En Mosul creen que jamás serán liberados del Estado Islámico
En Mosul creen que jamás serán liberados del Estado Islámico
Redacción EC

Bagdad. La reciente conquista de Ramadi por el grupo aleja todavía más a los ojos de Abu Yaser la perspectiva de una liberación de Mosul, su ciudad y la primera de Iraq que cayó en manos de los yihadistas hace un año.

La recuperación de Mosul, capital de la provincia de Nínive, se presenta como el objetivo prioritario en la contraofensiva antiyihadista en curso en Iraq. Pero los habitantes de la gran metrópolis del norte del país temen que ese momento no llegue jamás. 

"Nos quedamos estupefactos al saber que el Estado Islámico había conquistado Ramadi", cuenta Abu Yaser, que prefirió no decir su nombre completo.

La caída de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, acabó con las esperanzas creadas a partir de la reconquista de Tikrit a finales de marzo. En aquel momento, el gobierno prometió una operación para liberar Al Anbar (oeste), aunque han sido los yihadistas quienes se han visto reforzados en esta región próxima a Siria.

"Pensábamos que eso sería imposible pues se suponía que el gobierno y las tribus de Ramadi iban a trabajar juntos", explica Yaser, comerciante de 44 años, que duda de que exista una "verdadera voluntad política" de liberar Mosul

AP

___ 

OFENSIVA APLAZADA

La ofensiva sobre Mosul se ha anunciado varias veces desde la caída de la ciudad el 10 de junio. En principio, iba a iniciarse a finales del año pasado, luego, entre abril y mayo y, al final, fue pospuesta para finales del 2015. 

La ofensiva "será aplazada indefinidamente", considera Ayham Kamel, director para Medio Oriente y el Norte de África en el gabinete de análisis de riesgo Eurasia Group. "Mosul es una ciudad demasiado grande para garantizar un éxito a corto plazo", apuntó. 

La batalla de Tikrit, cuya superficie no representa más que el 10% de la de Mosul, estuvo facilitada en gran parte porque sus 200.000 habitantes habían abandonado la localidad.

Sin embargo, en Mosul, casi la mitad de los 2 millones de personas que vivían allí durante la ofensiva del Estado Islámico se quedó, según algunas estimaciones. Los habitantes no pueden abandonar la ciudad sin comprometerse a volver en los plazos dictados, a riesgo de que su casa o su vehículo sean incautados.

Por otro lado, para la población de Mosul, mayoritariamente sunita, la llegada del grupo ultrarradical sunita supuso un respiro apreciable, pues obligó a los policías chiitas a huir a causa de las exacciones. 

Con todo, en este tiempo los habitantes han conocido de cerca los métodos del Estado Islámico y han asistido a decapitaciones públicas, lapidaciones y crucifixiones, y muchos temen por su vida.

"En mi calle, quizá haya 50 casas. Solo una familia apoya a Daesh" (acrónimo en árabe del Estado Islámico), asegura un habitante que pidió el anonimato. "Tenemos miedo a hablar, incluso con los amigos. (...) Solo cuando estamos en casa, en familia, podemos decir lo que queremos", afirma.

AP

___ 

'SITUACIÓN MEJOR'

Entretanto, el contexto nacional continúa siendo problemático. 

Las fuerzas kurdas no parecen tener mucho interés en participar en una batalla que no ven como la suya, las tropas iraquíes no están suficientemente formadas y el recurso a las milicias chiitas para liberar Mosul sería controvertido.

Los habitantes "tienen miedo de Daesh pero también de los que vendrán a liberar Mosul de Daesh", destaca Salim al Yuburui, presidente del parlamento y dignatario sunita.

"Deben convencerse de que las fuerzas que vengan a liberarlos les ofrecerán una situación mejor a la que viven actualmente", explica a la AFP. 

Retomada hace dos meses por las fuerzas gubernamentales apoyadas por las milicias chiitas, Tikrit es una ciudad fantasma. Algunos de sus vecinos tienen miedo a volver, a otros, se les ha prohibido hacerlo. 

En Mosul, que vive en el aislamiento, el tiempo pasa lentamente y los recursos escasean. 

"He utilizado todo mi dinero, tomado prestado a quien he podido y vendido el oro de mi esposa. Estoy hundido en deudas", explica un habitante que pidió el anonimato. "Muchos se las han arreglado para sobrevivir este año, la esperanza les ha dado paciencia. ¿Pero otro año más? No sé". 

Fuente: AFP

Contenido sugerido

Contenido GEC