
Colombia sigue viviendo las consecuencias de la caótica reunión del consejo de ministros que hace poco más de una semana mostró al país en vivo y en directo las fuertes discrepancias al interior del gobierno de Gustavo Petro. El mandatario izquierdista enfrenta críticas por el manejo de su cúpula y, sobre todo, por la crisis de gobernabilidad que le impide atender los temas urgentes para el país, como son la seguridad, la salud y la economía, lo que, según los expertos, representa el verdadero problema de su gestión.
MIRA: Luisa González o Daniel Noboa: ¿Quién es el favorito ganar la segunda vuelta presidencial en Ecuador?
En medio de la crisis, Petro pidió el domingo a todos sus ministros y jefes de departamentos la renuncia protocolaria con el fin de quedarse solo con aquellos que estén dedicados a la tarea de gobierno. Durante el inédito consejo de ministros del pasado 4 de febrero, no solo hubo regaños del presidente hacia algunos ministros por no cumplir las metas fijadas para sus carteras, sino que varios de ellos rechazaron el reciente nombramiento como jefe de Despacho de Presidencia de Armando Benedetti, un polémico político con procesos por corrupción.
La crisis interna provocó renuncias voluntarias casi de inmediato, lideradas por el director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), Jorge Rojas, y con el ministro de las Culturas, Juan David Correa. Petro optó por pedir la renuncia protocolaria de todo el gabinete el domingo y desde entonces dimitieron a sus cargos los titulares de Ambiente, Susana Muhamad; de Trabajo, Gloria María Ramírez; del Interior, Juan Fernando Cristo; entre otros funcionarios.
El último en anunciar su salida del gobierno ha sido el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien presentó su dimisión irrevocable. Su partida representa un golpe especialmente duro para Petro pues Velásquez era el único ministro que se había mantenido en su cargo desde que el presidente asumió en agosto del 2022. El funcionario no dio explicaciones de su decisión.
Muhamad, quien también era una ministra estrella de Petro, afirmó que la presencia de Benedetti en un alto cargo del Gobierno no le da confianza y su permanencia en el gabinete constituye un riesgo que la llevó a tomar la decisión de renunciar.

“La llegada de Armando Benedetti como jefe de Despacho del presidente es un proceso de empoderamiento político que genera muchos riesgos tanto para la defensa de lo público y la integridad del Gobierno, en mi perspectiva”, dijo Muhamad a la agencia EFE sobre las razones de su renuncia.

Una de las críticas que más se le ha hecho al presidente Petro en medio de esta crisis es su evidente falta de gobernabilidad y liderazgo. “El consejo televisado fue un duro golpe para el Gobierno. Y para Colombia. Porque lesiona la majestad presidencial. Y porque proyecta una imagen de incertidumbre”, dice un editorial reciente del diario colombiano “El Tiempo”, que enfatiza que la reunión televisada fue un duro golpe para el Gobierno y lo obliga a enfocarse en los problemas.
“Por el momento que vive el país en varios frentes, el presidente tiene la obligación de corregir el rumbo, fortalecer la comunicación personal y ejecutiva con sus ministros, fomentar el trabajo transversal de su equipo, abrir espacios de diálogo con diversos sectores nacionales en vez de profundizar la desconfianza y concentrarse en la solución de los grandes problemas”, señala el medio.
Desafíos urgentes
Para Néstor Julián Restrepo Echavarría, doctor en Política, Comunicación y Cultura, y coordinador de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad EAFIT, la polémica reunión del gabinete reveló públicamente una crisis interna de la que ya se sospechaba.
“Todo el mundo estaba intuyendo desde hace rato que el gobierno tenía altos niveles de informalidad en el interior y que el presidente no tiene la capacidad de consolidar un grupo y sobre todo no tiene capacidad de ejecución. Ese es el problema más grande”, dice a El Comercio.
La desconexión que hay entre el presidente y sus ministros alimenta un clima de mayor incertidumbre en Colombia en momentos en que hay problemas urgentes que atender. De hecho, la dimisión de Velásquez como ministro de Defensa se produce en medio de un deterioro de la seguridad en el país, por lo que su gestión ha sido muy criticada.

En efecto, Petro tiene varios problemas que atender. Rafael Piñeros, analista político colombiano experto en Gobierno y Relaciones Internacionales y catedrático de la Universidad Externado, considera que el primero de ellos es el de los resultados obtenidos, pues son bajos, si se los mide en los términos que él propuso.
En segundo lugar, afirma el analista, el presidente tiene dificultades macroeconómicas, lo que genera una baja disponibilidad de recursos para la implementación de políticas públicas. Además, tiene importantes divisiones internas que reflejan la dificultad de alejarse de las estructuras políticas tradicionales para aplicar una agenda progresista “que busca transformar y modificar las prácticas de hacer política y los resultados de la política”.
“Un cuarto problema es que el propio presidente se encuentra distante de administrar el gobierno, el Estado. Petro es estratega, ha demostrado ser una persona con reflexiones en ocasiones importantes sobre la agenda internacional contemporánea, pero en términos de administrar la política y en términos de ofrecer resultados concretos, es más bien limitado”, señala.
Por ello, los expertos coinciden en que el mayor reto de Petro en este momento es tratar de entregar resultados concretos. “Lo que está pasando es que Petro tiene un discurso muy poco claro que ha desordenado el sistema. Ha peleado con las élites políticas y económicas, toma decisiones de manera muy informal, y todo eso está haciendo que se desbarate el sistema institucional. Hay muchas reformas que se tienen que dar en el país, como la reforma a la salud, la reforma a la salud pensional. Pero el desorden administrativo de Petro ha generado que las reformas no se den. Ha sido su discurso muy autoritario y dogmático lo que dañado el cauce”, considera Restrepo.
Ambos analistas señalan que en cuanto a acciones concretas para el país, los mayores retos son lograr la reforma a la salud, estabilizar la violencia y la inseguridad y volver a encauzar aunque sea uno de los procesos de paz que abrió en busca de su estrategia de la paz total.
“Si no logra al menos algo de eso, se va a ir sin pena ni gloria. Va a ser visto como una pérdida de oportunidad”, dice Restrepo.
El factor de las elecciones
El martes 11, Petro restó importancia a la crisis en su gabinete y dijo que las renuncias presentadas, algunas irrevocables y otras protocolarias, no supondrán un gran cambio en su equipo de Gobierno. Agregó que “muchos van a permanecer” y que algunos de los funcionarios que dimitieron aspiran a cargos de elección popular en los comicios legislativos y presidenciales del año próximo.
“Lo que hacemos es básicamente quitar las personas que tengan ya aspiraciones electorales, no es sano que se combinen aspiraciones electorales y al mismo tiempo administración pública, no se hace ni uno ni lo otro y ya queremos separar esas aguas”, expresó.
Piñeros explica que la renuncia de ministros por aspiraciones electorales es habitual. Las leyes en Colombia señalan que una persona que aspira a un cargo de elección popular no puede haber tenido un cargo en la administración nacional en el año inmediatamente anterior. Por ello, teniendo en cuenta que en el 2026 se va a elegir presidente y Congreso de la República, era de esperarse que estas renuncias llegasen pronto.
Sin embargo, Restrepo añade que si bien estas renuncias se podrían haber anticipado, los miembros del gobierno no pensaban que iba a ser de esta forma. “Prácticamente ha sido una desbandada. Al final creo que pesó más el hecho de que ya nadie está dispuesto a ser fusible para el presidente. Porque lo que se reveló fue eso, que Petro los puede quemar como un fusible de electricidad en cualquier momento y ellos ya no están dispuestos a seguir en eso”, señala.
“En toda esta crisis hubo una lógica de autoritarismo que no le va a funcionar a Petro. Esperemos a ver qué capacidad tiene Benedetti de construir un nuevo gobierno que logre por lo menos terminar, sacar alguna reforma, sacar uno de los procesos de paz para que se vaya tranquilo”, añade.
TE PUEDE INTERESAR
- Hamás suspende la liberación de rehenes y Trump amenaza con desatar “un infierno en Gaza”: ¿Está en peligro el alto el fuego?
- Habrá segunda vuelta en Ecuador: “El resultado muestra que el correísmo no termina de desaparecer y se fortalece”
- Luisa González o Daniel Noboa: ¿Quién es el favorito ganar la segunda vuelta presidencial en Ecuador?
- Trump despide al inspector general de la agencia humanitaria USAID, según medios de Estados Unidos