México: Dos mangueras sobresalen del ducto de Pemex que fue dañado por ladrones de combustible en la localidad de Tlahuelilpan, estado Hidalgo. (Reuters).
México: Dos mangueras sobresalen del ducto de Pemex que fue dañado por ladrones de combustible en la localidad de Tlahuelilpan, estado Hidalgo. (Reuters).
Redacción EC

Ciudad de México. La explosión en un ducto de la petrolera estatal en mientras cientos de personas robaban combustible, dejó al menos 79 muertos y 81 heridos en la localidad de , estado Hidalgo. Precisamente una investigación publicada hace dos años ya advertía sobre el riesgo de accidentes de este tipo debido a la infraestructura del transporte de hidrocarburos que existe en el país.

CartoCrítica y la fundación Heinrich Böll Stiftung elaboraron el año 2017 un estudio denominado 


La investigación identificó al menos 6.077 proyectos de ductos, con una longitud de 68.843.15 kilómetros, lo que equivale a dar 1,7 veces la vuelta a la Tierra. El 94% de esos ductos terrestres, mientras que el resto está en el Golfo de México.

El principal constructor de los ductos es Petróleos Mexicanos (Pemex). Estas instalaciones sirven para la recolección y transporte del petróleo crudo y gas desde pozos hasta las petroquímicas, refinerías y complejos procesadores de gas y para la distribución a los complejos de almacenamiento y consumidores finales.

— Problema real —

Pero, ¿cuál es el verdadero problema? El estudio indica que "a diferencia de otras instalaciones industriales peligrosas, los ductos no están dentro de un complejo industrial con características de seguridad; por el contrario, se despliegan a lo largo y ancho de tierras propiedad de terceros, entre ciudades y carreteras, o en tierras agrícolas, ríos y parajes naturales, incluyendo propiedades privadas, núcleos agrarios, áreas naturales protegidas y territorios indígenas".

Por ende, "en caso de fuga de hidrocarburos, el riesgo de derrames, contaminación y explosiones es sumamente alto, con rangos que van desde los 20 metros para los ductos de diámetro pequeño, hasta más de 300 metros para los grandes ductos o de alta presión", señala el documento.

El estudio también precisa que las tuberías están generalmente enterradas. "Su construcción, supervisión y mantenimiento requiere de amplios derechos de vía libres y sin cobertura vegetal. El diámetro de los ductos puede variar desde una hasta 50 pulgadas o más, pero las excavaciones para la construcción, mantenimiento y franja de seguridad o derecho de vía, que puede ser de más de 10 metros de ancho, producen una intensa perturbación del suelo y el entorno", agrega.

Otro inconveniente es que en México no es posible contar con un mapa de ductos, ya que las autoridades se escudan en el argumento de la "seguridad nacional" para no hacer públicos los trazados.

Por ello, CartoCrítica y la Fundación Heinrich Böll presentaron una primera caracterización sobre la infraestructura de ductos. No obstante, el principal problema que surge son las tomas clandestinas que se originan a diario y que fueron la causa de la tragedia de este viernes. 

Los ductos en México. (Foto: CartoCrítica.org.mx).
Los ductos en México. (Foto: CartoCrítica.org.mx).

— Tomas clandestinas en Hidalgo —

Las tomas clandestinas que se han detectado en los ductos de Pemex en México han aumentado de manera considerable en el último tiempo. Se pasó de un promedio de 30 al mes en el 2008 a 702 en el 2015, indicó Cartocrítica.

El problema es evidente. En el 2008 se tuvieron registradas 367 tomas clandestinas y después de siete años se documentaron unas 8.431. Pemex que tenía registrados 12.581 tomas clandestinas.

En el lugar de la tragedia, el estado de Hidalgo, en el 2008 se registraron 17 tomas clandestinas, mientras que en el 2018 estas llegaron a 1.726.

Tomas clandestinas registradas el 2018 por estado en México. (Foto: Pemex.com).
Tomas clandestinas registradas el 2018 por estado en México. (Foto: Pemex.com).

Tras el accidente ocurrido este viernes, Pemex atribuyó el fuego a la manipulación de una toma clandestina. La policía estatal de Hidalgo indicó que la fuga fue reportada por primera vez alrededor de las 5 de la tarde del viernes. "Se reporta que ciudadanos se encuentran en el lugar intentando obtener hidrocarburo", informaron las autoridades. Unas dos horas después, el oleoducto estalló.

No es la primera vez que ocurre un accidente así. En diciembre del 2010, las autoridades culparon a ladrones de combustible de la explosión de un oleoducto en el centro de México, cerca de la capital, donde murieron 28 personas, incluidos 13 niños.

Ese incendio también destruyó viviendas, afectando a 5.000 habitantes en un área de 10 kilómetros de diámetro en San Martín Texmelucan.

En vista de que había mucha gente involucrada, ya sea ayudando a los ladrones o recolectando combustible derramado en todo tipo de recipientes, era solo cuestión de tiempo antes de que ocurriera un incendio, reportó el sábado la agencia AP.

El accidente en Hidalgo ocurrió apenas tres semanas después de que el nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lanzara una ofensiva contra las bandas de ladrones de combustible que perforaron tomas peligrosas e ilegales a las tuberías unas 12.581 veces en los primeros 10 meses del 2018, un promedio de 42 por día.

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