(Foto: Reuters/AFP)
Redacción EC

Las disputadas elecciones presidenciales de dieron un giro el miércoles cuando el actual mandatario, , superó a su rival, , una estrella de TV que vio su ventaja inicial esfumarse, empujando a sus seguidores a las calles en un desenlace que podría sumir al país en una nueva crisis política.

En un criticado conteo, el presidente Juan Orlando Hernández obtenía un 42.21 por ciento de los votos contra el 42.11 de Salvador Nasralla, una diferencia de 3.000 votos con casi el 83 por ciento de las mesas escrutadas, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Cuando se conoció la reversión de la tendencia, los partidarios del Hernández, de 49 años, comenzaron a festejar en la capital Tegucigalpa coreando el nombre del mandatario, mostraron imágenes de la televisión.

Aunque el presidente había llegado el domingo como favorito en las encuestas para ganar con una ventaja de dos dígitos, el extrovertido Nasralla, de 64 años y líder de una amplia coalición que aglutina desde conservadores hasta izquierdistas, logró una ventaja de cinco puntos en el primer reporte de la autoridad electoral con más de la mitad de las mesas computadas.

Pero tras los primeros resultados oficiales divulgados el lunes por la madrugada, el árbitro electoral guardó silencio por unas 36 horas argumentando que las actas estaban demorando en llegar.

Desde la tarde del martes empezó a difundir actualizaciones esporádicas del conteo en su página web. Casi de inmediato, Hernández comenzó a cerrar la brecha, lo que llevó a Nasralla a decir que le estaban robando el triunfo con un fraude y a convocar a sus seguidores a tomar las calles.

"Nosotros ya ganamos las elecciones, y es imposible que una tendencia se revierta de la manera como la están revirtiendo", aseguró el martes Nasralla a seguidores. "No lo voy a tolerar".

La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió a los hondureños guardar la calma y esperar los resultados finales. Más tarde difundió dos documentos idénticos en los que ambos candidatos se comprometían a respetar el resultado definitivo, una vez que cada voto disputado haya sido procesado.

EXHORTOS DESDE EL EXTERIOR

Observadores internacionales aseguraron que las demoras dañaban la credibilidad de las autoridades y amenazaban con minar la legitimidad del próximo presidente.

El Departamento de Estado estadounidense urgió a las autoridades el miércoles a través de su portavoz a revisar rápidamente los resultados de las elecciones.

Hernández, del Partido Nacional, y quien recibió elogios de Estados Unidos por ayudar a combatir el flujo de migrantes y deportar a narcotraficantes, cosecha apoyo por haber acelerado la economía del empobrecido país y reducido los asesinatos en una violenta nación azotada por las pandillas.

Los partidarios de Nasralla acusaron al tribunal electoral de divulgar solo resultados de las zonas donde Hernández tiene más apoyo. La protesta convocada por el opositor reunió a unas 8.000 personas en la capital.

"Juan Orlando Hernández aunque perdió, está dando manos de ahogado para quedarse en el poder pero nosotros lo vamos a sacar de la casa de gobierno", dijo David Ramírez, de 22 años, en la manifestación a favor de Nasralla más temprano el miércoles.

El gobernante Partido Nacional también lideraba las elecciones de diputados celebradas el mismo domingo. Si la tendencia se mantiene, logrará el dominio del Congreso.

Nasralla ha acusado al mandatario de controlar el tribunal electoral como a otras instituciones del Estado en un gobierno que semeja una dictadura.

¿OTRA CRISIS?

Con su fuerte voz de presentador de TV y su pelo cuidadosamente peinado, Nasralla es una de las caras más conocidas de Honduras. Anfitrión de un programa con mujeres ligeras de ropa, en una entrevista llegó a presumir sobre su virilidad y desempeño sexual.

El opositor tiene el respaldo del expresidente izquierdista Manuel Zelaya, que fue derrocado en un golpe de Estado en 2009 luego de proponer un referéndum sobre su reelección y mostrar su cercanía con el líder venezolano Hugo Chávez.

La salida de Zelaya desató la peor crisis política en la historia reciente de Honduras. Algunos temen que la reñida elección vuelva a traer inestabilidad política al país.

"Estamos en una crisis que no solo enfrenta a los partidos que se disputan el poder, si no a la ciudadanía. Cualquiera que finalmente gane va a formar un gobierno débil en un escenario de fragilidad e inestabilidad política", dijo a Reuters el analista e historiador Rolando Sierra.

Muchos creen que Zelaya es la verdadera fuerza detrás de Nasralla, quien ha prometido tener unas buenas relaciones con los Estados Unidos. La esposa del ex mandatario sería la vicepresidenta de Honduras si Nasralla llega al poder.

El posible regreso de Zelaya podría despertar preocupaciones en Estados Unidos, que mantiene lazos militares con Honduras y tiene pocos aliados ideológicos entre los presidentes centroamericanos.

Un diplomático extranjero en Tegucigalpa, que pidió el anonimato, dijo que Estados Unidos estaría preocupado por una victoria de la coalición de Nasralla, pese a que el candidato prometió en una entrevista con Reuters aumentar la cooperación en seguridad con Washington si ganaba.

Pero también dijo que un ajustado triunfo de Hernández sería "el peor escenario" porque desataría protestas y demandas de un recuento completo de los votos por parte de un tribunal electoral con poca credibilidad.

NO RECONOCE RESULTADOS

Tras saber los resultados, Salvador Nasralla afirmó este miércoles que no reconoce los resultados del "tramposo tribunal electoral" que lleva adelante el escrutinio de los comicios del domingo, tras acusarlo de manipular resultados para favorecer la reelección del presidente Juan Orlando Hernández.

Horas después de firmar un pacto con la OEA en el que se comprometió a aceptar los resultados del tribunal, Nasralla dijo a periodistas que los datos fueron tergiversados durante varios cortes en el sistema informático del organismo.

(Fuente: Reuters/ AFP)

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