(Foto: EFE)
Agencia EFE

El Ejército de intensificó hoy sus ataques a los yihadistas fieles al (EI) en la ciudad sureña de Marawi, tras un mes de combates que suman más de 350 muertos y con toda la isla de Mindanao sometida a la ley marcial.

"Los combates se han intensificado porque ahora las tropas han llegado a los lugares donde se esconden los terroristas", indicó a Efe desde Marawi el portavoz del gobierno de la provincia de Lanao del Sur, Zia Alonto.

A un kilómetro del Capitolio, sede del gobierno provincial donde algunas "balas perdidas" causaron heridos los pasados días, los aviones del Ejército lanzaron nuevos ataques con proyectiles en cuatro barangays (barrios) aún controlados por el Grupo Maute.

Hace exactamente un mes, el 23 de mayo, miembros de esta organización apoyados por yihadistas locales y extranjeros se levantaron en armas en Marawi, donde recorrieron las calles con banderas negras del EI y prendieron fuego a la comisaría, a un colegio, a una cárcel y a una iglesia.

El EI apoya la ofensiva de Maute, que según el Ejército protege en la ciudad a Isnilon Hapilon, un terrorista por cuya captura Estados Unidos ofrece cinco millones de dólares (4,55 millones de euros).

Hapilon dirige la facción de la organización yihadista Abu Sayyaf establecida en la isla de Basilan y que apoya al EI.

Las Fuerzas Armadas filipinas lograron contener la rebelión en los primeros días y recuperaron la mayor parte de la ciudad, pero los insurgentes siguen resistiendo en cuatro barrios desde la segunda semana de combates sin que apenas se hayan producido avances.

"Es muy difícil acabar con los terroristas ya que tienen francotiradores ocultos en lugares estratégicos, como las mezquitas, y usan a civiles como escudos humanos", explicó a Efe el portavoz de las Fuerzas Armadas filipinas, Restituto Padilla.

El conflicto arroja el resultado de 280 rebeldes muertos, así como 69 miembros de las fuerzas de seguridad y 26 civiles, mientras 264.000 habitantes de Marawi y sus alrededores han huido o han sido evacuados a localidades cercanas, según datos ofrecidos hoy por las autoridades.

La cifra real de civiles muertos se presume, sin embargo, mayor porque entre 300 y 500 personas se encuentran atrapadas en la zona de combate y muchos de ellos podrían haber perdido la vida en el fuego cruzado o asesinados por los radicales, indicó el portavoz del gobierno provincial.

El número de desplazados ha comenzado a generar un problema humanitario, según Alonto, ya que "algunos han enfermado por el hacinamiento y la falta de ventilación" de los centros de evacuación improvisados en las localidades cercanas de Iligan y Cagayan de Oro.

Las autoridades y ONG, afirmó Alonto, han reclutado a más médicos que tienen dificultades para atender a todos porque las instalaciones locales se encuentran "desbordadas".

En la isla de Mindanao, donde viven unos 20 millones de personas, también se cumple hoy un mes de la ley marcial que impuso el presidente del país, Rodrigo Duterte, nada más estallar el conflicto.

Bajo la ley marcial, 210 municipios tienen asignado un toque de queda y se han instalado 13.149 retenes militares en toda la región, lo que ha servido para "proteger la zona de nuevos ataques terroristas", aseguró hoy el general Gilbert Gapay, portavoz del Comando de Mindanao Occidental.

Aún así los Luchadores por la Liberación Islámica del Bangsamoro (BIFF), otro grupo yihadista local, atacaron el martes una escuela en la localidad de Pigcawayan, unos 100 kilómetros al sur de Marawi, en un incidente que acabó con seis rebeldes y un soldado muertos.

En todo caso, el general destacó que tras un mes bajo la ley marcial, apoyada por la gran mayoría de la población de Mindanao, "no se han producido denuncias de abusos cometidos por las tropas".

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