(Foto: AFP)
Redacción EC

El presidente de , , declaró hoy la independencia de esta región española tras el referéndum ilegal del 1 de octubre, aunque suspendió sus efectos para abrir un proceso de diálogo.

"El sí a la independencia ha ganado unas elecciones por mayoría absoluta y ha ganado un referéndum a porrazos. Hay un antes y un después del 1 de octubre [día del referéndum]. Llegados a este punto presento los resultados del referéndum y asumo el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república", manifestó Puigdemont en un discurso ante el Parlamento catalán.

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Luego pidió al Parlamento que suspenda durante unas semanas la declaración de independencia. "Pido al Parlamento que suspenda la declaración de independencia para iniciar un diálogo las próximas semanas", declaró.

Según el líder catalán, su Ejecutivo celebrará una sesión ordinaria para declarar la independencia e iniciar un proceso constituyente.

Afirmó en español que no tiene nada contra España, pero apuntó que la relación es "insostenible", después de años de lo que consideró agravios por parte de las autoridades españolas.

Recordó que durante mucho tiempo ha reclamado un referéndum acordado como el celebrado en Escocia pero se ha encontrado con "una negativa radical y absoluta" del Gobierno Español.

Entre los agravios mencionó lo que considera "menosprecio" a la lengua y la cultura catalanas, la falta de inversiones y la decisión del Tribunal Constitucional en el 2010 de recortar el Estatut (norma básica en Cataluña) que había sido aprobado en consulta popular unos años antes.

Puigdemont aseguró también que Cataluña "es un asunto europeo" y se comprometió a "desescalar la tensión" generada por ese referéndum. ​

Estos son los mensajes más fuertes de un discurso de marcado tono histórico, casi todo en catalán, en el que reprochó al Estado no haber sido un interlocutor "en el pasado ni en el presente".

Antes, el presidente catalán defendió "la necesidad imperiosa de desescalar la tensión y no contribuir ni con la palabra ni con el gesto a incrementarla".

La sesión se inició con una hora de retraso porque hubo una discrepancia en el seno de la coalición independentista, donde conviven diferentes sensibilidades, desde el conservador PdeCAT, al partido de extrema izquierda de la CUP.

El Gobierno Español había pedido horas antes a Puigdemont que no hiciera nada "irreversible" y desistiera de agravar la crisis política que vive España, la peor de su era democrática moderna, una demanda a la que se sumaron voces europeas.

El Parlament donde hablaba el presidente era un fortín. La policía catalana cerró al público el parque donde se encuentra la Cámara para prevenir incidentes entre unionistas y secesionistas, días después de que las imágenes de las cargas policiales contra los votantes dieran la vuelta al mundo.

Las vallas rodeaban las entradas al parque, había decenas de furgonetas policiales y un helicóptero sobrevolaba la sede.

- 'Más ilusión que miedo' -

En el exterior de la zona acordonada, en el paseo Lluís Companys -el último presidente catalán que había declarado la independencia- miles de personas siguieron el discurso por dos pantallas gigantes.

"Estamos contentos pero esperábamos más", comentó Pere Valldeneu, un jubilado de 66 años, al terminar la intervención.

Muchos esperaban una declaración inequívoca. "Estamos esperando que declaren la independencia y sabemos que tendremos que estar en la calle para defenderla", dijo Marta Martínez, abogada de 50 años, antes del discurso.

En una primera reacción, el Gobierno Español consideró que "no es admisible" la declaración de independencia "implícita" formulada por el presidente regional de Cataluña, según una fuente gubernamental consultada por la agencia AFP.

"No es admisible hacer una declaración implícita de independencia para luego dejarla en suspenso de manera explícita", declaró una portavoz. 

- ¿Tercera declaración de independencia en 86 años? -

En los últimos 86 años, el gobierno catalán proclamó en dos ocasiones la independencia, sin que ésta llegara a materializarse. El primero en hacerlo fue Francesc Macià en 1931, y el segundo Lluís Companys, en 1934, lo que le costó ir a la cárcel.

Ante este horizonte, las empresas optaron por resguardarse: de las siete compañías catalanas en el selectivo bursátil español, seis trasladaron su sede a otras regiones españolas como los bancos CaixaBank y Banco Sabadell, o la energética Gas Natural.

"Es un reflejo claro del grado máximo de preocupación" del mundo empresarial, advirtió en un comunicado la principal patronal regional, Fomento del Trabajo, pidiendo a los independentistas frenar sus planes que podrían llevar "hacia la insolvencia económica".


¿Qué pasaría con Cataluña si se diera la secesión?

El gobierno catalán dice que no quiere imponer fronteras e insiste que seguirá formando parte de la Unión Europea y de la zona Schengen. Eso es falso. Con la secesión quedan automáticamente afuera y tendrían que pedir una adhesión que cualquier país del bloque podría vetar. Pero hay más retos:

1. Nacionalidad
Los separatistas dicen que los catalanes podrán mantener su nacionalidad y pasaporte español. Pero deberán dotar a la población de nuevos DNI y resolver qué pasa con quienes se nieguen a pedirlo: ¿serán considerados extranjeros?

2. Impuestos
La Generalitat creó una agencia tributaria con la que pretende asumir las funciones recaudatorias del Estado. Querrán obligar a ciudadanos y empresas radicadas en Cataluña a pagarles a ellos. Pero España no lo permitirá.

3. Moneda
Una secesión provocaría la salida de la zona euro. La moneda podría seguir circulando, pero sin respaldo del Banco Central Europeo. La Generalitat dice que no pretende crear una nueva moneda.

4. Servicio públicos
Cataluña ya tiene asumidas las competencias en materia de salud, educación y seguridad ciudadana. El problema es que dependen de fondos que les giran desde Madrid.

5. Comunicaciones
Los puertos, aeropuertos e infraestructuras ferroviarias son propiedad del Estado. Si se declarara una independencia sin acuerdo con el Gobierno Español, sería un punto muy sensible.

6. El Barza
El club de Messi apoya el plan nacionalista, pero insiste en que pretende seguir jugando los torneos españoles. El presidente de la Liga Española, Javier Tebas, le advirtió que si declaran la independencia se tendrán que ir.

Fuente: Agencias

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