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Redacción EC

Viena. Las autoridades de han allanado el domicilio en de un conocido ultraderechista por su posible vinculación con el autor confeso del atentado de en , , que mató a 50 personas en dos mezquitas el pasado día 15.

El portavoz del Ministerio del Interior, Christoph Pölzl, explicó  que el registro fue llevado a cabo el lunes por la tarde por agentes del cuerpo antiterrorista BVT, por orden de la Fiscalía de la ciudad de Graz, que investiga el caso.





La noticia salió a la luz pocas horas antes cuando el propio investigado, Martin Sellner, líder del supremacista Movimiento Identitario, comunicó en un vídeo en YouTube el allanamiento de su casa de Viena, y dijo que los agentes se incautaron de su teléfono móvil y de otros dispositivos electrónicos.

La sospecha se basa en una donación de unos 1,500 euros que Sellner habría recibido de una persona a la que ahora las autoridades creen haber identificado como Brenton Tarrant, el supremacista blanco australiano de 28 años detenido por la policía de su país como presunto autor de la masacre.

En su vídeo, Sellner niega cualquier relación con el atentado y resalta el hecho de que está siendo investigado por sospecha de "participación en una organización terrorista", una acusación que la Fiscalía han confirmado como "provisional" y que podría modificarse a la luz de lo que arroje la investigación.

"No tuve nada que ver con el ataque", afirmó Sellner, si bien reconoció haber recibido la citada donación, que ya había llamado la atención de las autoridades por ser superior a las habituales, que no suelen superar los tres dígitos.

La semana pasada, las autoridades austríacas confirmaron que Tarrant había visitado Austria, posiblemente a fines de noviembre pasado, en un viaje por Europa, pero se desconocen detalles de su visita.

Sellner es una figura conocida en la ultraderecha austríaca y entre las controvertidas acciones que ha liderado se cuenta la de fletar en el Mediterráneo en 2017 un barco que trató de impedir a las embarcaciones de las ONG rescatar a inmigrantes y refugiados a la deriva.

El barco de los ultras fue retenido en Chipre en el verano de 2017 y el capitán arrestado por la acusación de tener refugiados ilegales de Sri Lanka a bordo y documentos falsos.

Finalmente el barco y su tripulación de Sri Lanka fueron abandonados por los ultraderechistas y la Cruz Roja tuvo que prestarle ayuda en Barcelona en octubre de 2017 porque se encontraban sin recursos ni combustible.

Fuente: EFE

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