Redacción EC

Estoy más tranquila, me avisas la hora. Amor te extraño, muchos besitos”, es el mensaje que mandó Denisse Llanos a su pareja, Hugo Bustamante, luego de que este violara, matara y escondiera el cuerpo de su hija, Ámbar Cornejo, en un crimen que conmocionó a la .

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Durante los ocho días que la joven de 16 años estuvo desaparecida, el nombre de Bustamante no tardó en encabezar la lista de sospechosos, debido a su prontuario criminal que incluía el asesinato de su expareja y el hijo de la misma en el 2005. El macabro homicidio doble, además, llevó a que se le conociera como “el asesino del tambor”, por el lugar que había escogido para esconder el cuerpo de sus víctimas.

Lo que pocos sospechaban al iniciarse las investigaciones, durante la primera semana de agosto, era que la propia madre de Ámbar había sido cómplice del crimen, según reveló el miércoles la fiscalía chilena.

Llanos planificó el asesinato, compró los implementos para encubrir el crimen y ayudó a retener a Ámbar dentro de la casa del hombre, con quién convivía.

Tras hallarse el cuerpo de la joven, la madre se presentó como testigo y posteriormente fue detenida como sospechosa. Sin embargo, en esa oportunidad la mujer aseguró que Bustamante la había obligado a guardar silencio, amenazándola con matar a su hijo menor y a sus padres.

Una mujer volátil

La primera persona que sospechó de Llanos fue el padre biológico de Ámbar, Ulises Cornejo. “Agresiva, muy agresiva”, así describía el hombre a su expareja.

Cornejo también afirmó en una entrevista a un medio chileno que la volatilidad de la mujer hacía imposible que pudieran mantener siquiera una conversación pacífica por el teléfono.

Tiene que caer la mamá y si no, la familia de este tipo (Bustamante), todos en esa casa. El terreno es muy chico, imposible que no hayan visto nada, no sé qué pasaba por la cabeza de esa mujer, pero ella sabía”, dijo Cornejo al noticiero 24 Horas.

El padre de Ámbar añadió que el carácter de Llanos siempre había sido explosivo y por ello él estaba convencido de que era “100% cómplice”.

Crimen premeditado

Ámbar Cornejo salió de la casa de su tía, Maritza García, cerca de las 9 a.m. del miércoles 29 de julio. Su madre la había llamado para que recoja la mensualidad que Cornejo le había enviado.

Horas antes, Denisse despertó a su hijo menor y lo mandó a la escuela. Ámbar no vivía junto a su madre debido a la mala relación que mantenían desde hace un tiempo y la cual empeoró cuando Llanos inició su relación con Bustamante.

Cuando la joven llegó, su madre hizo todo lo posible por retenerla. Tuvieron una breve conversación en la que terminó convenciendo a Ámbar de entrar a la casa de Bustamante, ubicada en la ciudad Villa Alemania, en Valparaíso.

Una vez dentro, la tortura comenzó. La dupla criminal redujo, amordazó, golpeó y ató a la chica hasta inmovilizarla completamente. Después, Bustamante la violó para posteriormente matarla asfixiándola.

En días previos al 29 de julio del 2020 y concertados previamente con ese fin, los imputados Hugo Bustamante Pérez y Denisse Llanos Lazcano, resolvieron dar muerte a la hija mayor de esta, Ámbar Cornejo de 16 años de edad”, concluyó el Ministerio Público sobre participación de Llanos.

La madre de Ámbar se dirigió a comprar pintura y dos botellas de cera color carmesí, el mismo que el piso de su casa. Bustamante, por su parte, se encargó de cercenar el cuerpo, cavó un hoyo de un metro de profundidad debajo del piso de madera de la casa y enterró los restos de Ámbar dentro de tres coolers. Luego, usó la pintura y la cera para cubrir la evidencia.

Estoy más tranquila, me avisas la hora. Amor te extraño, muchos besitos”, le escribiría Llans el 30 de julio por redes sociales, luego de que su pareja le confirmara que había enterrado el cuerpo. Ese mismo día, la mujer regresó con su hijo a casa y los tres cenaron tranquilamente.

Desapego emocional

Las pruebas de su conexión con el delito fueron las boletas de las compras que hizo el día posterior al crimen.

Pese a que Llanos había mentido hasta en dos oportunidades a la policía sobre el asesinato de Ámbar, cuando se le consideró sospechosa y se realizó una audiencia en su contra prefirió no decir nada. No mostró sentimientos de preocupación, culpabilidad o pena.

Además, afirmó saber desde hace un año atrás que su pareja había asesinado a su exesposa y a su hijastro, sin embargo, no le importó y continuó la relación.

Lo que normalmente hace una madre con problemas psiquiátricos es matar en busca de defender a sus hijos, la actitud de la mujer es completamente opuesta”, dijo una psicóloga al programa ‘Hola Chile’, cuando se le preguntó sobre la actitud de Llanos.

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