La Marina de Guerra en el Perú, por José de la Puente Brunke
La Marina de Guerra en el Perú, por José de la Puente Brunke

El 8 de octubre es una fecha muy especial para la Marina de Guerra del Perú. Aquel día, en 1821, se efectuó su creación, por disposición de José de San Martín. Y en 1879 Miguel Grau se inmoló en el Combate de Angamos. Así, en este día se celebra el nacimiento de la Marina peruana y se honra de modo especial la memoria del más grande de sus oficiales, elegido además, hace pocos años, como el peruano del milenio.

La figura de Grau ha sido ponderada por historiadores, ensayistas, poetas y periodistas que han enaltecido su heroísmo y su sentido del deber. Por eso, al celebrar este año el 8 de octubre considero pertinente poner de relieve la importancia histórica de la Marina de Guerra en los siglos XIX y XX, y valorar la labor que cumple en nuestros días, y que abarca múltiples facetas, además de la defensa del dominio marítimo y de la integridad territorial del Perú. 

Así, por ejemplo, la Marina ha contribuido desde el siglo XIX –y lo sigue haciendo en nuestros días– con la investigación científica. Diversos oficiales destacaron por sus estudios astronómicos, hidrográficos y cartográficos. Un nombre poco recordado es el del marino Eduardo Carrasco, quien –además de haber dirigido la Escuela de Marina en la década de 1820– fue una figura muy importante en el ámbito intelectual y científico, y brindó decisiva colaboración al célebre marino y cartógrafo británico Robert FitzRoy, cuando vino al Perú en 1835 –en el Beagle, junto con Charles Darwin– para elaborar el diseño hidrográfico y cartográfico de las costas peruanas. Además, a lo largo de la década de 1840 Carrasco tuvo a su cargo la publicación anual de la “Guía de forasteros de la República Peruana”, que brindaba información estadística sobre geografía física y política, además de datos muy variados, que la convirtieron en una obra fundamental para profundizar en el conocimiento del Perú. 

Cabe resaltar también la importancia del “Derrotero de las costas del Perú”, publicado en 1863 por Aurelio García y García, que suscitó gran interés por su detallada descripción de las características físicas de la costa peruana y de su navegación. Por otro lado, en la década de 1870 se realizó el primer crucero oceanográfico, dirigido por Nicolás Portal con la corbeta Unión, y relacionado con el proyecto de instalación del cable submarino entre Paita y Panamá. 

Notables marinos tuvieron un papel gravitante en la fundación de la Sociedad Geográfica de Lima, en 1888. Entre ellos destacó Melitón Carvajal, quien colaboró en la determinación de algunas coordenadas geográficas para elaborar un más detallado mapa del Perú. Debemos mencionar también a Camilo Carrillo, y sus trabajos en la Comisión de Hidrografía Oceánica de la mencionada sociedad, vinculados al estudio de la corriente peruana, de los vientos en el litoral y de la influencia del mar en la meteorología de la costa. Ya iniciado el siglo XX, debemos destacar el célebre y muy útil “Diccionario geográfico del Perú”, publicado por el comandante Germán Stiglich.

Por otro lado, es fundamental la vinculación de la Marina con la Amazonía, al punto que hace varias décadas, Fernando Romero Pintado afirmó que ninguna institución peruana estaba más capacitada que aquella para hablar sobre el pasado de la selva. En efecto, el papel de la Marina fue protagónico en la fundación de la ciudad de Iquitos, y numerosos marinos han estado involucrados desde hace dos siglos en las investigaciones que se desarrollaron para conocer mejor la Amazonía y en la defensa de la integridad territorial peruana en esa región. Por ejemplo, en la década de 1870 se publicó la “Exploración de los ríos Ucayali, Pachitea y Mairo”, escrita por el teniente Eduardo Raygada. 

Al igual que la investigación científica, la acción social que desarrolla la Marina tiene una larga tradición, sobre todo en relación con las poblaciones más alejadas o menos comunicadas de nuestro territorio. Merece mención especial, en nuestros días, la reciente creación de las denominadas Plataformas Itinerantes de Acción Social con Sostenibilidad (Piass), que brindan apoyo a la población amazónica en embarcaciones construidas por el Servicio Industrial de la Marina (SIMA) en Iquitos; y se construyen dos más que serán destinadas al lago Titicaca. Las Piass acercan a la población servicios como los del Banco de la Nación, del Seguro Integral de Salud y de Reniec. Además, están equipadas con salas de cirugía menor y podrán atender partos y ofrecer consultas médicas en varias especialidades. 

Notable ha sido también la reciente construcción de diez patrulleras marítimas en los astilleros del SIMA en Chimbote, que serán destinadas a operaciones de búsqueda, rescate y seguridad en el litoral del país. El SIMA está construyendo el primer buque multipropósito clase Makassar, que será una moderna embarcación de asalto anfibio y soporte logístico. Es importante también poner de relieve las más recientes adquisiciones de material naval efectuadas por la institución, siguiendo el proceso de modernización de la Marina y de acuerdo con el Plan Grau.

Otro exitoso proyecto del SIMA ha sido la construcción del Buque Escuela a Vela BAP Unión, cuya misión –que ya está siendo llevada a cabo– es la de complementar el proceso de formación del personal de la Marina de Guerra del Perú, al igual que la de fomentar el conocimiento marítimo del personal invitado durante los viajes al extranjero y la de contribuir con la política exterior del Estado Peruano. Debemos recordar que precisamente fue un navío peruano –la fragata Amazonas– el primer buque-escuela americano en dar la vuelta al mundo, en un periplo que duró algo más de dos años y medio –entre octubre de 1855 y mayo de 1858– y que llevó nuestra bandera a puertos tan lejanos como Hong Kong y Calcuta.

En definitiva, este 8 de octubre los peruanos podemos sentirnos orgullosos del ejemplo de heroísmo y del legado de valores del gran almirante Grau, y de la rica y fecunda trayectoria de la Marina de Guerra del Perú.