
Se cumplen tres años del inicio de la guerra en Ucrania. Dos factores claves marcan este aniversario: un prolongado estancamiento en el frente militar, donde Rusia conserva casi todas sus conquistas iniciales; y un dramático viraje operado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que podría terminar favoreciendo a los objetivos planteados por Vladimir Putin, cuando el 24 de febrero del 2022 lanzó lo que denominó una “operación especial” sobre territorio ucraniano. ¿Está llegando el conflicto a su fin y qué pasará con Europa si Moscú obtiene la victoria en la mesa de negociaciones?
El día en el que Putin anunció la “operación especial” enumeró los objetivos de Rusia: dijo que buscaba la “desnazificación” y “desmilitarización” de Ucrania, al acusar al gobierno del presidente Volodymyr Zelensky de ser un régimen “neonazi” y “genocida” contra la población de habla rusa en el Donbás.
LEE TAMBIÉN: ¿Ucrania empezó la guerra con Rusia y Zelensky es un dictador como afirma Trump?
Rechazó también la posibilidad de que Ucrania se uniera a la OTAN, pues consideró que representaba una amenaza para la seguridad de Rusia.
Putin justificó la intervención al argumentar que Occidente había ignorado las preocupaciones de seguridad de Rusia. Aseguró que su país no tenía intención de ocupar territorio ucraniano.

Minutos después del discurso de Putin, Rusia lanzó ataques con misiles sobre varias ciudades ucranianas, como Kiev, Kharkiv y Mariúpol. Además, el Ejército ruso cruzó la frontera con miles de tropas desde el norte, donde su aliado Bielorrusia sirvió de plataforma; y el sur y el este de Ucrania, donde años antes Moscú había empezado a extender su presencia.
Días antes de la invasión, cuando se especulaba que esta era inminente, los servicios de inteligencia de Estados Unidos habían pronosticado que Kiev caería en dos días. Pero ello nunca ocurrió gracias a la defensa feroz ejercida por los ucranianos y a la casi inmediata ayuda del entonces presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y de los aliados de la OTAN.
En el 2022, al inicio de la guerra, Rusia tenía 900.000 efectivos activos en sus Fuerzas Armadas y 2 millones en reserva, mientras que Ucrania contaba 196.000 soldados regulares y 900.000 reservistas.
En cuanto a equipo bélico, Rusia contaba con más de 15.857 vehículos de combate blindados, frente a los 3.309 de Ucrania.
Rusia operaba 1.391 aviones de combate en el 2022, frente a los 128 de Ucrania. Rusia también tenía 821 helicópteros frente a los 55 de Ucrania.
Rusia tenía 49 submarinos, Ucrania no operaba ninguno.
Rusia tiene 4.380 ojivas nucleares operativas, según la Federación de Científicos Estadounidenses. De estas, 1.700 están desplegadas o listas para su uso. Ucrania no cuenta con arsenal nuclear.

En setiembre del 2022, Rusia impuso cuestionados referendos con los que se anexionó cuatro regiones de Ucrania: Donetsk y Lugansk, Zaporizhia y Kherson, pese a que sus tropas no controlan la totalidad de esos territorios.
Hoy Rusia tiene bajo su poder alrededor del 18% de Ucrania, unos 108.000 kilómetros cuadrados. Eso incluye la península de Crimea, anexionada por los rusos en el 2014. Mientras que las tropas de Kiev tienen presencia en la región rusa de Kursk.

De acuerdo con el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), Rusia controla el 75% de Donetsk, Zaporizhia y Kherson y el 99% de la región de Lugansk.
En Kursk, Ucrania mantiene alrededor del 40 % de los 1.290 kilómetros cuadrados y 100 asentamientos que tomó en una operación sorpresa lanzada en agosto del 2024.
Putin ya ha explicado cuáles son sus condiciones para el fin de la guerra.
- En primer lugar, Ucrania debe retirar todas sus tropas de los territorios ucranianos que Rusia se anexó.
- En segundo lugar, Kiev debe renunciar a su intención de ingresar en la OTAN.
- En tercer lugar, todas las sanciones económicas impuestas por Occidente a Rusia deben ser anuladas.
- En cuarto lugar, Ucrania debe someterse a un proceso de “desmilitarización” y pasar a un estatus “neutral” entre Occidente y Rusia.
Zelensky ha rechazado todas las exigencias de Putin.

En cuanto a Trump, la semana pasada culpó a Ucrania por el inicio de la guerra. Además, el presidente de Estados Unidos, que está dialogando con Rusia para establecer una mesa de negociaciones que lleve a la paz, ha dicho que Kiev debería hacerse a la idea de perder parte de su territorio y que debe descartar su adhesión a la OTAN.
Trump también ha descartado la participación de Ucrania en los preparativos para establecer una mesa de diálogo.

La estrategia de Rusia da resultados
Andrés Gómez de la Torre, especialista en temas de defensa e inteligencia, dijo a El Comercio que en el campo de batalla, el panorama actual es más favorable a Rusia que a Ucrania.
“Si bien en un inicio Rusia optó por una gran ofensiva militar, luego se decidió por estrategias ralentizadas. Hay que recordar que desde la época de la Unión Soviética, Moscú es una gran especialista en las guerras de desgaste, por las capacidades que tiene en materia logística. Así, ha podido tener éxitos en Ucrania”, anotó.
Sobre Trump, Gómez de la Torre indicó que en campaña prometió acabar con la guerra en 24 horas, “pero ya han pasado varias semanas desde que llegó al poder. Ahora está dando todos los pasos para acabar con este conflicto este año. Esa es su idea”.
“La postura de Trump con respecto a la guerra forma parte de una nueva política exterior y de defensa de Estados Unidos, que marca total distancia con el anterior gobierno demócrata. Trump está jugando una geopolítica dura, en donde reivindica fundamentalmente las relaciones de poder. A ello hay que agregar que la relación entre Trump y Putin siempre fue buena. Entonces, lo que se está haciendo ahora es simplemente realismo político. Es el interés definido en términos de poder... Deja de lado a Ucrania por muchas razones, pero particularmente porque es un Estado mucho más débil en términos de poder con relación a Rusia. Y eso es clave para entender la mentalidad de Trump, que juega siempre en las grandes ligas”, explicó.

Gómez de la Torre dijo también que un eventual acuerdo de paz con pérdida de territorio ucraniano resulta un desafío para Europa en materia de seguridad. A ello se suma el hecho de que Trump ha manifestado que Estados Unidos no puede seguir financiado la seguridad europea.
“Trump exige que los países de Europa inviertan el 5% de su PBI en defensa, es un desafío para el Viejo Continente. No deja de tener razón Trump porque los europeos, a pesar de que han aumentado su gasto militar, siempre se han mantenido cortos en relación a lo que solicitaba Estados Unidos. Sin la ayuda de Washington, tienen el reto de generar una suerte de euroejército e implementar una política de seguridad común de la Unión Europea”, refirió el analista.
En este punto, Gómez de la Torre recordó que Europa tiene su propia política de seguridad independiente de la OTAN, y que contempla la creación de un ejército europeo.
Entonces, dijo, si finalmente la Unión Europea admite a Ucrania como país miembro, de todas maneras Kiev quedará bajo el paraguas protector del bloque. “Los países europeos van a tener que gastar más para poder sostener no solamente esfuerzos logísticos, sino para darle cierta seguridad a Ucrania”, indicó.
No es posible establecer un número exacto de muertos en la guerra.
En el caso de Ucrania, los sitios web Lostarmour.info y UALosses.org, basados en obituarios, condecoraciones póstumas y anuncios de funerales, han contabilizado alrededor de 62.000 soldados ucranianos fallecidos desde el inicio de la invasión rusa.
El corresponsal de guerra independiente Yurii Butusov informó que fuentes internas del cuartel general de las fuerzas armadas ucranianas le dijeron que se habían “perdido irreversiblemente” 105.000 soldados, de los cuales 70.000 habían muerto y 35.000 estaban desaparecidos.
Hasta el pasado 8 de diciembre, el Gobierno de Zelensky cifró en 43.000 los soldados muertos.
En cuanto a Rusia, investigadores y periodistas de ese país han calculado que el país sufrió más de 150.000 muertes en el campo de batalla hasta finales de noviembre.

Los números de la ayuda militar de Estados Unidos
La administración Biden otorgó a Ucrania más de US$67.000 millones en ayuda desde que comenzó la guerra en Ucrania. Trump ha amenazado con cortar dicha ayuda militar y apunta a recuperar el dinero a través del acceso a los denominados “minerales raros” con los que cuenta Kiev. Este tema podría ser usado por Washington para presionar a Zelensky para que acepte sus exigencias relacionadas con un eventual pacto de paz con Rusia.
La semana pasada, Zelensky afirmó que Trump pidió quedarse con el 50% de los recursos naturales de Ucrania sin ofrecer a cambio garantías de seguridad, ni de la continuidad de su apoyo militar.
El documento le fue presentado a Zelensky por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, durante su visita a Kiev.
Según fuentes que vieron el documento, Estados Unidos pedía que Ucrania comparta la mitad de sus tierras raras y otros recursos naturales.
Trump ha dicho que espera que Ucrania pague con sus recursos naturales el monto de la ayuda ofrecida a Kiev por EE.UU., que la cifró en 500.000 millones de dólares, sin que Washington obtenga algo a cambio.
Zelensky refutó esa cifra. “Tenemos que aclarar esos números. Desafortunadamente, no coinciden con la realidad. La guerra nos ha costado 320.000 millones de dólares; 120.000 millones fueron cubiertos por los contribuyentes ucranianos y 200.000 millones suministrados por Estados Unidos y la Unión Europea, sobre todo en ayuda militar... La contribución de Estados Unidos fue de 67.000 millones de dólares en asistencia militar y 31.500 millones en ayuda directa al presupuesto ucraniano”, anotó.
Lanzamisiles antitanque Javelin y antiaéreos Stinger (Estados Unidos).
Misil antitanque NLAW (Reino Unido y Suecia).
Lanzacohetes antitanque Panzerfaust 3 (Alemania).
Drones Bayraktar (fabricados en Turquía).
Drones Switchblade (Estados Unidos).
Obuses M777 (Estados Unidos).
Sistema de lanzamiento múltiple de misiles HIMARS (Estados Unidos).
Obuses de largo alcance Caesar (Francia).
Cañones autropropulsados Panzerhaubitze 2000 (Alemania).
Lanzacohetes MLRS M270 (Reino Unido).
Tanques Leopard 1 y 2 (Alemania).
Tanques Abrams (Estados Unidos).
Tanques Challenger 2 (Reino Unido).
Aviones caza F-16 de fabricación estadounidenses (Dinamarca).
Misiles de largo alcacne ATACMS (Estados Unidos).
Misiles de largo alcance Storm Shadow (Reino Unido).
Misiles de crucero de largo alcance SCALP (Francia).

TAGS
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Una alianza que se convirtió en enemistad: cómo EE.UU. se ha alejado de Europa
- Papa Francisco: “Sigo con confianza mi hospitalización en el Gemelli”
- Policía española desmantela red de trata que explotaba a colombianas y venezolanas
- Decenas de miles de personas despiden en Beirut a Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá asesinado por Israel
- Hamás acusa a Israel de poner en “peligro” la tregua en Gaza con el retraso en la liberación de presos palestinos