Ya inaugurado el Terminal Portuario de Chancay (TPCh), una pregunta que resuena aún es cómo va a responder no solo la ciudad de Chancay, sino toda la provincia de Huaral a la modernidad del TPCh. Se requiere implementar acciones de política que ayuden a reducir brechas actuales en lo social y económico que conlleven, de forma integral, al desarrollo de sus ciudadanos y localidades por las operaciones del TPCh.
Se propone circunscribir dichas acciones al marco conceptual de la economía del conocimiento (EC), que utiliza el conocimiento como motor del crecimiento, a través del desarrollo de pilares necesarios para la creación, adopción, adaptación y uso sostenido del conocimiento para la producción y provisión de bienes y servicios de mayor valor agregado, respectivamente (Chen and Dhalman, 2006; Aguirre, 2006). En base a la evidencia empírica, la EC considera como esenciales los siguientes cuatro pilares: i) régimen económico e institucional (Barro, 1991; Levine et al., 2000); ii) fuerza laboral educada y capacitada (Cohen y Soto, 2001); iii) sistema efectivo de innovación (Lederman y Maloney, 2003; Guellec y van Poteelsberghe, 2001); y iv) infraestructura de tecnologías de información y comunicación (TIC) (Whelan, 2000; Jorgenson y Stiroh).
Algunos aspectos generales respecto de cada pilar: el primero requiere que, desde el punto de vista económico, los gastos y déficits presupuestarios sean sostenibles, la inflación baja y los precios libres de controles, un tipo de cambio estable y un sistema financiero capaz de asignar recursos a buenas oportunidades de inversión. Desde el punto de vista institucional, exige autoridades libres de corrupción y sistemas legales que garanticen el cumplimiento de las reglas y protejan los derechos de propiedad. El segundo pilar apunta a contar con una población bien educada y capacitada, a través de un sistema educativo con adecuada infraestructura en todos sus niveles (básico, superior y técnico) y, sobre todo, de calidad, que permita una creación eficiente, adquisición, difusión y utilización de conocimientos pertinentes, que tienden a aumentar la productividad total de los factores y, por lo tanto, el crecimiento económico.
El tercer pilar apunta a contar con una red de instituciones, reglas y procedimientos que influyan en la forma de adquirir, crear, difundir y utilizar el conocimiento. Las instituciones incluyen universidades (públicas y privadas), institutos técnicos, centros de investigación, organizaciones no gubernamentales y el propio gobierno. En ese sentido, un sistema de innovación eficaz es aquel que proporciona un entorno que fomente la investigación y el desarrollo (I&D), lo que resulta en nuevos bienes, nuevos procesos y conocimientos, siendo por tanto una fuente importante de progreso técnico. Por último, el cuarto pilar se refiere a la accesibilidad, confiabilidad y eficiencia de las computadoras, teléfonos, televisores y radios, y las diversas redes que los vinculan.
Uno de los beneficios más obvios asociados con el uso de las TIC es el aumento en el flujo de información y conocimiento, toda vez que estos permiten que la información sea transmitida de manera eficiente (en términos de costo), y su uso reduzca la incertidumbre y los costos de transacción de participar en transacciones económicas. Todo esto conduce a un aumento en el volumen de transacciones, una mayor producción y, por ende, una mayor productividad. En conclusión, Chancay y los demás distritos que forman parte de la provincia de Huaral requieren en el cortísimo plazo de un acompañamiento integral desde el gobierno, el sector privado y la academia, para que los impactos positivos o negativos que traiga el TPCh sean aprovechados u oportunamente enfrentados. Considerar los pilares de la economía del conocimiento, invirtiendo en instituciones, educación, sistemas de innovación y TIC, permitirá un crecimiento sostenible de los territorios impactados por el TPCh.