Roger Zuzunaga Ruiz

Cuando a Ucrania se le terminen las reservas de misiles de la defensa antiaréa Patriot, los proyectiles balísticos de Rusia ya no tendrán mayores obstáculos para impactar en las grandes ciudades de ese país, donde viven millones de personas que acabarán siendo vulnerables. Si ello sucede, la escena podría empezar a parecerse a las que se registran en las devastadas urbes ubicadas en la línea del frente de guerra, donde prácticamente no existe la defensa antiaérea. Esa es una de las consecuencias más temidas por Kiev tras la suspensión de la ayuda militar de Estados Unidos ordenada por el presidente Donald Trump.