Panamá. La séptima Cumbre de las Américas abre su telón el viernes en Panamá con la participación de Cuba por primera vez y con todo el interés volcado en lo que haga el líder de la isla comunista Raúl Castro y el presidente estadounidense Barack Obama, meses después del anuncio histórico de restablecer relaciones entre los dos países tras medio siglo de desavenencia.
La Casa Blanca informó que el presidente Barack Obama y el mandatario cubano Raúl Castro "se verán" el sábado. Al momento, no hay planeada una reunión oficial a una hora específica entre los mandatarios, dijo Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional de Obama.
Sin embargo, Rhodes dijo que las autoridades sí anticipan que los dos mandatarios tendrán la oportunidad de "verse" y hablarán el sábado, el segundo y último día de la Cumbre de las Américas.
Obama y Castro hablaron por teléfono el miércoles antes que Obama saliera de Washington con destino a Jamaica.
Los reflectores también estarán en el mandatario venezolano Nicolás Maduro, quien llegó a Panamá en medio de un recrudecimiento de las tensiones con Estados Unidos, después de que el gobierno de Obama decretase sanciones y declarara a la nación petrolera una amenaza para la seguridad estadounidense.
El líder venezolano ha anticipado que entregará a su par norteamericano una lista con millones de firmas de compatriotas que piden el cese de esa medida, cuestionada por otros gobiernos en la región.
Apenas se bajó del avión que lo trajo a Panamá, Maduro la emprendió contra Estados Unidos. Criticó la política exterior de Estados Unidos, desde un monumento a las víctimas de la invasión estadounidense a ese país en 1989.
El monumento está en El Chorrillo, un barrio pobre del centro de la capital panameña donde se libraron algunos de los combates más fuertes durante la invasión.
Trinidad Ayola perdió a su esposo en los combates. Tratando de contener las lágrimas, Ayola dijo que no es la primera vez que un jefe de estado, extranjero o panameño, visita el sencillo monumento en las dos décadas desde que se levantó. Ella y otros quieren que el presidente estadounidense Barack Obama se disculpe por los muertos panameños, que se calculan entre 500 y 4.000.
Las tensiones entre Washington y Caracas han aumentado en semanas recientes debido a la sanciones, en momentos que Obama y Raúl Castro, un aliado clave de Castro, avanzan hacia la reanudación de relaciones diplomáticas.
Maduro también escuchará, aunque no necesariamente dentro de las deliberaciones con sus pares del hemisferio, exigencias de críticos y opositores a su gobierno para que libere a presos políticos y asegure unos comicios parlamentarios libres y transparentes este año.
El presidente anfitrión Juan Carlos Varela, un centrista que ha tendido un canal panameño para el diálogo y resolver diferencias, inaugura la reunión por la noche, en un acto en que también intervendrán los secretarios generales de la ONU y la OEA, Ban Ki-Moon y José Miguel Insulza, respectivamente.
La ceremonia tendrá lugar en un centro de convenciones ubicado a orillas de la bahía de Panamá, sobre la vertiente del Pacífico.
Varios líderes de la treintena que asiste a la cita el viernes y sábado arribaron en la víspera, entre ellos Obama y Castro. Curiosamente, el avión del mandatario cubano llegó a un aeropuerto al oeste de la capital que sirvió hace una década y media como base aérea de los militares de Estados Unidos y desde donde partieron muchos de los vuelos para el bombardeo aéreo en la capital durante la invasión del 20 de diciembre de 1989.
Los líderes discutirán en Panamá sobre prosperidad y equidad y cómo impulsar la cooperación para ayudar a mejor la vida de los pobres en el hemisferio.
De acuerdo con organismos de las Naciones Unidas, en América Latina y el Caribe persisten alrededor de 167 millones de pobres, a pesar de los avances que ha tenido la región en ese asunto y al crecimiento económico que evidenció la zona en la última década.
Simultáneo a la cita presidencial, grupos populares, sindicales e indígenas realizan sus propias cumbres, en las que esperan la asistencia de algunos de los líderes socialistas de la región.
Fuente: AP