Agencia EFE

El Ejército ruso ha minado hasta ahora más de 80.000 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano, de los que casi más de 62.000 se ha consumado desde que comenzó la invasión del país el pasado 24 de febrero, señala el Ministerio de Exteriores de en un comunicado.

“Después de la primera ola de agresión armada rusa contra Ucrania en 2014, unos 16.000 kilómetros cuadrados de las regiones de Lugansk y Donetsk quedaron contaminados con minas y restos de explosivos de guerra”, asegura el ministerio en su nota publicada este lunes con motivo de la celebración por la ONU del Día Internacional de Información sobre el Peligro de las Minas.

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“Hoy, según estimaciones preliminares, la contaminación (entre minas y otros materiales explosivos) alcanza los 80.000 kilómetros cuadrados del territorio de Ucrania, agregó la nota.

El ministerio recuerda que el país celebra este día “bajo incesantes ataques con bombas (...) en el contexto de otros crímenes horribles de la federación rusa con el uso de armas prohibidas que pueden considerarse excesivamente dañinas o tener efectos indiscriminados, lo que aumenta el peligro de minas en docenas de veces”.

Los “rusos continúan implacablemente trayendo muerte y mutilaciones al suelo ucraniano. Mientras todo el mundo civilizado abandona y prohíbe las minas terrestres antipersonal, Rusia aumenta su uso en Ucrania e incluso prueba nuevos tipos de minas antipersonal como las POM-3 y otras”, insiste el ministerio.

“La federación rusa está en guerra no solo con las Fuerzas Armadas de Ucrania, sino que también lucha contra la población civil de Ucrania, violando gravemente la ley de la guerra”, subraya.

Y, mientras, los militares rusos que se retiran “instalan trampas explosivas, prohibidas por el derecho internacional, incluso en establecimientos de alimentos, viviendas privadas y en cadáveres humanos”, denuncia el ministerio de Exteriores ucraniano.