El tema petrolero siempre está en el medio de la discusión política venezolana. (Foto: archivo de manifestación por PDVSA - AFP)
El tema petrolero siempre está en el medio de la discusión política venezolana. (Foto: archivo de manifestación por PDVSA - AFP)
BBC News Mundo

Las sanciones estadounidenses a pueden estar cerca de pasar a un nivel dramáticamente más complejo.

Más de medio siglo después del comienzo del embargo estadounidense contra Cuba, hay quienes piensan que una estrategia similar funcionaría para Venezuela.

Dirigentes políticos de Estados Unidos y de América Latina han presentado propuestas encaminadas a afectar la economía venezolana, como una medida encaminada a ejercer presión para conseguir un cambio político en esa nación.

Suspender las compras de crudo puede ser tal vez una de las la versiones más extremas de esa propuesta.

Según un reciente despacho de la agencia Reuters, que citaba fuentes anónimas, el gobierno de Donald Trump está estudiando a los más altos niveles la posibilidad de aplicar una suspensión a las adquisiciones de petróleo venezolano, aunque todavía no ha llegado a ninguna decisión al respecto.

Suspender las compras de crudo puede ser tal vez una de las la versiones más extremas de esa propuesta.

Según un reciente despacho de la agencia Reuters, que citaba fuentes anónimas, el gobierno de Donald Trump está estudiando a los más altos niveles la posibilidad de aplicar una suspensión a las adquisiciones de petróleo venezolano, aunque todavía no ha llegado a ninguna decisión al respecto.

—El plan—

Muchos comparten la creencia en que la suspensión de las compras petroleras a Venezuela es una idea que se ha contemplado en Washington.

"Hay un plan. Varias agencias del gobierno y la industria saben qué hacer (en caso de decretarse la suspensión). Lo que falta es que alguien tome la decisión política de llevar adelante ese plan", le dice a BBC Mundo Jorge Piñón, director del Programa de Energía de América Latina y el Caribe en la Universidad de Texas.

También lo pidió públicamente el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, el 4 de julio, cuando aseguró que "Estados Unidos tiene que pensar un poco más el tema de la adquisición del petróleo venezolano" y que había llegado la hora de pensar en sanciones.

Y en la política interna estadounidense, el de las sanciones económicas a Venezuela es un tema que se está moviendo, especialmente en Florida.

El gobernador y probable candidato al Senado federal, Rick Scott, propuso una medida para su estado, con algunos visos que recuerdan a la Ley Helms-Burton, una de las que gobierna el embargo cubano.
El 6 de julio planteó su propuesta, que prohibiría a Florida realizar negocios con cualquier empresa privada "que apoye al gobierno venezolano".

Mientras que en distintos foros y circunstancias, dirigentes que van desde el presidente Donald Trump hasta el Senador y ex candidato presidencial estadounidense Marco Rubio, quien ha encabezado la oposición al gobierno de Nicolás Maduro en el Capitolio estadounidense, han amenazado con buscar nuevas sanciones contra Venezuela en caso de prosperar la asamblea constituyente en ese país.

Sin embargo, no han especificado cuáles serían esas sanciones.

—El impacto—

El crudo es, por supuesto, el producto que representa cerca del 95% de las exportaciones venezolanas. Y pese a tantos años de discurso chavista, Estados Unidos sigue siendo el mercado crucial.

"El impacto en Venezuela sería catastrófico", le asegura a BBC Mundo Jorge Piñón, de la Universidad de Texas, al discutir lo que pasaría si Estados Unidos suspendiese las compras.

"Venezuela exporta a Estados Unidos 750.000 barriles diarios de crudo. Si eso lo multiplica por 50 (asumiendo que ese es el precio del barril de petróleo), son más de US$30 millones diarios", apunta.

Más aún, Estados Unidos, junto con India, es el único de los grandes clientes del petróleo venezolano que paga en efectivo, recuerda Piñón.

"Los 400.000 barriles diarios enviados a China son pagos por préstamos ya recibidos", agrega.

—Ganadores y perdedores—

Es evidente que una suspensión de las compras estadounidenses de petróleo sería profundamente desestabilizador para la economía venezolana.

Hay más dudas sobre cuál sería el impacto político.

"La pregunta más importante que hay que hacerse es si Estados Unidos ha aprendido alguna lección de más de 50 años de embargo a Cuba, acerca de si esos intentos por usar presión económica funcionan o no, incluso si uno estuviera de acuerdo con sus objetivos", le dice a BBC Mundo George Ciccariello-Maher, profesor de la Universidad de Drexel en Filadelfia, Estados Unidos, y experto en política venezolana.

"Incluso las sanciones iniciales contra Venezuela por parte del gobierno de Barack Obama tuvieron el efecto inmediato de fortalecer el apoyo interno a Nicolás Maduro", sostiene el académico.

"La oposición venezolana está atrapada en un sitio incómodo", comenta Ciccariello-Maher.

"No es muy popular dar la impresión de estar ayudando a un 'imperio extranjero' y, sin embargo, tienen esta tentación constante de pedir la intervención estadounidense. Esa es parte de la razón por la que, si bien Nicolás Maduro ha sufrido indiscutiblemente un declive en su popularidad, la de los dirigentes de oposición tampoco ha sido apabullante".

—El costo para Estados Unidos—

Nadie duda que Estados Unidos puede causar un efecto devastador en la economía venezolana con un embargo petrolero. La pregunta es si llegar a ese punto le traería beneficios a Estados Unidos.

Hay quienes advierten que la medida de cortar las importaciones venezolanas también le implicaría gastos a Washington. Venezuela sigue siendo uno de los mayores proveedores de crudo a Estados Unidos.

"En el corto plazo, el precio del petróleo aumentaría", le dice Piñón a BBC Mundo.

Pero el académico cree que Estados Unidos podría sobrepasar fácilmente el incidente, acudiendo primero a la reserva estratégica de millones de barriles de crudo que el gobierno federal mantiene en cuevas del estado de Luisiana precisamente para un caso como este.

Piñón recuerda que esa reserva estratégica ya se usó durante la huelga petrolera venezolana de 2002, cuando las exportaciones a Estados Unidos se derrumbaron.

Y en cualquier caso, estima el experto, en el mediano plazo las exportaciones de Canadá a Estados Unidos fácilmente podrían compensar el faltante que dejaran las venezolanas en el mercado petrolero.

Piñón estima que habría resistencia a la propuesta de suspender las compras a Caracas por parte de las empresas estadounidenses que refinan petróleo venezolano, pues tal medida les causaría problemas logísticos.

Pero alega que el gobierno estadounidense les supliría en buena parte la falta de petróleo venezolano con crudo de su reserva estratégica, que estaría disponible "incluso para Citgo", la firma de distribución de combustible en Estados Unidos que es propiedad del gobierno venezolano.

—Decisiones complejas—

El punto final de la discusión acerca de la conveniencia de la medida parece, entonces, enfilarse al ángulo político.

¿Qué ocurriría en Venezuela, más allá del caos económico adicional que se generaría con esta medida?

¿Qué actores políticos se beneficiarían más y cuáles se perjudicarían?

Es la discusión eterna en cuanto a la efectividad de las sanciones económicas.

Un punto que no parece estar claramente resuelto, y que seguramente estará en consideración si Washington decide revisar seriamente la aplicación de una medida tan drástica para Venezuela como el cierre de las compras petroleras.

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