De Tounens nació el 12 de mayo de 1825 en La Chaise, un pueblo de la comuna francesa de Chourgnac Fuente: Archivo de La Nación de Argentina/GDA
De Tounens nació el 12 de mayo de 1825 en La Chaise, un pueblo de la comuna francesa de Chourgnac Fuente: Archivo de La Nación de Argentina/GDA
Redacción EC

Su nombre era Orélie Antoine de Tounens, trabajaba de abogado en los tribunales de la pequeña localidad francesa de Périgueux y, a pesar de no tener absolutamente ninguna relación con el pueblo mapuche, vivió empecinado en ser su rey.

Y estuvo cerca. Por lo menos así lo consideró el gobierno de, que ordenó la detención de De Tounens cuando el letrado se asentó en el país trasandino. El aventurero europeo insistiría con su insólita empresa, sin embargo, en tres ocasiones más.





De Tounens nació el 12 de mayo de 1825 en La Chaise, un pueblo de la comuna francesa de Chourgnac. Era fanático de los libros y testimonios de viajes. Y fue la lectura de uno de ellos, el poema épico "La Araucana", de Alonso de Ercilla, que lo empujó a una aventura descabellada: decidió dejar todo, viajar a Chile e intentar fundar un reino.

En 1854 emprendió el viaje. Una vez llegado a Chile, tejió relaciones con los círculos de poder local y se hizo llamar príncipe De Tounens. También entró en contacto con tribus mapuches. "Era un genio, un loco divino. Se vino como un inmigrante más y se instaló en Copiapó. No sabía ni castellano. Pero a los dos años hablaba español y también araucano", dice a LA NACION Alberto Sarramone, historiador y abogado que publicó una biografía sobre De Tounens, "Orllie-Antoine I: un rey francés de Araucanía y Patagonia".

"El Perón de los mapuches"

De Tounens ofrecía grandes fiestas con bebida y comida, lo que lo hacía bastante popular. También se hizo conocido en la comunidad mapuche. A cambio, claro, los mapuches debían reconocerlo como rey del territorio de la Araucanía. "Conquistó a los araucanos. Fue, con disculpas del anacronismo, un Perón de los mapuches", explica Sarramone, que para realizar su biografía sobre De Tounens pasó meses en las bibliotecas y archivos de Périgueux.

A los líderes araucanos les prometía protección del rey francés Napoleón III Fuente: Archivo La Nación de Argentina/ GDA
A los líderes araucanos les prometía protección del rey francés Napoleón III Fuente: Archivo La Nación de Argentina/ GDA

El argumento central de De Tounens era que la Araucanía nunca perteneció legítimamente al rey de España. Es decir, declaraba al territorio como "tierra de nadie", y denunciaba al gobierno chileno por intentar ocupar ilegalmente la zona, lo que lo aliaba con los lonkos -líderes- mapuches, que veían en el francés un potencial compañero para luchar contra el gobierno chileno.

Envalentonado por el apoyo mapuche, concentrado sobre todo en dos líderes, Kilapan y Calfucura, el aventurero redactó el Preámbulo y la Constitución del territorio, llamado Araucanía, el 1 de noviembre de 1860. Así, dio inicio a una nueva monarquía constitucional, de la que se autoproclamó rey.

También contrató al músico alemán Wilheim Frick, que compuso el "Himno Real a Antonio Orelie". Y mandó a confeccionar la bandera del reino: azul, blanca y verde.

El territorio del nuevo reinado abarcaba la región de la Araucanía chilena, pero también la Patagonia . De Tounens la "anexó" mediante un decreto que firmó el 17 de noviembre del mismo año. Así, solo 16 días después de su creación, el reinado de la Araucanía triplicaba su tamaño.

Después, el nuevo "monarca" escribió a compatriotas franceses para comunicar la creación del nuevo reino y buscar reconocimiento oficial. Según sus cálculos, el reino contaba con dos millones de habitantes, entre tribus mapuches y tehuelches. Dato curioso, cuando mencionaba la nueva monarquía a los franceses, la llamaba "Nueva Francia".

Fin del sueño

El entusiasmo duró poco. La noticia del francés subversivo que ganaba apoyo entre los mapuches llegó rápido al gobierno chileno, que encomendó al coronel Cornelio Saavedra, nieto del presidente argentino, la capturara de De Tounens.

Saavedra detuvo a Orélie-Antoine y lo llevó a Valparaíso, donde fue juzgado y sentenciado a siete meses de prisión. La pena parece menor, pero la sentencia original fue reducida luego de que una serie de peritos médicos dictaminaran que De Tounens estaba clínicamente loco.

El letrado y autoproclamado rey de la Araucanía y la Patagonia fue encerrado en un manicomio, hasta que el cónsul francés de Chile lo rescató y lo envió de regreso a Francia.

"Pero éste era un hombre terco", dice el historiador Sarramone. "De Tounens insistió con su proyecto. Inició una campaña para juntar plata y volver a su reino. De manera increíble consigue financistas, y en 1869 De Tounens vuelve a embarcarse, esta vez con destino a Buenos Aires", cuenta.

Sin bajar los brazos

Desembarcó en la bahía de San Antonio, provincia de Río Negro, e intentó desde ahí regresar a Chile. Cuando llegó al país trasandino, quiso convencer a su aliado Kilapan de que era tiempo de iniciar una guerra contra el gobierno chileno.

De Tounens con vestimenta mapuche Fuente: Archivo de La Nación de Argentina/ GDA
De Tounens con vestimenta mapuche Fuente: Archivo de La Nación de Argentina/ GDA

Dijo que llegarían armas desde Francia, pero los mapuches no le creyeron. Entonces De Tounens tuvo que regresar a su país. En 1871 embarcó en Buenos Aires con destino a Francia.

Pero no interrumpió sus esfuerzos. Redactó un diccionario francés-mapuche, acuñó monedas de cobre para su reino y hasta editó un periódico que servía de propaganda para su empresa.

En 1874 volvió a partir hacia Chile. "Y tuvo apoyo oficial de Francia, porque lo trajo un barco de guerra francés. No era usual que barcos así trasporten aventureros. Esto hace sospechar que De Tounens había conseguido despertar real interés en su empresa, y que adquiría un tinte colonialista", dice Sarramone.

Desembarcó en Bahía Blanca, pero fue descubierto nuevamente y deportado.

El cuarto y último viaje del rey de Araucanía y Patagonia fue en 1876. Se instaló en Choele Choel, provincia de Río Negro. Pero De Tounens no se encontraba bien de salud y su estadía fue breve.

El aventurero murió en 1878. Desde entonces, ciudadanos franceses se declaran herederos de su corona imaginaria Fuente: Archivo de La Nación de Argentina/GDA
El aventurero murió en 1878. Desde entonces, ciudadanos franceses se declaran herederos de su corona imaginaria Fuente: Archivo de La Nación de Argentina/GDA

Ese mismo año regresó definitivamente a Francia. Murió en Tourtoirac, el 19 de septiembre de 1878. En su lápida, la municipalidad colocó la siguiente leyenda: "Aquí descansa Antoine Orllie De Tounens, 1er Rey de Araucanía y Patagonia".

La historia sigue

Desde la muerte de De Tounens, ciudadanos franceses se declaran herederos de este trono imaginario. El actual rey de la Araucanía y la Patagonia es Frédéric Luz, un hombre de 54 años y de la ciudad de Toulouse.

En junio de 2018, en ocasión del año nuevo mapuche, el "rey" emitió un saludo oficial a sus "súbditos". En él, critica la manera en que los gobiernos de la y de Chile tratan a su pueblo. Y pide por la liberación del lonko Jones Huala. Para finalizar, urge a los gobiernos sudamericanos a modernizar sus constituciones en temas de derechos humanos.

Luz es también vicepresidente de la ONG Auspice Stella, que promueve los derechos del pueblo mapuche. Según la página de la ONG, su misión es "ayudar al pueblo mapuche en su lucha por la autodeterminación" y así "mantener viva la memoria de Orélie Antoine de Tounens, primer rey de la Araucanía y la Patagonia".

Una casualidad extraña. En 2009, cuando se oficializó la bandera de la provincia de Río Negro, hubo quienes criticaron sus colores. ¿Por qué? Como indicaron algunos memoriosos, son exactamente iguales a los de la bandera del Reino de la Araucanía y la Patagonia.

Fuente: La Nación de Argentina

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