El exministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia brasileña, Marco Edson Gonçalves Dias, junto a asaltantes del Palacio de Planalto, el 8 de enero de 2023. (Captura de CNN Brasil)
El exministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia brasileña, Marco Edson Gonçalves Dias, junto a asaltantes del Palacio de Planalto, el 8 de enero de 2023. (Captura de CNN Brasil)
Agencia EFE

El ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia brasileña, , renunció este miércoles al cargo luego de que la prensa divulgara imágenes en las que aparece junto a manifestantes que asaltaron las sedes de los tres poderes el 8 de enero.

La renuncia de Gonçalves Dias, un hombre de confianza del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, fue inmediatamente aceptada por el gobernante, informaron fuentes oficiales.

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El militar de la reserva presentó su renuncia pocas horas después de que la televisión CNN Brasil divulgara imágenes de las cámaras de seguridad del Palacio presidencial de Planalto en las que aparece en la sede de la Presidencia el día de los actos golpistas.

El ahora exministro aparece inicialmente recorriendo los pasillos del tercer piso de la Presidencia e ingresando al despacho del jefe de Estado, pero también se le ve al lado de algunos de los manifestantes que invadieron la edificación, a los que al parecer les señala una salida de emergencia.

En otra imagen, uno de sus asesores aparece conversando con los invasores del Palacio, saludándolos y hasta ofreciéndoles una botella con agua.

Según el Gabinete de Seguridad, las imágenes reflejan “la actuación de los agentes de seguridad, cuyo objetivo, en un primer momento, era evacuar los pisos tercero y cuarto del Palacio de Planalto”.

Gonçalves Dias era un militar muy próximo a Lula, trabajó en la seguridad de la Presidencia en los dos primeros mandatos del líder progresista y de su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff, y se encargó de la seguridad de Lula durante la campaña electoral de 2022.

El 8 de enero, miles de manifestantes radicales que no reconocieron la derrota del líder ultraderechista Jair Bolsonaro en las elecciones de octubre pasado asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en un intento de forzar un golpe de Estado contra Lula.

Poco antes de anunciar la renuncia del ministro, la Presidencia divulgó un comunicado en que subrayó que la participación de militares en los actos golpistas está siendo investigada por la Corte Suprema desde el 27 de febrero y afirmó que todos los responsables serán sancionados.

Todos los militares involucrados en (los hechos de) el día 8 de enero ya han sido identificados e investigados en el marco de la referida investigación. Ya fueron escuchados 81 militares, incluyendo miembros del Gabinete de Seguridad Institucional”, según el comunicado.

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La nota recalca que los actos golpistas se produjeron tan sólo una semana después de que Lula asumiera el mandato y que, por lo mismo, en el momento aún había en los equipos de seguridad de la Presidencia muchos miembros de la gestión anterior.

La orientación del Gobierno permanece idéntica: no habrá impunidad para los involucrados en los actos criminales del 8 de enero”, concluye el comunicado.

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