantener TikTok en funcionamiento, lo que la nueva ley prohíbe.

La demanda presentada esta semana se encamina a una larga batalla legal que puede llegar hasta la Corte Suprema.

Si bien TikTok ya enfrentó prohibiciones en otros estados del país, la amenaza actual es una ley federal de naturaleza bipartidista, por lo que la Corte Suprema podría decantarse por priorizar la seguridad nacional.

Iriarte enfatiza que TikTok ha optado por una demanda al verse como principal afectado de una ley dada por Estados Unidos. “Lo que está haciendo TikTok es solicitarle a la Corte que declare a la norma inconstitucional o que la declare inaplicable a su compañía. Básicamente ha interpuesto una acción de amparo”, explica.

Con ese escenario, agrega el experto, Washington va a tener que defender la nueva ley y los argumentos que están detrás hasta que finalmente un juez establezca quién tiene razón.

“Probablemente TikTok pedirá que mientras se resuelva la demanda Estados Unidos ponga en pausa la ejecución de la normativa, con lo que gana un poco de tiempo para no vender hasta que se resuelva el caso. La primera medida que va a pedir probablemente sea una medida cautelar de ‘no acción’ hasta que se tenga claridad del resultado final”, señala.

En diálogo con la agencia AFP, Gautam Hans, profesor de Derecho de la Universidad Cornell, dijo que “la naturaleza bipartidista de esta ley federal puede hacer que los jueces sean más propensos a ceder” ante el Congreso y a los argumentos en favor de la seguridad nacional. “Sin embargo, sin una discusión pública sobre cuáles son exactamente los riesgos, es difícil determinar por qué los tribunales deberían validar una ley como esta sin precedentes”, agregó.

En su demanda, TikTok pide al tribunal emitir una sentencia declaratoria que señale que la nueva ley viola la Constitución de Estados Unidos y que, en resumen, se emita una orden que prohíba al fiscal general aplicarla.

Iriarte apunta que es evidente que TikTok va a intentar llevar el caso por la defensa de la libertad de expresión y la libertad de industria. Washington, por su parte, irá por el control de activos críticos nacionales y la seguridad nacional.

¿TikTok podría ganar? Para el experto, un triunfo de TikTok dependerá mucho de los argumentos. “Considero que si la justicia actúa y los argumentos son buenos podría ganar”.

“La decisión que tome el juez o el Tribunal Supremo, dependiendo de la instancia a donde llegue, va a ser clave para el entendimiento subsiguiente de este equilibrio entre seguridad nacional y protección del Estado frente a la utilización de herramientas que se basan fundamentalmente en libertad de expresión o libertad de empresa, aún siendo que detrás está un dueño que puede ser un país contrario a las posiciones estadounidenses. Pero mientras tanto las posiciones son claras: seguridad nacional vs libertades”, concluye.