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1 El Salvador
Redacción EC

Un lutier de ha forjado su historia entre maderas, sierras y cuerdas que lo han convertido en un referente de la capital del país centroamericano en la fabricación de guitarras artesanales.

Manuel Cruz, de 67 años, ha dedicado más de cuatro décadas a trabajar la madera, después de que en su juventud aprendiera a fabricar muebles de uso doméstico, tableros y piezas de ajedrez e incluso capiruchos, juguete de madera utilizado por niños y jóvenes.

Su destreza con la madera lo llevó a fundar, hace 28 años, su propio taller de guitarras que se encuentra en el centro de la capital de El Salvador y en donde, como cualquier lutier moderno, fabrica las guitarras, que ha perfeccionado con el paso de los años, gracias a la experiencia adquirida.

"Comencé como aprendiz de carpintero en 1966, pero en 1970 empecé a dedicarme al tema de las guitarras, aunque de vez en cuando hacía juegos de ajedrez, unos diez semanales porque los caballitos eran los más difíciles de construir", comentó Cruz a Efe.

El taller "Guitarras Manuel Cruz" se ubica, desde 1990, en una transitada calle de la capital salvadoreña donde convergen un mercado, una barbería, y una cervecería muy popular que es visitada por casi toda el alma obrera de la ciudad.

En la puerta de entrada al lugar no pasa desapercibido el dibujo de un instrumento de cuerdas y las palabras "Guitarras Manuel Cruz", que dan paso al lugar, un espacio modesto con restos de madera esparcidos en todas partes, dos cuartos de trabajo y un frondoso árbol en medio del patio.

"Disfruto de hacer guitarras, hacerlas con amor", expresó el artesano, que transmitió la pasión a sus hijos Marcos y Juan Manuel Cruz, quienes se muestran complacidos por el oficio que desde muy jóvenes su padre les enseñó.

A este trío se suma Gabriel Salguero, un amigo de la familia que también comparte el trabajo, cuya dinámica es simultánea durante ocho horas diarias.

Mientras Gabriel ensambla, Manuel y Juan cortan madera, y Marcos suele aplicar el barniz y los acabados finales de los instrumentos musicales.

Aunque la demanda no es elevada, según comentó el lutier, se fabrican un promedio de seis guitarras semanalmente, además de las reparaciones, encargos que reciben frecuentemente.

En el 2000, a través de cooperación internacional, Manuel recibió capacitación sobre técnicas de fabricación y reparación de instrumentos de cuerda, abonando un talento innato para la fabricación de las guitarras.

Durante las capacitaciones fabricó cuatro guitarras para poner en práctica los nuevos conocimientos adquiridos, instrumentos que fueron enviados a España para ponerse en venta, de la que el salvadoreño recibió el pago.

Los clientes que buscan a Cruz son diversos, desde miembros de coros de iglesias, conjuntos musicales, aficionados y amigos, ya que los precios de cada instrumento oscilan entre los 50 y los 200 dólares, dependiendo de los gustos y necesidades del comprador.

Cruz señaló que en ocasiones tiene pedidos de fuera del país y que sus guitarras han llegado hasta Estados Unidos, España y Chile.

En octubre de 2016, el Congreso de El Salvador aprobó, con 70 votos de 84 posibles, la Ley para el Fomento, Desarrollo y Protección del Sector Artesanal, que tiene por objeto potenciar y cuidar la labor de los artesanos locales.

La aprobación, impulsada por la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE), reconoce como "pilar fundamental a la persona dedicada a la producción de artesanías, con énfasis a las personas de origen indígena, las que con su producción generan identidad y enriquecen el patrimonio cultural y el desarrollo del país".

La Ley de Fomento, Protección y Desarrollo del Sector Artesanal establece también un compromiso del Ministerio de Economía (MINEC) para asesorar a quienes estén empezando la producción y comercialización de artesanías, así como la creación del registro de patentes para evitar que el producto fabricado en El Salvador sea víctima de plagio.

Fuente: EFE

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