
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el canciller ruso, Serguéi Lavrov, acordaron la normalización de las relaciones diplomáticas entre sus países y trabajar conjuntamente en un plan para poner fin a la guerra de Ucrania. Los compromisos, adquiridos ayer en un acercamiento histórico realizado frente a frente en Arabia Saudita, ha causado preocupación en Ucrania y toda la Unión Europea (UE). La cita también despierta las alarmas sobre cómo un cambio vertiginoso en el enfoque de Washington hacia Moscú podría afectar a la geopolítica mundial.
Estas primeras acciones diplomáticas entre las delegaciones de Estados Unidos y Rusia podrían reflejarse en una posible reunión entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin. No obstante, según un negociador ruso, “es demasiado pronto para definir una fecha para una cumbre entre ambos mandatarios”.
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Esto no significa que el diálogo entre Trump y Putin haya sido inexistente. La semana pasada ambos mandatarios sostuvieron una larga conversación telefónica que dio pie a esta cumbre diplomática llevada a cabo en Riad, Arabia Saudita. En la cita, el primer acercamiento a ese nivel en al menos tres años, Rubio y Lavrov acordaron “poner las bases para cooperación futura en asuntos de interés geopolítico mutuo”, según un comunicado emitido por la portavoz de Estado, Tammy Bruce.
Del mismo modo, Washington y Moscú se comprometieron a crear “equipos de alto nivel para comenzar a trabajar en una vía para poner fin al conflicto en Ucrania lo antes posible”. Asimismo, según declaraciones de Rubio recogidas por el diario “The New York Times”, “habrá compromiso y consultas con Ucrania, con nuestros socios en Europa y otros. Pero, en última instancia, la parte rusa será indispensable para este esfuerzo”.

También se conversó de acciones económicas. Según el mismo medio, Rubio acordó explorar “las increíbles oportunidades que existen para asociarse con los rusos”, tanto geopolítica como económicamente”.

En esa línea, el Kremlin se mostró abierto a las inversiones estadounidenses en suelo ruso. Según Kirill Dmitriev, director del fondo soberano de riqueza de Rusia, “las grandes petroleras estadounidenses han tenido negocios muy exitosos en Rusia (...) creemos que en algún momento volverán, ¿por qué renunciarían a estas oportunidades que Rusia les dio de tener acceso a los recursos naturales rusos?”, dijo.
El propio Trump afirmó la semana pasada que entre los temas que trató con Putin estuvieron los vínculos económicos y energéticos.
Cita clave en Riad
Para el analista internacional Roberto Heimovits, la cumbre en Riad tiene gran relevancia porque reunió a los funcionarios de más alto nivel entre Rusia y Estados Unidos por primera vez desde que inició la invasión de Ucrania en febrero del 2022.
No obstante, el analista destacó que si bien la cita representa un acercamiento entre Rusia y Estados Unidos, esta se realiza en medio de una guerra en la que una de las partes reunidas en Riad ha cometido una agresión a otro país.

“Desde el punto de vista diplomático internacional, la cumbre entre Estados Unidos y Rusia es negativa, ya que se realiza en un contexto donde Rusia no ha cesado el fuego. En ese sentido, es como un premio para Rusia”, precisó.
De igual forma, el experto explica que la percepción negativa aparece cuando se discute el futuro de un país soberano como lo es Ucrania, sin que estén invitados a la cumbre. “Es similar a lo que sucedió en el pacto de Múnich de 1938, cuando se entregó Checoeslovaquia a Alemania. Se ceden territorios sin ser consultados”.

“Terremoto geopolítico mundial”
Para el analista internacional Francisco Belaunde, el progreso del acercamiento entre Trump y Putin cambiaría totalmente la geopolítica mundial, ya que implicaría una ruptura entre la Unión Europea y Estados Unidos. “Acercarse a Putin es darle la espalda a Ucrania y a todos los aliados europeos”, señaló. Sería “un terremoto geopolítico, un cambio total del panorama”, apuntó.
Asimismo, Belaunde consideró que esta situación generaría problemas dentro de la Unión Europea, ya que hay algunos países que estarían alineados con Rusia, tales como Hungría y Eslovaquia. En ese sentido, las discrepancias estarían en enviar o no a las tropas europeas para asegurar que Rusia no venza a Ucrania.
Las discrepancias en la Unión Europea podrían dejar solo a Zelenski, que está perdiendo capacidad de negociación tras ir perdiendo la guerra. Con Trump estrechando la mano con Putin, las posibilidades de que Ucrania atraiga a algún aliado se reducen.
“Si bien es cierto que los rusos pensaban que en tres días acabarían con él (Zelenski), no fue así. No obstante, en el último año, Rusia está avanzando de a pocos, pero lo está haciendo”, subrayó Belaunde.
Por último, Belaúnde considera que el acercamiento entre Rusia y Estados Unidos forzaría una negociación en donde se le impondría a Ucrania que entregue territorios ya conquistados y algunos que todavía no han sido conquistados. Entonces, se estaría convalidando una clara violación al derecho internacional, que es la conquista militar.