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Las olas chocan contra el malecón y el faro de Porthcawl en Porthcawl, Bridgend, Gales, Gran Bretaña, cuando la tormenta Eunice toca tierra el viernes 18 de febrero. (Jacob King/PA vía AP)
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Las olas chocan contra el malecón y el faro de Porthcawl en Porthcawl, Bridgend, Gales, Gran Bretaña, cuando la tormenta Eunice toca tierra el viernes 18 de febrero. (Jacob King/PA vía AP)

  • Las olas chocan contra el malecón y el faro de Porthcawl en Porthcawl, Bridgend, Gales, Gran Bretaña, cuando la tormenta Eunice toca tierra el viernes 18 de febrero. (Jacob King/PA vía AP)
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    Las olas chocan contra el malecón y el faro de Porthcawl en Porthcawl, Bridgend, Gales, Gran Bretaña, cuando la tormenta Eunice toca tierra el viernes 18 de febrero. (Jacob King/PA vía AP)

  • Las olas rompen sobre el rompeolas y el faro del puerto de Newhaven, cuando la tormenta Eunice golpea Newhaven, en la costa sur de Inglaterra. (AP/Matt Dunham)
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    Las olas rompen sobre el rompeolas y el faro del puerto de Newhaven, cuando la tormenta Eunice golpea Newhaven, en la costa sur de Inglaterra. (AP/Matt Dunham)

  • Las olas rompen sobre el rompeolas y el faro del puerto de Newhaven, cuando la tormenta Eunice golpea Newhaven, en la costa sur de Inglaterra. (Foto: AP/Matt Dunham)
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    Las olas rompen sobre el rompeolas y el faro del puerto de Newhaven, cuando la tormenta Eunice golpea Newhaven, en la costa sur de Inglaterra. (Foto: AP/Matt Dunham)

  • Grandes olas y fuertes vientos golpearon durante la tormenta Eunice, en Porthleven, Cornualles, Gran Bretaña. (REUTERS/Tom Nicholson).
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    Grandes olas y fuertes vientos golpearon durante la tormenta Eunice, en Porthleven, Cornualles, Gran Bretaña. (REUTERS/Tom Nicholson).

  • La gente toma fotos mientras las olas rompen en la playa tras la tormenta Eunice en Blankenberge, Bélgica. (REUTERS/Yves Herman).
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    La gente toma fotos mientras las olas rompen en la playa tras la tormenta Eunice en Blankenberge, Bélgica. (REUTERS/Yves Herman).

  • Las olas chocan contra el malecón en Porthcawl, Gales del Sur cuando la tormenta Eunice trae fuertes vientos en todo el país. (Geoff Caddick / AFP)
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    Las olas chocan contra el malecón en Porthcawl, Gales del Sur cuando la tormenta Eunice trae fuertes vientos en todo el país. (Geoff Caddick / AFP)

  • Las olas rompen sobre el rompeolas y el faro del puerto de Newhaven, cuando la tormenta Eunice golpea Newhaven, en la costa sur de Inglaterra. (AP/Matt Dunham)
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    Las olas rompen sobre el rompeolas y el faro del puerto de Newhaven, cuando la tormenta Eunice golpea Newhaven, en la costa sur de Inglaterra. (AP/Matt Dunham)

  • Las olas golpean Porthleven en la costa de Cornualles, Gran Bretaña, cuando la tormenta Eunice toca tierra. (Matt Keeble/PA vía AP)
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    Las olas golpean Porthleven en la costa de Cornualles, Gran Bretaña, cuando la tormenta Eunice toca tierra. (Matt Keeble/PA vía AP)

  • Una vista del daño al techo del O2 Arena, causado por la tormenta Eunice, en el sureste de Londres. (Stefan Rousseau/PA vía AP)
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    Una vista del daño al techo del O2 Arena, causado por la tormenta Eunice, en el sureste de Londres. (Stefan Rousseau/PA vía AP)

  • El techo de cúpula blanca del estadio O2 se ve dañado por el viento, ya que se emitió una advertencia meteorológica roja debido a la tormenta Eunice, en Londres, Gran Bretaña. (REUTERS/May James).
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    El techo de cúpula blanca del estadio O2 se ve dañado por el viento, ya que se emitió una advertencia meteorológica roja debido a la tormenta Eunice, en Londres, Gran Bretaña. (REUTERS/May James).

  • Las olas chocan contra el malecón en Lyme Regis, Inglaterra, cuando la tormenta Eunice toca tierra. (Andrew Matthews/PA vía AP)
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    Las olas chocan contra el malecón en Lyme Regis, Inglaterra, cuando la tormenta Eunice toca tierra. (Andrew Matthews/PA vía AP)

  • Las olas golpean Porthleven en la costa de Cornualles, Gran Bretaña, cuando la tormenta Eunice toca tierra. (Matt Keeble/PA vía AP)
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    Las olas golpean Porthleven en la costa de Cornualles, Gran Bretaña, cuando la tormenta Eunice toca tierra. (Matt Keeble/PA vía AP)

Agencia AFP
Agencia AFP

La tormenta Eunice, que azotó el noroeste de , dejó 16 muertos y provocó importantes daños materiales y cortes masivos de electricidad.

La tormenta se formó en Irlanda y pasó por partes del Reino Unido el viernes, luego por el norte de Francia y los países del Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) antes de continuar hacia Dinamarca y Alemania, donde el tercio del norte del país fue puesto en alerta roja hasta el sábado.

En Alemania, “más de mil kilómetros de vías férreas resultaron dañados”, según un portavoz de la compañía ferroviaria Deutsche Bahn, principalmente por la caída de árboles que paralizaron parcialmente el tráfico en el norte del país.

No obstante, el pico de la tormenta ya ha pasado y se ha levantado la alerta (nivel tres en una escala de cuatro) emitida por el servicio meteorológico alemán.

Un árbol yace sobre varios automóviles en Keizersgracht, en el centro de Ámsterdam cuando la tormenta Eunice azotó el norte de Europa. (Remko de Waal / ANP / AFP)
Un árbol yace sobre varios automóviles en Keizersgracht, en el centro de Ámsterdam cuando la tormenta Eunice azotó el norte de Europa. (Remko de Waal / ANP / AFP)
/ REMKO DE WAAL

Cientos de vuelos, trenes y transbordadores han sido cancelados en todo el noroeste de Europa a causa de los vientos de Eunice, menos de 48 horas después de que la tormenta Dudley matara al menos a seis personas en Polonia y Alemania.

Por el momento, se han notificado 16 muertes debidas a Eunice: cuatro en Polonia, dos en Alemania, cuatro en los Países Bajos, tres en Inglaterra, una en Irlanda y dos en Bélgica.

Según los medios locales que citan al fiscal, un hombre alcanzado por un panel solar que había volado en Gante murió el sábado a causa de sus heridas.

Muchas de estas muertes fueron causadas por la caída de árboles sobre los vehículos.

En los Países Bajos, decenas de casas fueron evacuadas en la capital, La Haya, ante el temor de que la torre de una iglesia se derrumbara.

La red ferroviaria de los Países Bajos quedó interrumpida y los servicios del tren para ir de Ámsterdam hacia Bruselas, París o Londres se interrumpieron tras los daños sufridos.

Empleados del municipio limpian un árbol caído en Reguliersgracht en Ámsterdam, Países Bajos. (EFE/EPA/REMKO DE WAAL).
Empleados del municipio limpian un árbol caído en Reguliersgracht en Ámsterdam, Países Bajos. (EFE/EPA/REMKO DE WAAL).
/ REMKO DE WAAL

Según la agencia meteorológica británica, las operaciones de limpieza podrían verse perturbadas por un nuevo vendaval, aunque más débil, que se espera en algunas partes del Reino Unido, así como por algunas las nevadas.

Al menos 226.000 hogares seguían sin electricidad el sábado en el país, donde las aseguradoras estiman los daños en más de 300 millones de libras (360 millones de euros, 400 millones de dólares).

En Polonia, había 1,2 millones de personas sin electricidad, según las autoridades locales, y varias conexiones ferroviarias están suspendidas.

Casi 200 km/h

Bomberos polacos cortan ramas de un árbol caído tras fuertes vientos en Varsovia, Polonia. (EFE/EPA/Leszek Szymanski).
Bomberos polacos cortan ramas de un árbol caído tras fuertes vientos en Varsovia, Polonia. (EFE/EPA/Leszek Szymanski).
/ Leszek Szymanski

En Inglaterra se registró una ráfaga sin precedentes de 196 km/h en la isla de Wight.

El servicio meteorológico británico emitió una alerta roja --el nivel más alto-- para el sur de Gales y el sur de Inglaterra, incluido Londres. Es la primera vez que la capital británica alcanza este nivel de alerta desde que se introdujo el sistema en 2011.

En el norte de Francia, unas 30 personas resultaron heridas en accidentes de tráfico relacionados con el viento, las caídas o el desprendimiento de materiales.

Alrededor de 37.000 hogares estaban sin electricidad el sábado y algunos enlaces ferroviarios regionales quedaron interrumpidos.

Las fuertes rachas de viento unidas a las altas mareas hacen temer inundaciones, sobre todo porque el sábado se esperaban fuertes lluvias.

Una vista de la elevación de una casa dañada después de fuertes vientos en Poznan, centro-oeste de Polonia. (Foto: EFE/EPA/Jakub Kaczmarczyk).
Una vista de la elevación de una casa dañada después de fuertes vientos en Poznan, centro-oeste de Polonia. (Foto: EFE/EPA/Jakub Kaczmarczyk).
/ Jakub Kaczmarczyk

El tráfico de transbordadores a través del Canal de la Mancha se vio interrumpido, cientos de vuelos fueron cancelados el viernes y el transporte por carretera y ferrocarril también se vio afectado en varios países.

En Francia, se registraron olas de más de nueve metros en Bretaña (oeste), así como rachas de viento de hasta 176 km/h en el cabo Gris-Nez (norte).

Aunque se sabe que el cambio climático aumenta y multiplica en general los fenómenos extremos, no está tan claro en el caso de los vientos y las tormentas (excluyendo los ciclones), cuyo número varía mucho de un año a otro.

El último informe de los expertos en clima de la ONU (IPCC), publicado en agosto, estima, con un grado de certeza muy bajo, que puede haber aumentado el número de tormentas en el hemisferio norte desde la década de 1980.

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