Con la promesa, no siempre posible de cumplir, de convertir a sus pacientes en padres, las clnicas de fertilidad en Espaareciben con los brazos abiertos a parejas heterosexuales, homosexuales o mujeres solas, gracias a una de las legislaciones ms flexibles de Europa.

Ms de 5.000 personas visitan cada ao la clnica del grupo IVI en Madrid. En este edificio ultramoderno, las parejas esperan en una sala cmoda y elegante donde se oye hablar ingles, francs, alemn: un 20% de sus pacientes son extranjeros.

Aqu la legislacin autoriza tratamientos prohibidos en muchos pases, explica su director, el doctor Juan Antonio Garca Velasco.

Desde 2006, las mujeres de 18 aos o ms, solas o en pareja, pueden acceder a las tcnicas de reproduccin asistida.

La donacin, de esperma y de ovocitos, es anmina y gratuita. Sin embargo, la ley prev una compensacin de unos 1.000 euros a las mujeres por el tratamiento al que deben somerterse. Y las clnicas se comprometen a encontrar a una donante fsicamente parecida a los futuros padres.

Adems, gracias a una larga tradicin de donacin de rganos, las espaolas son las europea que ms ovocitos dan: en 2011 permitieron 15.600 tratamientos, frente a 3.300 en Repblica Checa, 2.100 en Reino Unido y 1.100 en Blgica, segn datos de la Sociedad Europea de Reproduccin Humana y Embriologa.

SERVICIO PERSONALIZADO La francesa Emmanuelle Lino (los nombres de todos los pacientes han sido modificados), fue clienta de unas de estas clnicas.

Con 45 aos, acaba de dar a luz a un nio concebido en Barcelona gracias a una donacin de vulos.

Esta mujer casada haba realizado, sin xito, un fecundacin in vito en Pars. Y con 43 aos no pudo volverlo a intentar por superar la edad mxima fijada por la Seguridad Social francesa. Adems, en Francia las donaciones de ovocitos son escasas.

Haba pensado ir a Blgica, otro destino apreciado por las mujeres con problemas de fertilidad. Pero me dijeron que la espera era largusima, explica.

Como Emmanuelle, la mayora de pacientes extranjeras en clnicas espaolas tienen ms de 40 aos y una pareja masculina y vienen para recibir vulos.

Otras piden una congelacin de sus propios gametos, una tcnica que permite retrasar la concepcin de un beb limitando parcialmente los riesgos ligados a un embarazo tardo.

En Espaa, las clnicas hacen todo lo posible para atraer a estos clientes extranjeros, muy deseados tambin por pases como Grecia o Repblica Checa.

Rellen un formulario de contacto en internet y me llamaron al da siguiente, en alemn, explica Silke Khrause, una secretaria de 46 aos que vive sola en Dusseldorf. Haba pensado ir a Dinamarca, pero todo era en ingls, muy complicado. As, que opt por Barcelona.

Desde que el paciente entra por la puerta hasta que se va, todo el soporte se le hace en su lengua materna, dice orgullosa Amelia Rodrguez, doctora del grupo Eugin.

Las clnicas espaolas juegan tambin con el precio.

La inglesa Maria Smith, de 46 aos y casada, recibi una oferta de ovocitos por 7.000 euros, frente a 13.000 en Londres. Sin embargo, acab decantndose por Gran Bretaa porque all puede conocer la identidad de la donante, algo imposible en Espaa.

PORCENTAJES DE XITO El sector es prspero: Espaa tiene unos 200 centros ginecolgicos, el mayor nmero de Europa.

El retraso de la maternidad entre las espaolas, la flexibilidad de la legislacin y la demanda extranjera han impulsado en los ltimos aos el crecimiento de la actividad de los centros privados, segn el Observatorio Sectorial DBK Informa.

Su facturacin fue de 365 millones de euros en 2014 y debera crecer un 5% o 6% anual hasta final de este ao.

Segn Mnica Figuerola, encargada de promocionar la sanidad espaola en el extranjero, Espaa busca desarrollar el turismo de salud, mucho ms rentable que el tradicional: tratamientos, frmacos, avin y hotel suman miles de euros por persona.

El investigador francs Jacques de Mouzon, especialista de fertilidad, rechaza sin embargo el trmino turismo procreativo. Para los pacientes, es toda una carrera de obstculos, asegura.

Sabrina Ferrant, soltera, recurri a la financiacin participativa (crowdfunding) para reunir parte de los 5.500 euros de su fecundacin in vitro. Lo hizo en Espaa y no en Francia porque all los tratamientos estn reservados a las parejas.

Con 33 aos, ahora est esperando mellizos.

Nueve de cada diez mujeres quedan embarazadas, aseguran las publicidades en internet, olvidando precisar al cabo de cuntos intentos o si dichos embarazos tienen xito.

Existe un riesgo de decepcin, advierte la gineclega francesa Jolle Belasch-Allart: las mujeres deben ser conscientes de que no hay garantas.

Las clnicas espaolas aceptan pacientes hasta los 50 aos, pero esta ginecloga advierte contra los riesgos de un embarazo tardo: diabetes, prematuridad, hemorragia en el parto, aborto involuntario, etc.

Y una vez en sus pases, son sus sistemas de salud quienes deben pagar los sobrecostes ligados a un embarazo de alto riesgo.

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