El desfile de apertura del Carnaval de Uruguay dio comienzo este jueves a una de las fiestas más extensas del mundo, que por 40 días llevará a todo el país espectáculos teatrales, danza y color al ritmo del tambor.
El carro que traslada a las reinas del Carnaval y las "llamadas", una tradicional manifestación de origen africano en la que "comparsas" desfilan al tronar de los tambores, abrió la procesión. El vehículo fue diseñado para exhibir miles de botellas recicladas.
Detrás, vendrán decenas de conjuntos con sus disfraces que pondrán color a la principal avenida de Montevideo, atiborrada de gente.
Buena parte de la población uruguaya, de 3,5 millones de personas, vive el carnaval como una suerte de ritual que se renueva cada noche en espectáculos montados en clubes de barrio o escenarios callejeros.
Esta parte del año está marcada por la música, el color y la alegría que despliegan "troupes" teatrales conocidas como murgas, parodistas; humoristas, grupos de danza o "revistas", y las comparsas.
Para los uruguayos, el carnaval "termina siendo la manera en que -a pesar de ribetes más urbanos que rurales- terminan viéndose representados arriba de un escenario", explicó a la AFP José Cozzo, presidente del certamen de agrupaciones de carnaval que se celebra cada mes de febrero.
En el carnaval, el uruguayo "palpita lo que sucede de importante en su vida durante el año", añadió.
El desfile dará paso a la fiesta en los tablados, escenarios montados en clubes barriales o en las calles, para una actividad que mezcla a artistas profesionales con amateurs que esperan todo el año la oportunidad de volcarse a su gusto por la actuación.
El carnaval se consolida año a año en Uruguay como una atracción para propios y ajenos, y convoca a los turistas de paso por Montevideo
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