Aníbal Santana estuvo condenado a 262 años de cárcel y hoy cuenta su vida escribiendo libros.
Aníbal Santana estuvo condenado a 262 años de cárcel y hoy cuenta su vida escribiendo libros.

A los 11 años Aníbal Santana huyó de su casa por los abusos de su padre y formó su propia banda delictiva para sobrevivir. A los 17 ya se había convertido en ‘Paíto’, un bandido muy temido en Puerto Rico cuya cabeza tenía precio. Fue condenado a 262 años de prisión y su vida parecía haber terminado. Cuando vio a su hija recién nacida, sintió que todo el odio que llevaba dentro desapareció. Y cuando tomó su primer libro, se liberó por fin de su cárcel interior.

►¿Cómo pasó de ser un reo a ser un escritor?

Mi vida ha tenido un poco de todo. Desde los 11 años estuve metido en el bajo mundo, entrando y saliendo de las instituciones juveniles. A los 17 fui arrestado y enviado a una cárcel de máxima seguridad a cumplir una sentencia de 262 años de cárcel por todos los delitos por los cuales había sido juzgado. Durante 15 años en la cárcel es que comienzo a escribir “Presagio”, novela basada en mis experiencias y en las de otros delincuentes que tenían más conocimiento de la calle y más peligrosos que yo.

►¿Qué experiencia más recuerda de ese mundo?

Cuando yo era delincuente sufrí la traición: uno de mis mejores amigos, un hombre por el cual yo estaba dispuesto a dar mi vida, recibió dinero para asesinarme y terminó dándome un disparo en la barriga. Estuve en coma en el hospital por un mes. Con eso juego en la novela, son cosas que yo viví.

►¿Cómo se rehabilitó?

Mi hija fue esa primera herramienta o ese primer regalo que Dios me dio para entender que la vida vale. Ella fue lo más hermoso que había visto en toda mi vida. Cuando la vi por primera vez, algo en mí quedó roto. Ese odio que yo sentía desapareció con solo ver su sonrisa. Ella hizo de mí un hombre nuevo, pues comencé a soñar con ser el padre que nunca tuve para ella. Los libros y la educación han sido la otra fuerza que ha hecho de mí el hombre que soy.

►¿Cómo lo cambiaron?

Yo era un pésimo hablante, un loco, usaba la jerga que conocía en mi barrio. Cuando llegué a la cárcel comencé a leer y a entender que la vida era tan amplia y la educación era necesaria para leer correctamente y saber escribir. Cuando me encontré a mí mismo en una celda, solo, no me sentía preso porque comenzaba a leer un libro y me iba para Colombia, para España, al Perú... Me sentía libre a través de la palabra. Los talleres de literatura en la cárcel fueron una gran herramienta.

Aníbal Santana fundó una editorial. Su último libro se titula “Presagio”.
Aníbal Santana fundó una editorial. Su último libro se titula “Presagio”.

►Usted propone que a los presos se les debería dar beneficios por leer.

Sí, quiero con todo mi corazón que por leer se bonifique a los confinados, porque la educación genera un cambio. Yo no sabía nada sobre la bandera de Puerto Rico ni cómo operaba el Gobierno... Si educamos y bonificamos a los confinados que lean, cuando salgan de la cárcel van a saber hablar correctamente, conseguirán empleo y tendrán mejores oportunidades. Actualmente, cuando yo hablo con personas que no conocen mi pasado, jamás se les ocurre pensar que yo fui un confinado.

►Se tiene la idea de que las cárceles no rehabilitan, sino que terminan de formar al delincuente.

Esa es la realidad en cualquier cárcel. Si un chico cometió una falta menor y fue arrestado, no lo envíes a una cárcel, envíalo a una escuela a formarlo y educarlo. Cuando envío a un niño a una cárcel, lo estamos enviando de lleno a conocer a asesinos, dueños de puntos de drogas, vendedores de armas. Una institución juvenil jamás va a educar a un niño, lo convertirá en un gran delincuente. Si el Gobierno sabe que eso va a pasar, la visión debería ser cambiarle el chip para tener un proceso de rehabilitación real. Durante el tiempo que estuve en la cárcel, de 5.000 confinados que me rodearon, 4.500 procedían de instituciones juveniles: eso me dice que algo está fallando en esas instituciones. Si el programa fuera bueno, no terminarían en una cárcel para adultos.

►¿Qué siente cuando escucha el nombre ‘Paíto’?

Cuando escucho ese nombre, miro algo que no parece real. Lo comento con las personas que me rodean ahora y me dicen: “No podemos entender que una persona así existió dentro de ti”. Y yo no me reconozco, pienso que fue un sueño y que desperté. Pero esa historia ya lejana la utilizo para llevar un mensaje de esperanza para los jóvenes y prevenirlos, a través de conferencias que doy.

►¿Cuál es la propuesta de su editorial?

Miré a los muchachos que al igual que yo les gustaba escribir y decidí crear Desde Adentro Editores para publicar libros escritos por confinados y ex confinados. Salí de la prisión en el 2013 y hoy día, bajo mi sello editorial, se han publicado ocho libros. Hay un libro que se titula “Cuatro décadas de cautiverio y de entierro”, escrito por alguien que lleva más de 43 años confinado y es el líder fundador de la banda Los 27. “Letras desnudas” es un poemario escrito por alguien que cumple una sentencia de más de 150 años y está en una cárcel de máxima seguridad. Tenemos un manual de seguridad escrito por cinco ex confinados que eran asaltantes profesionales; la finalidad es aconsejar a las personas y que no sean víctimas de este tipo de delitos. “Desde adentro: entre la universidad y la calle” es una antología que recopila textos biográficos y de ficción de más de 50 confinados dentro de la cárcel de Puerto Rico, una joya.

►Si pudiera cambiar su pasado, ¿lo haría?

Puedo garantizarle que si no hubiese sido delincuente, hubiera sido campeón mundial de boxeo; solo por eso cambiaría mi pasado. Fuera de eso, las experiencias de vida que tengo me han forjado, ese pasado ha hecho de mí el mejor padre del mundo. Con toda honestidad, estoy feliz de ser el hombre que soy hoy.

►¿Ha pensado en escribir su autobiografía?

Sí, ya estoy trabajando en ella. Si Dios lo permite, a principios del 2019 estará disponible.

Perfil
Soy de Puerto Rico y tengo 36 años. A los 17 me condenaron a 262 años de cárcel por los delitos que había cometido. Gracias a mi hija y a la literatura, hoy soy un hombre libre. Fundé una editorial y mi último libro, “Presagio”, ha tenido una gran acogida.

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