Guillermo Lasso, presidente de Ecuador. REUTERS
Guillermo Lasso, presidente de Ecuador. REUTERS
/ SANTIAGO ARCOS
Agencia AFP

Una fuerza de 9.000 militares y policías asumió el control de tres provincias de golpeadas por el narcotráfico y la criminalidad, que dejan más de 1.200 muertos en lo que va del año y que llevaron al gobierno a decretar el viernes el estado de excepción.

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La medida de emergencia por 60 días, dispuesta para las provincias costeras de Guayas, Manabí y Esmeraldas (esta última, fronteriza con Colombia), incluye el toque de queda durante las noches para las áreas con más violencia de localidades como el puerto de Guayaquil, núcleo comercial del país.

En su guerra declarada al narcotráfico, el presidente conservador Guillermo Lasso, quien lleva once meses en el poder, volvió a ordenar el estado de excepción argumentando una grave conmoción interna debido a la inseguridad.

De la mano del narco ha crecido la criminalidad en Ecuador, con 1.255 muertos -entre ellos decapitados y mutilados- en el primer cuatrimestre de este año frente a los 2.500 de todo 2021 y 1.400 de 2020, según cifras oficiales.

Cerca de 440 crímenes se han producido en Guayaquil (capital de Guayas) y la vecina localidad de Durán, ambas las más inseguras. Un 60% del total de homicidios ha ocurrido en las tres provincias que ahora son patrulladas por militares.

- Con fusil en mano -

Armados con fusiles, cientos de uniformados empezaron de inmediato a realizar controles en puntos candentes como en el Cerro Las Cabras de Durán, constataron periodistas de la AFP.

“La ciudadanía yo creo que se siente segura, pues la presencia de los militares, de los policías hace que nos dé un poquito más de seguridad”, manifestó a la AFP Diego Cuenca, un vecino de Durán, donde en febrero aparecieron dos cadáveres suspendidos de un puente peatonal al estilo de los crímenes de los cárteles mexicanos.

Esta localidad con más de 300.000 habitantes es considerada una bodega de drogas y donde el microtráfico, de acuerdo con autoridades, mueve hasta 1,8 millones de dólares al mes.

“Es terrible esto. A todos nos afecta la inseguridad. Ya no podemos estar en lugares con facilidad como uno estaba antes. Por ejemplo, en caso de que tú vas a un restaurante, ya no se puede. Ahora compras para llevar porque ya por la inseguridad no se puede”, dijo Javier Mora, otro poblador de Durán.

Fronterizo con Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína en el mundo, Ecuador sirve de punto de salida de grandes cargamentos de droga principalmente por Guayaquil, el mayor puerto, por el que se exporta sobre todo a Estados Unidos y Europa.

En 2021, el país decomisó el récord anual de 210 toneladas de droga, fundamentalmente cocaína. En lo que va de 2022, las confiscaciones llegaron a 75 toneladas.

- “Estado cautivo” -

“Nuestra sociedad no será sometida, nuestra paz jamás será sacrificada ante los sucios negocios de nadie”, expresó Lasso al anunciar el estado de excepción. “Vamos a llevar el combate a los delincuentes hasta el mismo territorio donde intentan ocultarse, ellos y sus sucias mercancías”.

Para el experto en seguridad Fredy Rivera, un efectivo combate al narco debe contemplar la “depuración” de las estructuras del Estado, que han sido infiltradas y en las que la corrupción es galopante.

“El crimen organizado tiene emboscado, cautivo, al Estado y a la sociedad ecuatoriana”, declaró a la AFP el director de la Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad URVIO.

Diversas bandas del narcotráfico se enfrentan en las calles y las cárceles de Ecuador por el control del almacenamiento, mercados y rutas para el envío de cocaína a Estados Unidos y Europa.

En varias penitenciarias se han producido cruentos choques armados entre presos miembros de organizaciones del narco, con 350 muertos desde febrero de 2021 en masacres que han pasado a ser de las peores de Latinoamérica.

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