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“Maduro debe entender que EE.UU. pasó de la narrativa a la acción y se declaró en guerra contra los cárteles”
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el martes que sus fuerzas atacaron y destruyeron un bote en el mar Caribe que procedía de Venezuela cargado de droga. Se trató de la primera acción de la poderosa flota naval desplegada por ese país, compuesta por siete buques de guerra y un submarino, y cuyo objetivo, a decir de Washington, es la lucha contra el narcotráfico. Pero en Caracas el régimen de Nicolás Maduro ha denunciado que en realidad se trata de una amenaza en su contra.
Trump aseguró en la Casa Blanca que la Armada realizó “un ataque cinético contra narcoterroristas del Tren de Aragua identificados positivamente en el área encargada al Comando Sur”.
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Luego, el presidente publicó en su cuenta de Truth Social un video en blanco y negro donde se observa una pequeña embarcación que es golpeada por un misil. También dijo que 11 “narcoterroristas” murieron.
“El ataque se produjo mientras los terroristas se encontraban en aguas internacionales transportando narcóticos ilegales con destino a Estados Unidos”, indicó Trump.

Por su parte, el secretario de Estado Marco Rubio confirmó en la red social X lo dicho por Trump: “Hoy el ejército estadounidense llevó a cabo un ataque letal en el sur del Caribe contra un barco con drogas que había partido de Venezuela y estaba siendo operado por una organización narcoterrorista designada”, escribió.
En respuesta, el Gobierno de Venezuela acusó a Estados Unidos de utilizar Inteligencia Artificial para crear el video del ataque. Mientras que Maduro dijo que el despliegue militar estadounidense es porque “quieren apropiarse del petróleo, el gas y el oro venezolanos”.
Hasta el miércoles, Estados Unidos no había explicado cómo se determinó que los tripulantes de la lancha eran del Tren de Aragua, tampoco ha dicho qué tipo de droga estaban transportando y qué cantidad.
En febrero de este año, la administración Trump designó como organización terrorista global a la banda criminal venezolana Tren de Aragua. En esa lista también entraron seis cárteles mexicanos y la salvadoreña Mara Salvatrucha MS-13.
A fines de julio, Estados Unidos incorporó al Cártel de los Soles a su lista de organizaciones terroristas. Washington asegura que esta mafia dedicada al narcotráfico está liderada por Maduro y por altos mandos militares y políticos de la cúpula chavista como Diosdado Cabello, actual ministro del Interior.
El departamento de Estado subrayó que los cárteles deben ser tratados como amenazas equiparables a ejércitos o grupos terroristas debido a su control territorial y armamento. Bajo esa doctrina, las fuerzas militares estadounidenses tienen cobertura legal en su país para atacarlos en cualquier lugar del mundo.

El 7 de agosto, el gobierno de Trump duplicó la recompensa que ofrece por la captura de Maduro hasta los 50 millones de dólares. Aquel día, la fiscal general de EEUU, Pam Bondi, acusó al líder chavista de ser “uno de los mayores narcotraficantes del mundo”.
Al día siguiente, el diario The New York Times reveló que Trump firmó una directiva secreta donde se ordenaba al Pentágono emplear la fuerza militar contra cárteles latinoamericanos que habían sido designados terroristas, incluido el Cártel de los Soles.

Desde el 15 de agosto se confirmó que Estados Unidos había decidido desplazar una poderosa flota naval al Caribe, cerca de Venezuela. Se trata de los destructores USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson; el crucero lanzamisiles USS Lake Erie; el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima; los buques de transporte anfibio USS San Antonio y USS Fort Lauderdale; y el submarino USS Newport News. También aviones P-8 utilizados para vigilancia y para recopilar información de inteligencia.
En todas estas embarcaciones habría unos 6.700 militares, entre marineros y marines.

El miércoles, Trump volvió a referirse al tema y aseguró que Venezuela creó a Estados Unidos un “tremendo problema” con el narcotráfico y la inmigración irregular.
“Venezuela ha actuado muy mal, tanto por el tema de las drogas como por enviar a algunos de los peores criminales del mundo a nuestro país. Vacían sus cárceles en Venezuela y los envían hacia Estados Unidos. Y ese es parte del problema que tenemos. Estamos acabando con ellos, nos estamos deshaciendo de ellos rápidamente, pero han causado un problema tremendo”, dijo Trump.
Sobre el ataque del martes, dijo que “en el barco había enormes cantidades de drogas. Tenemos grabaciones de ellos hablando. Eran cantidades masivas de drogas entrando a nuestro país para matar a mucha gente, y todos lo entienden perfectamente”.
“No lo volverán a hacer. Y creo que muchas otras personas tampoco lo harán (el transporte de drogas). Cuando vean ese video, van a decir: ‘Mejor no hacemos esto... Tenemos que proteger a nuestro país, y lo vamos a hacer. Venezuela es muy mal actor. No vamos a tolerarlo más. Venezuela es unos de los peores actores en todo el grupo, y tenemos un grupo de actores bastante malos ya”, añadió.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, dijo a Fox News que el mortal ataque era un mensaje “muy claro” del presidente a los cárteles.
“¿Quieren intentar traficar drogas? Este es un nuevo día. Es un día diferente. Y por eso, esos 11 narcotraficantes ya no están con nosotros, lo que envía una señal muy clara de que esta es una actividad que Estados Unidos no va a tolerar en nuestro hemisferio”, declaró Hegseth.
El jefe del Pentágono afirmó haber presenciado el ataque en directo, pero se negó a dar detalles sobre cómo se llevó a cabo.
Al preguntársele si el cambio de régimen era el objetivo de Estados Unidos en Venezuela, Hegseth respondió: “Esa es una decisión presidencial, y estamos preparados con todos los recursos de que dispone el ejército estadounidense”.
¿Qué viene para Maduro?

Luis Peche Arteaga, consultor político e internacionalista venezolano, le dijo a El Comercio que, sin lugar a dudas, esta primera acción de Estados Unidos en el Caribe es un paso significativo para presionar al régimen de Maduro.
“En la última semana hubo muchas especulaciones sobre hasta dónde era capaz de llegar Estados Unidos con relación a este despliegue naval en el Caribe. Ya en 2020 hubo uno similar, pero no se dio una acción como la del martes”, recordó.
Peche sostuvo que a pesar de que todavía faltan conocer detalles sobre la identidad de las 11 personas muertas, sobre la investigación previa ejecutada por Estados Unidos y la ruta de narcotráfico que seguían, “se trata de un paso que no se había dado en anteriores administraciones estadoounidenses. Se pasó de la narrativa a la acción y Estados Unidos se declara en guerra contra los cárteles de la región”.
“Entonces, es un paso significativo que, evidentemente, eleva aún más el tono y habla de esa escalada que se ha venido dando en el último mes con relación con Venezuela y su rol como desestabilizador en la región", anotó.
Por su partel el analista internacional Francesco Tucci manifestó a El Comercio que el ataque es coherente con lo anunciado de manera oficial por Estados Unidos, cuando dijo que el despliegue naval era para labores de interdicción de drogas.
“Es una primera señal. Hay que tener en cuenta que ocurrió en aguas internacionales. ¿Qué puede significar para Maduro? Por el momento no ha cambiano nada... hay que ver si puede escalar, porque un despliegue de esta magnitud hace pensar en algo más. Sin embargo, ese algo más no es una invasión de Venezuela porque la cantidad de tropas es insuficuente para ello", remarcó Tucci.
“Una posibilidad es que se puedan dar ataques puntuales contra objetivos de alto valor, pero por ahora eso es solo una hipótesis”, indicó.
Tucci sostuvo que el despliegue parece sobredimensionado para la tarea que se ha anunciado, y que en parte podría funcionar como disuasión con respecto a Venezuela, y en parte como propaganda para el propio Trump, que busca “mostrar el músculo” y reforzar la imagen de EE.UU. como potencia dominante.
Manifestó que por ahora Maduro mantiene su narrativa nacionalista de amenaza y resistencia, algo que le da rédito interno.
El analista precisó que Trump es bastante temperamental, y que en cualquier momento puede cambiar la estrategia que ha diseñado con respecto a Venezuela, lo haría dependiendo de la coyuntura.
En cuanto a si la estrategia de Trump buscaría también una implosión en el chavismo que provoque la caída de Maduro, Tucci dijo que esa sería una consecuencia secundaria y no directa del despliegue de Estados Unidos.
Agregó que “si Maduro siente la presión norteamericana de un eventual ataque directo en su contra, podría decidir negociar su salida, pero por ahora no hay señales de su parte, solo está apelando a una narrativa nacionalista. Eso también porque probablemente el régimen está analizando este despliegue para tener la certeza de si está organizado para generar un cambio político en Venezuela, o si solo se va a enfocar solo en la interdicción”.
“El chavismo debe tener en cuenta otra lectura. Al haber Estados Unidos considerado a Maduro como cabecilla de un cártel, automáticamente lo convierte en un blanco legítimo, porque para Washington se trata de un narcoterrorista, la palabra la usó el mismo Trump al anunciar el ataque a la lancha”, refirió Tucci.
Peche dijo que Maduro debe tomar lo ocurrido como un mensaje muy directo hacia él, y que debe entender que Estados Unidos lo está percibiendo como una amenaza muy directa a la seguridad de la región.
“El chavismo así lo ha entendido, por eso hasta ahora solo hemos visto mensajes contradictorios y tibios. Ello porque están entendiendo que ahora sí hay una amenaza bastante más fuerte hacia su estabilidad por parte de Estados Unidos”, enfatizó Peche.










