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España en la mira de Trump: ¿Por qué Trump amenaza a España con aranceles y con expulsarla de la OTAN?
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Se trató de un saludo aparentemente cordial, pero que dejó ver la pugna entre ambos. Después de meses de tensión, el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, se dieron un incómodo apretón de manos e intercambiaron sonrisas forzadas el lunes 13 de octubre en Sharm el-Sheij, Egipto, durante la en la cumbre para la paz en Gaza que reunió a jefes de estado de todo el mundo.
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Solo un día después, el mandatario estadounidense volvió a arremeter contra el país ibérico, amenazando con imponerle aranceles si es que no subía sus gastos de defensa como miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un reclamo que lleva meses haciendo.
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“Estoy muy descontento con España”, dijo Trump a periodistas el martes 14. “Es el único país que no subió su cifra al 5% (...) De hecho, estaba pensando en castigarlos comercialmente, mediante aranceles, por lo que han hecho”.
En conversación con El Comercio, el internacionalista Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura, consideró que el problema “no es España y Estados Unidos, sino entre Trump y Sánchez, que desde hace tiempo no se cae bien”.
El origen del problema
Sánchez, quien llegó al poder en el 2018 con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha discrepado en el pasado con Trump sobre materias como migración y fue uno de los primeros jefes de gobierno en criticar a Israel sobre sus actos en Gaza, pero ha sido su renuencia a comprometerse a aumentar el gasto militar de su país en junio durante una cumbre de la OTAN en La Haya lo que ha causado más tensión con Washington.
En aquella ocasión, los miembros de la alianza transatlántica se comprometieron a invertir el 5% del PBI en defensa para el 2035- siendo un 3,5% en inversión militar pura y un 1,5% en gastos relacionados-, con el cuál lograrían cumplir los requisitos asignados a cada aliado para seguir siendo capaces de garantizar la defensa colectiva de la OTAN.
“El aumento del 5% es un tema clave para Trump, pero Sánchez dijo claramente que no va a cumplir el objetivo de la OTAN y consiguió una excepción alegando que el gasto español previsto, de 2,1%, era suficiente para conseguir los objetivos de cumplimiento militar que se establecieron ahí”, recordó Banús. “Y como se necesitaba una decisión unánime, se le concedió a España una especie de recurso fantasma”.
Aunque el gobierno de Sánchez ha sugerido que prefiere destinar su dinero a mantener sus programas de bienestar social, el especialista también señala que incluso si lo quisiera, aumentar el gasto militar español sería algo difícil de pasar debido a cómo está configurado el grupo gobernante del país ibérico, basado en una alianza entre el PSOE, la coalición de partidos izquierda Sumar y varios grupos independentistas como el Esquerra, Junts, EH Bildu y el Partido Nacionalista Vasco, entre otros.

“Hay algunos de sus socios que no van a aprobar todo lo que Sánchez diga y como él tiene como objetivo mantenerse en el gobierno no va a causar lo que podemos calificar de ‘líos de familia’, si es que llamamos así a con quienes gobierna”, recordó.
Banús también consideró que otro factor es, como señala el propio Trump, la geografía, con España lejos de las fronteras con Rusia y la violencia. “Conversando con académicos polacos en un congreso, ellos le señalaban a profesores españoles que no entendían claramente la situación porque estaban muy lejos y no sentían vivencialmente la amenaza”, señaló.
¿Amenazas sin dientes?
Tal ha sido el descontento del mandatario estadounidense por la decisión de Sánchez que durante una reunión durante su reunión en la Casa Blanca con el presidente finlandés, Alexander Stubb, Trump flotó la idea de que España debería ser “expulsado” de la OTAN.
“Como saben, solicité que pagaran un 5%, no un 2%. Y la mayoría de la gente pensó que eso no iba a suceder, pero sucedió prácticamente por unanimidad. Tuvimos un rezagado. Fue España”, dijo Trump a los periodistas presentes. “Hay que llamarlos y averiguar por qué se han quedado rezagados (...) ¿Sabes qué es lo curioso? Gracias a muchas de las cosas que hemos hecho, les va bien. No tienen excusa para no hacerlo, pero no pasa nada. Quizás deberíais expulsarlos de la OTAN, francamente.”

Una amenaza que sería difícil de cumplir, ya que como señala Enrique Banús actualmente no existen mecanismos para expulsar a un miembro de la alianza.
“Tampoco puede imponer aranceles a España, que es su última amenaza, porque la política comercial es competencia de la Unión Europea y la Comisión Europea. España no existe, por así decirlo, en ese terreno”, notó. “Entraría en una guerra comercial con la Unión Europea, no con España, y eso no es del interés de ninguna parte”.
Se trata de un una situación que el bloque está observando con atención, si tomamos en cuenta las palabras de su portavoz, Olof Gill, durante una reciente conferencia de prensa, donde advirtió que “responderán apropiadamente, como siempre hacemos, a cualquier medida tomada contra uno o más de nuestros Estados miembros”, aunque prefirieron no hacer comentarios sobre “escenarios hipotéticos”, como el planteado por Trump en sus declaraciones.
Salvando alianzas
Por el momento, la estrategia de Madrid parece centrarse en minimizar las declaraciones de Trump, resaltando las buenas relaciones entre España y Estados Unidos y el papel central que tiene su país en la OTAN.
Así lo resaltó la ministra española de Defensa, Margarita Robles, quien en declaraciones a la prensa durante la reunión de titulares de Defensa de la OTAN este miércoles 15 de octubre pidió no “sacar de contexto” las declaraciones del mandatario estadounidense.
“Yo creo que las palabras de Trump no se pueden sacar de contexto, que a veces hay un cierto interés en sacarlas de contexto, porque lo verdaderamente importante, que todo el mundo sabe, es que España tiene un compromiso firme con la Alianza Atlántica, que es un aliado responsable, que es un aliado serio”, afirmó. “Todo el mundo sabe, empezando por Estados Unidos, y, por supuesto, los 32 miembros de la Alianza Atlántica, que España es un aliado serio, fiable, responsable, comprometido”.
Por su parte, en una reciente entrevista con la Cadena SER, Sánchez resaltó el encuentro cordial que tuvo con Trump en Egipto.
“Fue un encuentro cordial, ellos reconocen el crecimiento de la economía española. Yo le he dicho claramente siempre que estamos comprometidos con la defensa de la Alianza Atlántica y con la defensa de nuestro sistema de bienestar”, afirmó el político español. “Consideramos que con estos presupuestos ya estamos dando respuesta a los objetivos comunes. Hemos alcanzado un acuerdo con el que estamos satisfechos”.
Agregó que las relaciones entre ambos países “son muy positivas, consolidadas y profundas”, que van “más allá de las discrepancias políticas que podamos tener con el presidente Trump.”
Si esta estrategia funcionará, es difícil saberlo. Trump podría todavía arriesgarse a una guerra comercial con España, aún si esto acarrea pelearse con la Unión Europea. O quizás se podría llegar a un acuerdo que deje satisfecho a ambas partes.
“Aunque es difícil predecir el futuro, creo que va a haber una guerra retórica, pero no espero que las posiciones se muevan mucho”, consideró Banús. “Al final yo especulo que encontrarán alguna fórmula que ‘salve los muebles’. Es decir, una salida diplomática que permita a ambos ‘declarar victoria’ sin ceder sustancialmente".










