¿Y los 100 días de Keiko, qué?, por Pedro Tenorio
¿Y los 100 días de Keiko, qué?, por Pedro Tenorio
Pedro Tenorio

Ríos de tinta han servido para analizar los primeros 100 días de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en el poder. ¿Pero qué hay de Keiko Fujimori como líder de la oposición en este mismo período? La última vez que tuvimos contacto visual con ella fue en la previa a la juramentación de PPK el 28 de julio, cuando lanzó aquello de que impulsaría su plan de gobierno en el Congreso. Desde entonces, ni usted ni yo la hemos visto, pero quienes sí la ven –y escuchan atentamente– son los 72 integrantes de su bancada parlamentaria. 

En todo este tiempo a Keiko no le ha interesado despercudirse de la imagen de mala perdedora que dejó su demora en aceptar los resultados electorales y felicitar al ganador. Tampoco que la reciente inasistencia de Luz Salgado al Consejo de Estado convocado por Kuczynski para tratar temas anticorrupción sea vista como un desinterés suyo y de su partido en un asunto que es considerado su talón de Aquiles. Y menos aun que la elección de nuevos directores del BCR –como José Chlimper y Rafael Rey– genere rechazo en la mayoría de expertos independientes. 

A Keiko no le interesa lo que competidores y caviares piensen de ella. Estos primeros meses le han servido para marcar la cancha política, no para recibir palmaditas por “buena conducta”. ¿No tenía mejores candidatos para el ente emisor? ¿Dónde quedó la especialización, se preguntan muchos mirando a Rey? ¡Pamplinas!, parece responder ella, quien ya antes colocó a su incondicional Cecilia Chacón en la Comisión de Presupuesto (o a Lucio Ávila en Educación, pese a estar acusado de plagio). “¿Corrección política, para qué?”, parece ser su mantra. Suficiente con haber investido al Gabinete Zavala y otorgado la delegación de facultades solicitada por el Ejecutivo.

Keiko mantiene un enorme peso político desde el Congreso y lo sabe. Por eso Fernando Zavala le lanza piropos colocando a su ex asesor Víctor Shiguiyama en la Sunat, o evitando nuevos nombramientos incómodos para los planes naranjas. Es más, se comenta que Zavala no ve con buenos ojos los aprestos de Peruanos por el Kambio con miras a las elecciones municipales y regionales del 2018, porque ello gatillaría un próximo escenario de confrontación con el fujimorismo.

Sin embargo, hay una pregunta clave pensando en el 2021: ¿es indispensable que las encuestas te ubiquen en el partidor como “líder de la oposición” para llegar a Palacio? Lo fue así desde el 2001, cuando Alejandro Toledo ganó la presidencia, al igual que Alan García en el 2006 y Ollanta Humala en el 2011, pero la racha se rompió con Keiko este año. Por tanto, no bastará con poner contra las cuerdas a PPK y compañía para sucederlo. Con una aprobación nacional de 38% según Ipsos (cifra igual a julio último), se trata de una definición esencial que ella deberá calibrar en los meses por venir.