(Foto: AFP)
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Redacción EC

Sao Paulo. El diplomático , que hoy asumió como ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del nuevo presidente de , el ultraderechista , es, según se ha descrito, un escéptico del cambio climático, un enemigo feroz del marxismo cultural y un fanático de Donald Trump.

El nuevo canciller brasileño llega, al igual que muchos de sus compañeros de equipo y del propio Bolsonaro, con un amplio abanico de declaraciones polémicas a sus espaldas.

El diplomático de 51 años, natural de Porto Alegre, cuenta con 29 años de carrera en el Ministerio de Exteriores y en los últimos dos años ocupó el cargo de director del Departamento para Estados Unidos, Canadá y Asuntos Interamericanos, aunque nunca ha ejercido como embajador de Brasil en ningún país.

Lejos de la corrección política, sus intervenciones levantan profundas críticas de sus opositores, que lo ven como una amenaza para el protagonismo brasileño en negociaciones internacionales.

Araújo reflejó sus polémicas ideas a través de artículos que publicó en un blog que creó para hacer campaña por Bolsonaro y en el que sus comentarios sirven de espejo de la línea política que pretende seguir en su mandato.

En dicho blog, Araújo manifestó su admiración por el presidente de Estados Unidos, a quien calificó como "salvador" de la civilización occidental, su fe cristiana y sus tradiciones nacionales; así como su contrariedad con lo que llamó "globalismo", promovido por el "marxismo cultural", por lo que se comprometió a erradicar ese mecanismo montado en la cancillería por el Partido de los Trabajadores (PT).

El ministro alega que el nacionalismo defendido por Trump puede ayudar a salvar Occidente y pidió que Brasil se alinee a ese proyecto.

Y con el mismo énfasis con el que dice admirar a Trump, Araújo manifiesta su rechazo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, uno de los dos únicos jefes de Estado, junto con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, que no fue invitado a la investidura de Bolsonaro.

"No hay lugar para Maduro en una celebración de la democracia y del triunfo de la voluntad popular brasileña. Todos los países del mundo deben dejar de apoyarlo (a Maduro) y unirse para libertar a Venezuela", dijo el diplomático.

El canciller considera a la izquierda como "una corriente política que quiere hacer de todo para que las personas no nazcan" y que odia cualquier tipo de libertad.

En este sentido, avanzó que su meta es extirpar la ideología del PT de las relaciones externas y eso incluye ponerle fin a la "transferencia brutal de poder económico en favor de países no democráticos y marxistas", en referencia al apoyo financiero de Brasil a Cuba y Venezuela.

El diplomático considera que el marxismo ya no busca el control de los medios de producción material sino de la producción intelectual y que por eso pasó a producir el discurso público, porque sabe que quien controla la opinión en los periódicos y en las universidades termina controlando la vida social.

"A algunas personas les gustaría que Jair Bolsonaro hubiese escogido un canciller que saliese por el mundo pidiendo disculpas. Los periodistas están escandalizados y colegas diplomáticos irritados ¿Por qué?. Porque por primera vez tendrán que mirar al propio pueblo a la cara y escuchar su voz", afirmó.

Otro de sus propósitos es retirar a Brasil del Pacto Global de Migración por ser "un instrumento inadecuado para lidiar con el problema", siguiendo así la línea de países como Australia, Israel, Italia o Chile, donde, al igual que en el gigante sudamericano, gobiernan políticas conservadoras.

"El Gobierno Bolsonaro se disociará del Pacto Global de Migración lanzado en Marrakech, un instrumento inadecuado para lidiar con el problema. La inmigración no debe ser tratada como una cuestión global, sino de acuerdo con la realidad y la soberanía de cada país", dijo en un mensaje en su cuenta en Twitter.

Por otra parte, sus intervenciones sobre el cambio climático han sido de las más comentadas, y es que el ministro acusó a los científicos que prevén serias dificultades en el mundo por los cambios climáticos de tan sólo buscar "esparcir miedo para obtener más poder".

Su postura sobre el tema fue fundamental para que Bolsonaro decidiese que Brasil no albergaría la Cumbre del Clima del 2019 (COP 25) tal y como había ofrecido el ahora ex presidente de Brasil Michel Temer.

Araújo ha prometido un giro en la política exterior y ya ha advertido que pretende darle una nueva dimensión al Mercosur, bloque que también integran Uruguay, Paraguay y Argentina y del que Venezuela está suspendido. 

Fuente: EFE

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