"Quizá lo más importante es que usar tapabocas representa una oportunidad para que los niños pequeños practiquen el cuidado de su comunidad".
"Quizá lo más importante es que usar tapabocas representa una oportunidad para que los niños pequeños practiquen el cuidado de su comunidad".
/ Cesar Campos
Judith  Danovitch

Quienes se oponen al mandato del uso de las para niños en edad preescolar y primaria temen que estas perjudiquen las capacidades para aprender el lenguaje y socializar. Incluso los padres que apoyan el mandato a menudo se preocupan por cómo un año escolar sin sonrisas podría afectar negativamente a sus hijos.

Estas preocupaciones son comprensibles, pero injustificadas. Aunque los científicos aún no tienen muchos datos sobre cómo el uso de las mascarillas durante una puede afectar al desarrollo de los niños, hay muchas razones para creer que no causarán ningún daño. Por ejemplo, los niños de culturas en las que los cuidadores y educadores se cubren la cabeza, la boca y la nariz, desarrollan las mismas habilidades que los niños de otras culturas. Asimismo, los niños con ceguera congénita aprenden a hablar, leer y llevarse bien con otras personas.

De hecho, hay buenas razones para creer que usar una mascarilla en la podría mejorar ciertas habilidades, como el autocontrol y la atención. Esto no quiere decir que utilizar mascarillas sea preferible a no hacerlo. Sin embargo, mientras sean necesarias, debemos aprovechar las oportunidades distintivas que ofrecen para el aprendizaje y el crecimiento.

Por ejemplo, aprender a comunicarse verbalmente implica mucho más que la boca. Mirar a los ojos es al menos tan importante como mirar la boca para comprender qué se está tratando de transmitir.

Utilizar un tapabocas también puede ayudar a los niños a prestar más atención a sus propios cuerpos. Mantener una mascarilla en el transcurso de un día escolar implica el tipo de autocontrol y autorregulación que muchos niños encuentran desafiante. La investigación sobre el autocontrol y la autorregulación sugiere que los niños que dominen las habilidades necesarias para mantener sus mascarillas crecerán para ser mejores en el logro de sus metas a largo plazo, la resolución de problemas y el manejo de situaciones estresantes.

Quizá lo más importante es que usar tapabocas representa una oportunidad para que los niños pequeños practiquen el cuidado de su comunidad. Y para los niños mayores, es una forma de enseñarles conceptos éticos más sofisticados, como el deber y el sacrificio.

En última instancia, cómo se sienten los niños acerca de usar mascarillas en la escuela y cuánto se benefician psicológicamente al usarlas dependerá de cómo los padres, maestros y cuidadores que los rodean presenten el problema. Es de esperar que las mascarillas no estén aquí para quedarse, pero mientras sigan siendo necesarias, deberíamos aprovecharlas al máximo.

–Glosado, editado y traducido–

© The New York Times