Un edificio ocupado de Florencia fue desalojado en busca de la niña peruana desaparecida

Las autoridades italianas procedieron hoy al desalojo de un edificio ocupado en la ciudad de Florencia (norte) en el que reside la niña peruana de 5 años desaparecida hace una semana.

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La Fiscalía ha ordenado el desalojo de este edificio, el antiguo Hotel Astor, en el que desde el pasado septiembre viven de forma ilegal un centenar de personas, familias de origen peruano y rumano.

En el lugar se ha desplegado un amplio dispositivo policial y se han cortado al tráfico las calles aledañas, según avanzan los medios.

El objetivo es buscar pistas que ayuden a dar con el paradero de la niña, Kataleya Álvarez, desaparecida el pasado sábado.

En los últimos días las autoridades italianas han ampliado la zona de investigación a la provincia de Bolonia (centro-norte) después de que una persona informara que había visto a la pequeña viajando en autobús en compañía de una mujer.

La Fiscalía de Bolonia activó el plan de búsqueda de personas desaparecidas tras recibir esta denuncia de un “informador fiable” que aseguraba haber visto a la niña.

Los fiscales encargados de las investigaciones, entre los que figura una perteneciente a la dirección Antimafia, barajan el delito de secuestro con fines de extorsión como hipótesis, pues sospechan que está relacionada con el chantaje del alquiler de las camas en el edificio ocupado donde vive.

Kataleya Álvarez desapareció el sábado alrededor de las 13.00 horas (11.00 GMT) cuando jugaba en el patio del edificio donde reside después de haberse peleado con algunos niños.

La voz de alarma la dio su propia madre cuando, después de volver del trabajo, no encontró a la pequeña en casa y denunció la desaparición ante la policía.

Rápidamente la comunidad latinoamericana de Florencia se volcó en la búsqueda, difundiendo numerosos llamamientos en las redes sociales y grupos de WhatsApp pidiendo la colaboración para buscar a la desaparecida en las calles del barrio donde reside, en el distrito de Novoli.

La madre de la niña tuvo que ser atendida por el servicio de urgencias de un hospital florentino ya que ingirió una pequeña cantidad de lejía tras su paso por la Fiscalía italiana, donde prestó testimonio por la desaparición.