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México

Ciudad de México. Cincuenta años después de la matanza de estudiantes de la Plaza de las Tres Culturas de , en el corazón de Ciudad de México, ex líderes de esos jóvenes alzados, activistas y estudiantes recordaron a los caídos, cuyo número exacto sigue sin conocerse.

La conmemoración de los 50 años de esta represión estudiantil inició cuando diputados, senadores, en su mayoría de la izquierda, y el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, encabezaron una ceremonia en el Zócalo (plaza central de la capital), en la que la bandera mexicana fue colocada a media asta en señal de luto.

"El 68 produjo una gran explosión de valores, a la gente le quedó claro que luchar era necesario para construir un nuevo país. Segundo, que era posible luchar; tercero, que es una obligación luchar", comentó a la AFP Félix Hernández, de 72 años, uno de los líderes de aquel movimiento estudiantil que reclama conocer "cuántos exactamente y por qué murieron" sus compañeros.

"El 68 fue un terremoto histórico que cambió para bien la vida política de México. Sus efectos llegan hasta nuestros días", escribió el historiador mexicano Enrique Krauze en el diario estadounidense The New York Times.

Según Krauze, el reciente y avasallador triunfo del izquierdista Andrés Manuel López Obrador confirma ese legado.

En días recientes, López Obrador acudió a la Plaza de las Tres Culturas y aseguró que su gobierno, que inicia el 1 de diciembre, no recurrirá a la represión.

"En esta plaza histórica hacemos el compromiso de no utilizar nunca jamás al ejército para reprimir al pueblo de México", dijo López Obrador.

"¡Que vivan los jóvenes de 1968!", gritó el futuro presidente mexicano.

López Obrador no habló sobre la reapertura de los archivos oficiales sobre este evento que es demandada por sobrevivientes, familiares de víctimas e historiadores para darle justicia a los muertos.

Más de 30 años después de la matanza, Echeverría -la mano derecha de Díaz Ordaz- fue procesado por delito de genocidio, pero por su avanzada edad sólo enfrentó prisión domiciliaria y finalmente alcanzó la libertad condicional.

Aunque faltaban 10 días para las Olimpiadas, corresponsales de deportes ya estaban en México el 2 de octubre y algunos documentaron la masacre. La prensa reportó entre 300 y 500 muertos, mientras que el gobierno sólo reconoció 20.

Como parte de los actos conmemorativos organizados por la UNAM, el lunes Tlatelolco fue declarado Patrimonio Cultural Intangible.

Fuente: AFP

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