Pedro Sánchez juramenta como presidente de España. (Foto: Reuters)
Pedro Sánchez juramenta como presidente de España. (Foto: Reuters)
Redacción EC

El socialista es ya el séptimo presidente de la democracia española tras prometer el sábado su cargo ante el Rey, Felipe VI, en el madrileño Palacio de la Zarzuela.

En presencia del presidente saliente, Mariano Rajoy, Sánchez tomó posesión con la mano derecha sobre la Constitución y no sobre la Biblia al optar por la retirada de los símbolos religiosos que históricamente han presidido este acto.

Con los 84 diputados del PSOE, Sánchez presidirá el gobierno con menor representación parlamentaria de la historia tras conseguir poner de acuerdo en la expulsión de Rajoy a la mayoría de un Congreso con grandes diferencias que, sin embargo, coincidió en una moción de censura basada en la corrupción en torno al partido conservador.

El enorme giro político en Moncloa coincide con la primera solución a una de las mayores crisis institucionales de la democracia.

La intervención de más de siete meses de las instituciones catalanas a cargo del gobierno central tras una proclamación de República considerada ilegal llegará a su fin el mismo día cuando los nuevos consejeros del Govern tomen posesión de sus cartos y se desactive automáticamente el artículo constitucional que les retiró los poderes institucionales.

Pese a insistir en la máxima de trabajar para hacer avanzar la “República”, el president Quim Torra, considerado un candidato instrumental del huido expresidente Carles Puigdemont, desistió hace unos días de componer un gobierno con miembros huídos de la justicia o en prisión preventiva por la causa independentista que había sido bloqueado por el gobierno al considerarlo ilegal y prolongado la intervención regional.

Con un nuevo gabinete “viable”, Torra iniciará su mandato con la promesa del nuevo presidente nacional de restablecer la normalidad en las relaciones y reconstruir un diálogo que ha sido inexistente desde hace años.

Aunque Sánchez ha tenido duros enfrentamientos con los secesionistas catalanes a costa de apoyar a Rajoy en la intervención de la región, los partidos que sostienen el gobierno de Torra avalaron el viernes la moción de censura de Sánchez y probablemente pedirán al nuevo gobierno cambios sustanciales.

Además de las discusiones con los catalanes, Sánchez también deberá lidiar con las pretensiones de otros partidos que apoyaron la moción, el mayor de ellos su enemigo natural en las urnas, Podemos.

La formación de izquierdas ya ha pedido al líder socialista que modifique los presupuestos y que cuente con ellos para la formación de un gobierno que habrá de configurar en los próximos días y que miembros de su partido señalan que estará compuesto exclusivamente por socialistas.

La fragilidad del gobierno del europeista Sánchez podría abrir un periodo de incertidumbre política en la cuarta mayor economía de la zona euro, justo cuando la tercera -Italia- se libró de unas elecciones anticipadas con la formación de un gobierno de coalición entre dos partidos antisistema.

Fuente: Reuters

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