Santos, en la frontera para recabar apoyo internacional [VIDEO]

, que fracasó en su intento de convocar una reunión de cancilleres en la OEA para tratar la crisis fronteriza con , invitó el miércoles a diplomáticos de una veintena de países a presenciar la situación humanitaria en el noreste, epicentro de la tensión.

En Cúcuta, a unos 600 km al noreste de Bogotá y adonde ha llegado la mayoría de los colombianos expulsados en los últimos días de Venezuela, el presidente realiza un consejo de ministros público con invitados especiales, como embajadores y representantes de organismos internacionales.

"Esto no es un invento de nadie, esto es una realidad que el mundo debe conocer", dijo el mandatario al abrir la sesión, transmitida en vivo por televisión.

La reunión fue convocada para que el cuerpo diplomático pueda "constatar no sólo la tragedia humanitaria que estamos presenciando, sino también el trabajo que el gobierno nacional está haciendo", agregó.

El secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, anunció que también visitará la ciudad de Cúcuta el próximo sábado. 

Colombia sufrió el lunes un "revés" -como lo calificó el propio Santos- cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó convocar a una reunión extraordinaria de cancilleres para discutir el tema.

A ello se sumó que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) no logró acordar una cita urgente de cancilleres pedida por Bogotá para esta semana.

Jorge Otálora, titular de la Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos en Colombia, se encontraba este miércoles en Washington para presentar la situación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

"Usaremos todos los canales para denunciar una situación tan dramática como esta", afirmó Santos en Cúcuta, al anunciar que su gobierno apelará a las Naciones Unidas, desde su secretario general, Ban Ki-moon, con quien se reunirá la próxima semana la canciller María Angela Holguín, hasta entidades como la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

"Quiero advertir que puede ser que tengamos una crisis humanitaria más grande en el futuro y más allá de todo cálculo", dijo este miércoles en el Congreso el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

"Estamos también listos a pedir la cooperación internacional correspondiente si es que se presentasen avalanchas de colombianos o venezolanos expulsados o refugiados que hagan presión sobre nuestra frontera", agregó el funcionario.

Venezuela ha deportado en tres semanas unos 1.300 colombianos, un millar por los pasos fronterizos del departamento de Norte de Santander, pero también por los de Guajira (norte) y Arauca (este), mientras otros 10.000 han cruzado la frontera por temor a ser expulsados sin sus familias y pertenencias, según la ONU.

La crisis comenzó el 19 de agosto con el cierre de parte de la frontera decretado por el presidente Nicolás Maduro en el estado Táchira, limítrofe con Norte de Santander, tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando que el mandatario atribuyó a "paramilitares colombianos".

La crisis bilateral se profundizó el pasado jueves, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de denuncias de violaciones a los derechos humanos de los damnificados.

Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 km, en la que ambos denuncian la actividad de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos altamente subsidiados por el gobierno venezolano.

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