Caracas, AP
El Gobierno Venezolano y la coalición opositora iniciaron el jueves un debate televisado que permita mejorar la convivencia y encarar juntos problemas fundamentales, pese a que algunos actores del proceso dudan que se pueda lograr una solución a la crisis generada por las protestas callejeras que han dejado 40 fallecidos y más de 600 heridos.
"El primer llamado es a reconocernos, a respetarnos", expresó el presidente Nicolás Maduro al inicio de la reunión que se realiza en el palacio de gobierno, a la que también asistieron los gobernadores de oposición del país, Henrique Capriles, Henri Falcón y Liborio Guarulla, de los estados Miranda, Lara y Amazonas, respectivamente.
"Yo como presidente estoy abierto hablar de todos los problemas... debatirlos todos", acotó el mandatario, acompañado de varios dirigentes oficialistas.
Acompañando como testigos de buena fe asistieron a la reunión los cancilleres María Angela Holguín, de Colombia; Ricardo Patiño, de Ecuador, y Luiz Alberto Figueiredo, de Brasil.
También participa el nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano, quien leyó una carta enviada por el papa Francisco, en la que exhortó al gobierno y a sus opositores a dejar de lado sus diferencias políticas y obrar por "el reconocimiento y el respeto por el otro".
El papa expresó su "preocupación por todo lo que está ocurriendo" e hizo votos para que "produzcan los frutos de reconciliación nacional y paz, dones que invocamos para todo el pueblo venezolano"
"Estoy plenamente convencido que la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a un país", dijo Francisco, citado en el escrito. El sumo pontífice resaltó que mediante el diálogo "puedan superar el momento de conflicto y encontrar formas de cooperación" los distintos actores venezolanos.
El encuentro se dio en medio de un tenso ambiente generado por la persistencia de las protestas callejeras que el jueves alcanzaron a algunas barriadas pobres de la capital, que se habían mantenido en paz en los últimos dos meses.