“Esta población se considera como un grupo priorizado en el proceso de vacunación por el riesgo de contraer enfermedades severas infecciosas”. (Foto referencial: Andina)
“Esta población se considera como un grupo priorizado en el proceso de vacunación por el riesgo de contraer enfermedades severas infecciosas”. (Foto referencial: Andina)
Francisco Campos

Para una persona con VIH, especialmente para los niños, niñas y adolescentes, tener un esquema de vacunación completo es vital, debido a que, al poseer un sistema inmunológico suprimido, son población de riesgo por la posibilidad de tener un caso severo de enfermedades infecciosas como influenza, meningitis por meningococo, pertusis, polio, hepatitis A, entre otras.

Hoy en día, los pacientes enfrentan a diario barreras de acceso a los servicios de salud e inequidad en la atención; una situación que empeoró en el contexto de la pandemia del debido a los limitados recursos médicos y sanitarios que se traducen en alto índices de morbimortalidad e insatisfacción por parte de la población, con especial énfasis en pacientes crónicos y con comorbilidades.

Cabe mencionar que, desde el inicio de la pandemia de VIH en 1971, la enfermedad se ha cobrado aproximadamente 33 millones de vidas en todo el mundo, por lo que representa una problemática global en salud pública. En el Perú, desde 1983 hasta enero pasado, se han notificado 137 mil casos de VIH y 45 mil pacientes con sida (incluyendo fallecidos). Esta población se considera como un grupo priorizado en el proceso de vacunación por el riesgo de contraer enfermedades severas infecciosas.

En este contexto, con la finalidad de mejorar su calidad de vida, actualmente se brinda un manejo integral a estos pacientes de alto de riesgo y, para evitar complicaciones en su condición, el Ministerio de Salud, en coordinación con el Comité de Expertos en VIH, han desarrollado una Directiva Técnica Sanitaria que incluye un esquema de vacunación completo y adecuado. Hasta la fecha, sin embargo, aún no se ha podido implementar este esquema de vacunación recomendado y aprobado en la norma técnica.

Con un calendario de vacunación completo, no solo ayudaremos a los pacientes al reducir enfermedades severas y sus complicaciones, sino que, al invertir en prevención, también se reducirá la carga para el sistema sanitario y se optimizarán los recursos destinados al sector.

Sin duda alguna, el camino es largo, pero son estos pequeños pasos los que permitirán avanzar, siempre con el apoyo de todos los que conformamos el sector, para lograr una atención de calidad a las personas con VIH y así asegurar que los niños, niñas y adolescentes desarrollen todo su potencial en beneficio de nuestra sociedad.


* El autor es miembro del Comité de Expertos de Atención Integral del Niño y Adolescente con VIH-SIDA del Ministerio de Salud.