
El presidente Daniel Noboa y la correísta Luisa González protagonizaron una batalla codo a codo por el primer lugar en las elecciones en Ecuador, pero ninguno logró vencer en primera vuelta. Se medirán el 13 de abril en una nueva contienda que se espera aún más polarizada por los rumbos distintos que representan para el vecino país. ¿Volverá al poder el movimiento liderado por el examandatario Rafael Correa o el actual jefe de Estado obtendrá la confianza para lograr lo que ha bautizado como “El Nuevo Ecuador”.
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Para el sociólogo y politólogo ecuatoriano Julio Echeverría, el principal reto para ambos será volver creíble su propuesta ante los ciudadanos, en un momento en que las divisiones están al alza y el próximo gobierno deberá enfrentar una crisis económica y la violencia dell narcotráfico.
—Noboa y González quedaron casi empatados. ¿Es un resultado más ajustado del que se preveía?
El punto de partida fue la polarización del electorado, pero en la última parte de la campaña se apuntaba mucho a tratar de ganar en primera vuelta. Eso produjo la concentración del voto en torno a los dos finalistas. Empezó a funcionar la teoría del voto útil. Es decir, votemos por los que sí tienen chance de ganar. Eso concentró la votación en los dos finalistas. La distancia entre ambos fue muy corta. Creo que eso explica un poco este casi de empate entre los dos candidatos.
—¿Qué nos dicen estos resultados de cuán polarizado está Ecuador?

Yo creo que este momento que vivimos es un tema de estudio. Porque, por un lado, hay una fuerte resistencia al correísmo y eso se expresa en la votación hacia Noboa. No nos olvidemos que el candidato presidente ha tenido que sortear una serie de problemas que le hubieran provocado un desgaste significativo. Pero, a pesar de eso, el resultado demuestra que es un candidato muy resiliente y muy fuerte que ha logrado resistir ese tipo de embates y posicionarse en primer lugar. Por otro lado, el resultado muestra que el correísmo no termina de desaparecer y se fortalece respecto de las elecciones anteriores.
Habrá que ver qué es lo que pasa en la segunda vuelta con esta polarización. En la segunda vuelta, muchos de los votos del candidato Leonidas Iza, que es el que representa al movimiento indígena de Ecuador, tendrá que distribuirse entre los dos candidatos. Y la votación de Andrea González, que aparece cuarta en esta elección, tendrá que confluir seguramente hacia las líneas del anticorreísmo cuando ella tiene una postura de centro-centro y no estaba ni con el uno ni con el otro. Es probable, por tanto, que mucha de esa votación vaya a ser un voto nulo.

—¿Cuál será el mayor reto de Noboa y González para vencer en la segunda vuelta?
El principal es volver creíble su propuesta. En la coyuntura inmediata hay muchos problemas que el gobierno tiene que enfrentar. Tenemos el problema de la crisis energética y el de la inseguridad, que son dos temas muy candentes y que le afectan directamente al gobierno. Y, por lo tanto, el presidente tendrá que demostrar mayor claridad en esas dos líneas de política. E igual en el tema de la economía. Tiene que dar pistas de que Ecuador puede ingresar en una nueva fase de reactivación económica y productiva. Ha tenido un buen resultado en el tema de la caída del riesgo país, que ha sido una caída significativa, lo cual quiere decir que hay una relativa confianza de los mercados y de la finanza internacional hacia Ecuador. Y eso habla bien a favor de Noboa, pero él tendrá que afinar mucho su trabajo en esas tres líneas.
En el caso de Luisa González, tiene que perfilar de mejor manera lo que ha intentado hacer en la fase final de esta campaña con resultado positivo, que es distanciarse de la figura de Rafael Correa y demostrar que es un actor con voz propia. Creo que las últimas movidas en la campaña de González han apuntado justamente a tratar de presentar una imagen propia, porque en la primera fase el gran vocero de la llamada Revolución Ciudadana seguía siendo Correa.
—Si la polarización ha sido parte de la estrategia de ambos movimientos, ¿cómo prevé el clima de cara a la segunda vuelta?
Se espera un clima bastante enrarecido porque ya hemos visto que hay una campaña de enfrentamiento muy duro, que incluso podría topar lo que se llama la campaña sucia. El uso de las redes sociales se presta mucho para ello. Por ahí podría darse un escenario de inestabilidad política fuerte. En el caso del presidente Noboa, él va a tener que sortear algunos problemas que tienen que ver con las irregularidades que ha tenido en el momento de pedir licencia para intervenir en la campaña electoral. Ahora es un periodo de campaña mucho más extenso y no podrá ejercer la presidencia. Noboa tiene un camino bastante difícil que sortear, pero ha demostrado mucha habilidad para ser resiliente y enfrentar los conflictos.
—¿Se temen episodios de violencia electoral?
Es difícil hacer una previsión al respecto porque Ecuador se está enfrentado con un nivel de violencia muy alto. Y tenemos la presencia de bandas delincuenciales, del narcotráfico, es decir, tenemos una contaminación de la política con el narcotráfico, y eso vuelve de alto riesgo la campaña electoral. Entonces, no se puede prever que sea una campaña pacífica completamente. Podría darse algún tipo de violencia política y sería de esperar que eso no ocurra.