La Casa Blanca no ha revelado los planes de Trump. El Servicio de Parques Nacionales, que es el principal responsable del acto, guarda silencio. (Foto: EFE)
La Casa Blanca no ha revelado los planes de Trump. El Servicio de Parques Nacionales, que es el principal responsable del acto, guarda silencio. (Foto: EFE)
Ian Bremmer

Recientemente se ha hablado mucho sobre la inminente desaparición de la democracia. El aumento del poderío de China, el surgimiento de ‘hombres fuertes’ (y los que podrían serlo) en democracias como , , y en otros lugares, y el crecimiento del populismo no liberal en varias formas, a veces parecen sugerir esto. Pero gran parte del temor por el futuro de la democracia se centra en las actitudes internacionales hacia y .

Una mirada más cercana a estas actitudes revela algunos resultados sorprendentes. Compare el sentimiento público en Japón y China. Trump regresó recientemente de una visita a Japón, . Mientras tanto, EE.UU. y China están en una . Los aranceles de EE.UU. sobre productos chinos por un valor de US$200 mil millones entraron en vigencia en mayo, y China ha tomado represalias al detener las compras de soya a los agricultores estadounidenses. En respuesta a la represión de EE.UU. contra Huawei, China está amenazando con recortar sus exportaciones de minerales de ‘tierras raras’, ingredientes críticos para los productos tecnológicos.

Japón es una democracia representativa y aliada de Estados Unidos. China, por el contrario, sigue siendo un Estado policial. El presidente Xi Jinping continúa consolidando el poder dentro del Partido Comunista, que goza de un monopolio sobre el poder político interno. Las reformas económicas del partido han ayudado a sacar de la pobreza a cientos de millones de ciudadanos chinos, incluso cuando se les niegan los derechos y libertades considerados sacrosantos en Japón y otras democracias.

¿Los ciudadanos de qué país tienen la mejor opinión de EE.UU. y su sistema político?

Una encuesta internacional encargada por Eurasia Group Foundation (EGF) encontró que la mayoría de los encuestados japoneses expresó una opinión negativa de las “ideas estadounidenses de democracia”. Más japoneses dijeron que les gustaría ver que su “sistema de gobierno se vuelva menos como el de Estados Unidos”.

Los chinos, por otro lado, fueron aproximadamente tres veces más propensos a: (1) querer que su gobierno se pareciera más al de EE.UU., (2) a tener una opinión positiva de EE.UU. y (3) a tener una opinión favorable de las ideas estadounidenses de democracia. Cuando se les pidió que clasificaran a 15 países específicos a partir de cuáles tenían la mejor forma de gobierno, EE.UU. ocupó el segundo después de China. La forma de gobierno de Estados Unidos fue casi el doble de popular que la del Reino Unido y casi tres veces más popular que la de Francia o Rusia.

¿Qué significa todo esto? La opinión hacia un país no está directa y predeciblemente influenciada por la política exterior de ese país.
El Gobierno Japonés puede estar agradecido por las garantías de seguridad de EE.UU. incluso cuando los votantes de la isla japonesa de Okinawa eligieron a un alcalde que prometió expulsar de la isla una base militar estadounidense. El presidente chino podría imponer aranceles de represalia contra EE.UU., incluso cuando el público chino anhela el tipo de libertades políticas permitidas en ese país.

Esto es algo que el Gobierno Chino parece entender. De hecho, ha estado haciendo un esfuerzo concertado para sensibilizar al público chino para una confrontación económica continua. Por ejemplo, el principal canal de películas de China ha comenzado a mostrar películas sobre cómo resistirse a lo que consideran una agresión estadounidense. Los resultados de la encuesta sugieren que estos esfuerzos pueden cambiar las actitudes hacia Estados Unidos, al menos en los márgenes, pero no es probable que satisfagan la demanda pública de mayor libertad y responsabilidad pública en el país.

La democracia liberal enfrenta su cuota de desafíos, pero el informe de EGF indica que las personas en los países encuestados tienden a diferenciar entre las políticas del Gobierno de Estados Unidos y los principios de los derechos y libertades individuales que ofrece la democracia estadounidense. Esto es particularmente cierto en Asia. Las instituciones que apoyan y las alianzas que protegen a la democracia podrían estar obteniendo una revaluación saludable en Japón (y en otros lugares). Y la gente puede ver que su suerte está mejorando bajo un modelo político dramáticamente diferente en China (y en otros lugares).

Pero el deseo humano básico por la libertad individual, que es fundamental para la promesa de la democracia liberal, continúa de diferentes formas dentro de diferentes culturas políticas. Es poco probable que los hombres fuertes del mundo cambien eso.