(Foto: EFE)
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Redacción EC

Ana Julia Quezada fue detenida por las autoridades de por ser la principal sospechosa del asesinato de su hijastro , al encontrar el cadáver del menor en el maletero de su auto cuando pretendía ocultarlo en otro lugar.

La mujer de origen dominicano motivó las sospechas por ser la última persona que vio al menor, la que lo vistió el día de su desaparición y la que encontró oportunamente una prenda del menor en una zona que ya había sido explorada por las autoridades y varios voluntarios.

Según informó la BBC, todo esto llevó a los investigadores a ponerle una trampa a Ana Julia Quezada en el último interrogatorio que le hicieron el viernes, donde le hicieron creer que “estaban cerca de dar con el pozo en el que se hallaba el cuerpo de Gabriel Cruz”.

Ella entonces decidió ir al lugar donde escondió el cadáver sin saber que decenas de guardias civiles la vigilaban de incógnitos y capturaban cada instante del momento en el que Ana Julia Quezada retiraba el cuerpo del pozo, envolvía los restos en una manta y lo depositaba en su auto.

La autopsia al menor reveló que Gabriel Cruz fue estrangulado el mismo día de su desaparición, el pasado 27 de febrero, y solo queda por averiguar si Ana Julia Quezada actuó sola o hay más personas implicadas.

La Guardia Civil había tenido dudas de la mujer de República Dominicana por sus numerosas contradicciones y las vagas respuestas que dio a las preguntas más importantes de la investigación. Además se negó rotundamente a no entregar su celular cuando se lo solicitaron. Fue entonces que prepararon la trampa para que ella los lleve al cadáver de Gabriel Cruz.

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