Un avión de bajo costo Ryanair se ve detrás de una cerca mientras estaba aparcado en la pista del aeropuerto Weeze cerca de la frontera germano-holandesa durante una huelga europea. (Foto: Reuters)
Un avión de bajo costo Ryanair se ve detrás de una cerca mientras estaba aparcado en la pista del aeropuerto Weeze cerca de la frontera germano-holandesa durante una huelga europea. (Foto: Reuters)
Redacción EC

Berlín. La compañía aérea Ryanair se enfrenta a una nueva ola de protestas, empezando con una huelga este miércoles en que le obligó a anular un tercio de sus vuelos antes de otro paro a nivel europeo, previsto a finales de septiembre.

La huelga de 24 horas, convocada por los sindicatos alemanes de pilotos (Cockpit) y de personal de cabina (Verdi) empezó a la 01H00 GMT y obligó a anular 150 vuelos con salida o destino Alemania.

Por la mañana un grupo de unos treinta trabajadores se manifestó en el aeropuerto de Berlin Schönefeld con pancartas que rezaban "Ryanair tiene que cambiar" o "Si no hay derechos no hay vuelos", indicó un periodista de la AFP en el lugar.

Un avión de Ryanair se estaciona en la pista del aeropuerto de Frankfurt-Hahn durante una huelga de pilotos de Ryanair y de la tripulación de cabina en Hahn, cerca de Frankfurt. (Foto: Reuters)
Un avión de Ryanair se estaciona en la pista del aeropuerto de Frankfurt-Hahn durante una huelga de pilotos de Ryanair y de la tripulación de cabina en Hahn, cerca de Frankfurt. (Foto: Reuters)

La compañía aérea de bajo coste, que a diferencia de otras huelgas esta vez no recurrió a pilotos venidos del extranjero, propuso a sus clientes aplazar gratuitamente sus reservas de este miércoles al jueves, el viernes, el sábado o el domingo.

El paro en Alemania es un preludio a una huelga europea convocada por sindicatos de Italia, Portugal, España, Holanda y Bélgica y que se anunciará oficialmente en Bruselas el jueves.

Los sindicatos ya dieron la fecha del 28 de septiembre para la que aseguran será la mayor huelga de la historia de la compañía, que en los últimos meses ya se enfrentó a varias protestas.

En agosto, la compañía vivió una huelga conjunta de su personal en cinco países europeos que obligó a anular 400 vuelos en pleno periodo de vacaciones y afectó a más de 55.000 pasajeros.

Tras esa huelga, Ryanair encontró acuerdos en Irlanda e Italia pero que los sindicatos alemanes consideran insuficientes.

"Es una primera huelga de advertencia y la continuación dependerá de como vayan las negociaciones", dijo Christine Behle, miembro del consejo de administración de Verdi.

La segunda compañía europea ha amenazado con suprimir puestos de trabajo en Alemania si la huelga se prolonga.

Para intentar disuadir a los huelguistas, Ryanair afirmó en un comunicado que podría reducir a corto plazo su actividad en algunos aeropuertos alemanes y despedir a personal.

"No amenazamos a nadie, incluso queremos doblar nuestro tamaño en Alemania (...) pero las huelgas tienen un impacto económico", dijo el director de marketing de Ryanair, Kenny Jacobs, en una rueda de prensa el martes.

- Guerra de cifras -

La compañía criticó el martes a Cockpit, "ese sindicato que representa pilotos (...) que ganan hasta 190.000 euros al año y que trabajan cinco días a la semana, seguidos de cuatro días de descanso".

Pero el vicepresidente del sindicato Cockpit, Markus Wahl, dijo a la AFP que sólo "unos cuantos" pilotos tenían ese salario y que la mayoría cobran entre 39.000 y 110.000 euros.

Por su parte el personal navegante comercial (PNC) que participa en la huelga reclama mejores salarios, la creación de un salario mínimo, que los contratos sean locales y no irlandeses y que se tomen en cuenta todas las horas trabajadas, incluidas las de antes y después del despegue y el aterrizaje de los aviones.

"La compañía tiene que entender que los empleados ya no aceptan esas malas condiciones de trabajo y de salario", dijo Andreas Splanemann, el portavoz del sindicato Verdi.

"Las ofertas que hizo Ryanair no bastan", añadió.

En diciembre, la compañía dio un giro y empezó a negociar con los sindicatos, a lo que hasta entonces se había negado.

Ryanair se vio obligada a cambiar tras un problema en septiembre de 2017 en la planificación de los vuelos que provocó una huelga y la anulación de 20.000 vuelos.

Fuente: AFP

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