Infiltrado grabó citas en las que Jesús Santrich habría negociado cocaína. (EFE).
Infiltrado grabó citas en las que Jesús Santrich habría negociado cocaína. (EFE).
Redacción EC

El 1 de noviembre del año pasado, cuando su nombre acababa de ser oficializado como uno de los candidatos de la antigua guerrilla de las a la Cámara de Representantes, el ex negociador de paz envió al abogado Armando Gómez España a entregar en el lobby de un hotel de Bogotá 5 kilos de cocaína a un contacto, como prueba de seriedad en un negocio de drogas por más de 15 millones de dólares.

Un día después, el ex jefe guerrillero “se reunió con los compradores en su residencia” y allí se acordaron detalles para el envío de al menos 10 toneladas de cocaína cuyo destino final era Miami, Florida, donde también debía ser entregada la plata de la venta de droga.

Eso es lo que dice el explosivo expediente judicial por cuenta del cual se produjo el lunes el mayor sacudón en el proceso de paz con las FARC: la captura de Santrich por narcotráfico, su eventual salida de la nueva jurisdicción de paz y, además, su posible extradición a Estados Unidos.

Santrich –uno de los más polémicos y reconocidos jefes de la guerrilla y quien debía llegar al Congreso en representación de su movimiento político el próximo 20 de julio– fue capturado en la misma residencia del occidente de Bogotá donde, según la DEA, se produjeron las reuniones con los compradores de droga.

La noticia, que sin duda constituye una prueba de fuego para la solidez de la negociación de paz, sorprendió al país y llevó a un pronunciamiento extraordinario del presidente Juan Manuel Santos, quien el lunes, en compañía del fiscal Néstor Humberto Martínez, garantizó el pleno cumplimiento de los acuerdos para los ex FARC que se mantengan en la legalidad, pero aseguró que no habrá miramientos con los que pretendan hacerle conejo a la paz: “No me temblará la mano para autorizar la extradición si hay pruebas concluyentes y contundentes”.

La antigua guerrilla aseguró por su lado que “la paz está en grave riesgo” y habla de un supuesto montaje en contra de sus líderes.

El acuerdo señala, claramente, que el narcotráfico puede ser considerado delito conexo con la rebelión incluso hasta la firma del acuerdo final, en noviembre del 2016. También advierte que cualquier delito cometido con posterioridad irá a la justicia ordinaria.

En el dosier entregado por EE.UU. –que dio lugar a una circular roja de Interpol contra Santrich y tres sujetos más: Gómez España (quien es padre de la ex virreina universal de belleza Carolina Gómez y estaba hospitalizado al momento de la captura); el también abogado Marlon Marín y el empresario Fabio Simón Younes Arboleda– se señala que la conspiración para enviar droga a los Estados Unidos empezó en junio del año pasado y se mantuvo incluso hasta la actualidad. Estados Unidos también sugiere una conexión de la red con Venezuela.

En la reunión cumplida en la casa de Santrich un día después de la entrega de los primeros cinco kilos de droga, Santrich estuvo acompañado de Marlon Marín. Según la DEA, el propio Santrich “reconoció que vendían cocaína a terceros” y “le ordenó a Marín coordinar una transacción más grande de cocaína” con los compradores.

Esa y otras citas de negocios de drogas quedaron grabadas porque la DEA tenía un infiltrado, que es el testigo estrella en el proceso. En el expediente, según el fiscal Martínez, “hay copiosa prueba”: correos electrónicos y mensajes de WhatsApp, documentos y videos “que dan cuenta de la intervención de todos estos sujetos en actividades de narcotráfico”.

La operación es similar a dos emblemáticas con las que la DEA logró capturar a los mayores traficantes de armas del mundo: Monzer Al Kazar y Víctor Bout. En esas capturas los agentes se hicieron pasar por narcos relacionados con las FARC.

Más citas

El 8 de febrero del 2018, agrega la DEA, de nuevo Santrich y Marín volvieron a reunirse con los compradores en la casa del ex negociador: “Durante la cita, (Santrich) y su cómplice acordaron vender 10 mil kilos de cocaína y los compradores acordaron pagar 15 millones de dólares (...) Acordaron que entregarían el dinero a uno de los socios en Miami”. Marín “dijo que los primeros 7.000 kilogramos de cocaína serían entregados dentro de un mes, y los restantes 3 mil kilos dentro de los siguientes 30 días”.

“Después de la reunión, Santrich y sus cómplices continuaron la discusión sobre el posible envío de grandes cantidades de cocaína a los compradores, incluyendo el uso de aviones registrados en EE.UU.”, concluye el 'indictment'.

Fuente: "El Tiempo" de Colombia, GDA

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