Balance 2016: Los países atacados por el Estado Islámico

En el 2016, el Estado Islámico terminó de desplazar a la red Al Qaeda como la máxima amenaza del terrorismo global. Ello pese a que en el campo de batalla, el califato ha perdido aproximadamente el 50% del territorio que conquistó en Iraq y Siria luego del anuncio de su creación en junio del 2014.

Atentados reivindicados por el grupo terrorista en Francia, Bélgica, Turquía, EE.UU., Alemania, entre otros países, han dejado más de 230 muertos y serios cuestionamientos a los servicios de inteligencia que, en casos como los de Berlín (en diciembre) o Bruselas (en marzo), fueron protagonizados por individuos que estuvieron en el radar de las autoridades.

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Este año también quedó demostrado que un lobo solitario puede hacer incluso más daño que un comando entrenado en el campo de batalla de Iraq o Siria y que recibe logística para atacar un blanco específico.

Hay dos ejemplos que ilustran el enunciado anterior: el 22 de marzo cuatro individuos armados con fusiles Kalashnikov y maletas con bombas atacaron en el aeropuerto y en el sistema del metro de Bruselas. Murieron 34 personas. 

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Tres de los terroristas  fueron identificados como los hermanos Jalid e Ibrahim Bakraoui y Najim Laachraoui. Sobre Jalid pesaba una orden de captura internacional por estar implicado en los atentados de París de noviembre del 2015, también tramado por el Estado Islámico. Mientras que las huellas de Laachraoui fueron halladas en varios explosivos utilizados en esos atentados.

En el ataque en Niza, un lobo solitario asesinó a 86 personas. ¿Su arma? Un pesado camión que arrolló a una multitud en una calle colmada de gente que celebraba el Día Nacional de Francia.  

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El atacante, identificado como Mohamed Lahouaiej Bouhlel, de nacionalidad tunecina, en el pasado había cometido delitos menores, pero nunca mostró signos de radicalización, por lo que no estaba fichado. Además, no practicaba con rigor el islam e incluso no respetaba el mes de ayuno del Ramadán, bailaba salsa y frecuentaba clubes nocturnos.

El Estado Islámico dijo que el tunecino había obedecido su llamado a atacar en su territorio a quienes participan en la coalición internacional que combate en Iraq y Siria. Y echó mano a una de las recomendaciones de los terroristas, que aconsejan usar camiones como armas letales y han publicado un manual para ello.

–Sin barba ni velos–

En el campo de batalla, el Estado Islámico languidece, especialmente en Iraq, donde libra una crucial batalla en la ciudad de Mosul, tras perder territorios importantes como Tikrit y Faluya.

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Mientras que en Siria ha sido echado de la simbólica ciudad de Dabiq y ahora combate por mantenerse en Raqqa, la capital del califato en ese país.

Hay escenas que se convirtieron en icónicas, como las que se vieron en la ciudad siria de Manbij, donde los hombres se cortaron la barba y las mujeres quemaron los velos que las cubrían tras la retirada de los terroristas.

Esta pérdida de territorio viene de la mano con una merma en los ingresos económicos y rutas importantes para su comunicación con el mundo exterior. Por ejemplo, en el caso de Manbij, el Estado Islámico perdió el acceso a la frontera turca, por lo que se hace más difícil la llegada de combatientes extranjeros y el ingreso de armas.

Firas Abi Ali, analista de la consultora de riesgo IHS, ha pronosticado que el Estado Islámico será derrotado militarmente a fines del 2017. Ahí empezará otra batalla protagonizada por los miles de yihadistas que regresarán a sus países de origen.