Nicolás Maduro envió 2.000 soldados y 600 miembros de las fuerzas especiales al estado de Táchira, en la frontera con Colombia. (Reuters).
Nicolás Maduro envió 2.000 soldados y 600 miembros de las fuerzas especiales al estado de Táchira, en la frontera con Colombia. (Reuters).
Redacción EC

El presidente de , , ordenó este miércoles militarizar el estado Táchira (frontera oeste con Colombia), tras saqueos y ataques contra instalaciones policiales y militares, informó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.

"He ordenado el traslado de 2.000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales", dijo el ministro a través de la televisora gubernamental VTV, indicando que la medida fue dispuesta por Maduro ante la escalada de violencia en San Cristóbal -capital de Táchira- y varios municipios aledaños.

El ministro aseguró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) no usa armas contra los ciudadanos: "No usamos armas contra el pueblo. No hay fusiles. No hay pistolas. No hay ametralladoras".

Entre la noche de martes y este miércoles, decenas de comercios fueron saqueados y dos estaciones de policía incendiadas en Táchira, donde muchos negocios permanecían cerrados por temor a nuevos actos vandálicos.

Los focos de violencia también persisten en otros puntos del país. En la periferia este de Caracas, en San Antonio Los Altos, se mantienen los disturbios y barricadas montadas por encapuchados.

"No podemos hablar de manifestaciones. Se trata de un accionar subversivo (...), que está rayando ya en la fase de insurgencia armada", manifestó el general Padrino López.

La oleada de protestas iniciada el 1 de abril se perfila como la más trágica de los años recientes en Venezuela y está a punto de igualar la cifra de 43 fallecidos de las movilizaciones contra Maduro entre febrero y mayo del 2014.

Las protestas tienen como combustible un grave deterioro económico y social en el país petrolero, con severa escasez de alimentos y medicinas, la inflación más alta del mundo y una criminalidad desbordada.

►"Menos bombas, más medicinas" 

Médicos, enfermeras y otros especialistas marchan este miércoles en Caracas, con la intención de ir hacia el Ministerio de Salud, pero debieron cambiar su ruta porque sus pares chavistas se alistan para un acto que será encabezado por Maduro.

Hace una semana, Antonieta Caporale fue cesada como ministra de Salud tras divulgar un boletín que reveló que la mortalidad infantil había aumentado 30,12% en el 2016 y la materna 65%, mientras repuntan enfermedades como la malaria.

Con sus batas blancas, médicos y enfermeras, acompañados de líderes del sector salud y de organizaciones de pacientes, marchan coreando: "¡No queremos armas, queremos medicinas!".

"Tanquetas no, ambulancias sí", "Menos bombas, más medicinas", se lee en las pancartas que portan los manifestantes, criticando el uso de gases lacrimógenos y vehículos blindados para detener las marchas opositoras.

Los manifestantes planean entregar al nuevo ministro de Salud, Luis López Chejade, un documento donde exigen solución al desabastecimiento de medicamentos y al mal funcionamiento de la red hospitalaria, una revisión de la infraestructura médica y la apertura de un canal humanitario.

►Protesta con luces 


Los opositores harán dos concentraciones nocturnas en Caracas, un desafío a la inseguridad en un país que exhibe una de las tasas de homicidios más altas del mundo: 70,1 por cada 100.000 habitantes, ocho veces mayor al promedio mundial.

La oposición convocó a la "concentración de las luces" en memoria de los fallecidos en las protestas, que además dejan cientos de heridos y detenidos, de los cuales 159, según la ONG de derechos humanos Foro Penal, fueron enviados a prisión por tribunales militares.

Pero la noche del martes, el presidente socialista comparó las "luces" con "antorchas", tildándolas de "simbología fascista".

Maduro renovó sus acusaciones sobre un plan orquestado por Washington para intervenir en Venezuela, a la vez que denunció una "campaña de persecución". "Somos los nuevos judíos del Siglo XXI", dijo.

La oposición exige elecciones generales y rechaza la convocatoria de Maduro a una Asamblea Constituyente, por considerarla un "fraude" con el que busca perpetuarse en el poder.

Maduro, cuya gestión desaprueban siete de cada diez venezolanos según encuestas, asegura que la Constituyente traerá la paz y prometió que en 2018 habrá elecciones presidenciales, pero no generales.

En su amplia agenda de protestas, la oposición llamó a marchar el jueves hacia la sede del Ministerio de Interior, y el sábado están previstas manifestaciones en todo el país.

Fuente: AFP

Contenido sugerido

Contenido GEC