David Smolansky: "La región debe declarar una crisis de refugiados venezolanos". (AFP).
David Smolansky: "La región debe declarar una crisis de refugiados venezolanos". (AFP).
Roger Zuzunaga Ruiz

Hasta el año pasado, era alcalde del municipio caraqueño de El Hatillo, pero tuvo que salir de manera clandestina de luego de ser destituido y de que se expidiera una orden de captura en su contra. Asegura que el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el chavismo, le abrió proceso por negarse a reprimir las manifestaciones de la oposición. Hoy vive en Estados Unidos y hace unas semanas la OEA le encargó la coordinación de Grupo de Trabajo para Abordar la Crisis Regional de Migrantes y Refugiados Venezolanos. El Comercio habló con él.

►¿Cuáles son los objetivos de su trabajo?

Buscamos elaborar un informe que pueda evidenciar aún más las razones por las que los venezolanos se están yendo en contra de su voluntad. Además, queremos describir la situación de los migrantes y refugiados en los países receptores, actualizar cuántos son y dónde están. Y, lo más importante, que se decrete una crisis de refugiados en la región, para que se pueda impulsar una política unificada en la región relacionada con la regularización migratoria de los venezolanos. Que haya un criterio similar para el documento de identificación, permiso de trabajo, acceso a la salud, a la educación. También buscamos que se cree un fondo de cooperación multilateral que no necesariamente sea manejado por la OEA. Los recursos que se consigan deben invertirse en las necesidades básicas de los venezolanos.

►¿De quién va a depender que se decrete la crisis de refugiados?

Quisiéramos que este informe se eleve al Consejo Permanente de la OEA con una descripción muy detallada de las condiciones de los migrantes y refugiados. Como lo explicaba la ONU hace unos meses, hay más de un millón de migrantes venezolanos que tienen algún grado de desnutrición, más de 100 mil portan el virus del VIH, decenas de miles están llegando con enfermedades que ya habían sido erradicadas como la tuberculosis y malaria, cientos de miles hoy no tienen un sitio dónde dormir. La región tiene que dar una respuesta ante esta situación porque lo que menos puede hacer es manejarse de manera individual. Es un problema regional que merece tener una respuesta regional.

David Smolansky tuvo que salir de Venezuela. Asegura que la justicia chavista lo persigue. (EFE).
David Smolansky tuvo que salir de Venezuela. Asegura que la justicia chavista lo persigue. (EFE).

►¿Cuánto dinero se necesita para afrontar la crisis migratoria venezolana?

Hay un estudio que señala que un refugiado sirio cuesta en Europa entre 7.000 y 10.000 dólares al año. Eso trasladado a la realidad de América Latina nos señala que un refugiado venezolano costaría 3.500 dólares. Así, estaríamos hablando de un fondo, como lo ha propuesto el presidente del BID, que estaría superando los 1.000 millones de dólares. Ese fondo es para alimentación, infraestructura, capacitación, orientación legal y abrigo. Es muchísimo dinero y no solo se necesita un esfuerzo de los gobiernos de la región si no también el apoyo de entes multilaterales, de los gobiernos de Canadá y Estados Unidos -que forman parte de la OEA- y de la Unión Europea.

Por otro lado, en este grupo de trabajo tenemos la visión del brazo fuerte la mano amiga. La mano amiga es brindarle la mayor atención al refugiado, pero el brazo fuerte significa que no dejaremos de denunciar cuál es la causa de este éxodo masivo. Y la causa es que hay en Venezuela una dictadura que viola los derechos humanos de manera sistemática. La región debe entender que mientras perdure la dictadura seguirá el éxodo masivo.

►¿Por qué los países todavía no tienen una política común con respecto a la crisis en Venezuela?

Hay esfuerzos importantes para que haya una política común. Debemos recordar la Declaración de Quito suscrita por 11 países, donde se consigna que a los venezolanos que lleguen con documentos expirados no se les va a negar el ingreso. Poco a poco la región está dando cada vez más prioridad a los migrantes venezolanos y por esto se da también la creación de este grupo de trabajo. Otro de nuestros objetivos es promover campañas en contra de la xenofobia, las mismas que deben ser promovidas por los gobiernos locales y la sociedad civil organizada.

►¿En qué medida puede agravar la crisis migratoria el hecho de que un país empiece a pedir pasaportes?

Los venezolanos no tienen pasaporte porque hay una discriminación sistemática y generalizada que hace prácticamente imposible obtenerlo. El régimen ha hecho de este trámite una red de corrupción y extorsión. Hay una política de Estado por parte del régimen para dejar sin identificación a los venezolanos que se han ido y a los que siguen en el país.

►¿Estaría de acuerdo con una salida militar a la crisis en Venezuela?

Hay que trabajar en tres aspectos para tener democracia y libertad. Primero las protestas de calle no se pueden dejar de hacer. Ese es el mayor temor de Nicolás Maduro. En segundo lugar está la presión de la comunidad internacional, que debe incrementar mayores sanciones para funcionarios involucrados en violaciones a los derechos humanos, corrupción, narcotráfico, lavado de dinero, limitar el libre tránsito de altos funcionarios del régimen por América Latina. Y en tercer lugar está la posición institucional de las Fuerzas Armadas, especialmente en los mandos medios y bajos, donde existe un gran descontento. Ellos deben cumplir la ley, obedecer lo que dice la Constitución, que es muy clara cuando dice que las Fuerzas Armadas están para garantizar la seguridad y la independencia de la nación, su territorio y su gente. Si eso se aplica creo que los días de Maduro en el poder estarían contados; además, sería una transición pacífica que garantice unas elecciones libres y transparentes donde sean los civiles los que gobiernen.

►¿Las últimas medidas económicas dictadas por el Gobierno de qué manera han repercutido en el flujo migratorio?

Han afectado. Se calcula que 5.000 venezolanos se van cada día. Hoy esta crisis de desplazados supera a Somalia, Myanmar y Afganistán; solo Siria supera a Venezuela. Mientras perdure la dictadura perdurará este flujo migratorio.

►Hay pequeños grupos que están regresando. ¿Por qué cree que lo hacen?

Es parte de la propaganda que ha caracterizado al régimen en estos 20 años, que es una política de dividir, de humillar y burlarse de quien está sufriendo. Son muchísimos más los que se van que quienes regresan.

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