José Mujica, ex presidente de Uruguay. (Foto: Archivo / La Nación, GDA)
José Mujica, ex presidente de Uruguay. (Foto: Archivo / La Nación, GDA)
Redacción EC

En medio de cuestionamientos y denuncias sobre su gobierno de 2010 a 2015, el ex presidente de Uruguay, José Mujica, lamentó que ya no exista la Ley de Duelos, que permitía que las personas que se sintieran afectadas en su honor, pudieran batirse a pistola o sable con quien había lanzado la ofensa.

Mujica dijo que la Ley de Prensa da garantías a los que manifiestas opiniones diversas, pero que la Ley de Duelos permitía resolver las cuestiones de honor, de la única forma que él cree que sea posible.

"Yo lo único que lamento es que no exista la Ley de Duelos" porque "hay cosas que se arreglan así, no se arreglan de otra manera, conversando y bla, bla, bla... hablar es facilísimo en este país", dijo Mujica al ser entrevistado en el programa En la mira del canal VTV.

En Uruguay, los duelos se produjeron hasta principios de los años setenta, y la ley que habilitaba esa práctica fue derogada poco después del retorno a la democracia, a principio de los años noventa. Incluso hasta mitad de siglo XX, los duelos entre hombres políticos y militares eran transmitidos por radio, como si se tratara de una competencia deportiva.

Cuando el periodista Gabriel Pereyra que entrevistaba a Mujica le preguntó si realmente estaba hablando en serio, Mujica respondió: "Cómo no le voy a hablar en serio; no puedo agarrar la espada porque soy un viejo, pero por lo menos a los tiros capaz que anda".

—Contra la prensa—

Terminado el gobierno de Mujica, los partidos de oposición hicieron denuncias en el Parlamento que dio motivos a comisiones investigadoras y a denuncias ante la Justicia de Crimen Organizado.

Eso abarca a negocios del ente estatal petrolero, de exportaciones a Venezuela con la intermediación de una empresa de militantes del Movimiento Tupamaro, y a licitaciones para obras con empresas brasileñas. Además, se publicaron tres libros en los que se aseguró que en los años noventa, el sector político liderado por Mujica financió campaña electoral con ingresos generados por asaltos de militantes. Los libros fueron de un politólogo, de una especie de autobiografía de un ex dirigente del MLN-T, y de una periodista que ocupó cargos de jerarca en los gobiernos del Frente Amplio.

Mujica expresó enojo con las denuncias y cuestionamientos que ha recibido y se despachó con la defensa del duelo: "Cuando a usted le tocan el honor, y dale, dale y dale, ¿cómo lo puede arreglar? La única manera es eso".

Y añadió: "Porque cualquier mequetrefe dice cualquier cosa y la ley de prensa lo ampara, el otro, que es legislador, tiene fueros de legislador, entonces ¿qué hace? ¿lo agarra a los piñazos? Yo tengo 82 años y me llena la cara de dedos, ¿qué querés que haga?".

Fuente: La Nación, GDA
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