Contra la deserción, por la permanencia

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Toda la sociedad pierde cuando un solo niño deja los estudios. Una persona que no termina la secundaria puede ver comprometido su futuro económico, pero también social. La escuela no solamente forma a la futura fuerza laboral del país; también forma ciudadanos, personas conscientes de sus deberes y derechos, empáticas, tolerantes, responsable, libres y creativas. El tipo de personas que necesitamos para construir el país que anhelamos.

Que una niña o un niño (solo uno) deje los estudios antes de tiempo es un duro golpe. No solo para ella o él, también para su familia, para su comunidad y, en realidad, para todos los peruanos que aspiramos a una sociedad más democrática, más justa, más equitativa y más próspera.

La pandemia nos ha planteado nuevos retos para que la educación no pare. Implementamos un proceso extraordinario de matrícula en colegios públicos que incorporó al sistema a casi 110 mil nuevos alumnos, la gran mayoría procedentes de escuelas privadas. Al mismo tiempo, con Aprendo en Casa hemos logrado que los estudiantes de colegios públicos sigan desarrollando sus aprendizajes a través de la televisión, la radio o la web.

Aun así, con la economía de las familias severamente golpeada, es previsible que el número de niñas y niños que abandonen los estudios aumente. Es con este escenario en mente que desde el Ministerio de Educación hemos diseñado una estrategia para prevenir la deserción y promover el retorno. Así, hemos incorporado a Aprendo en Casa contenido especialmente diseñado para contestar las dudas que pueden tener los estudiantes y sus familias acerca de la conveniencia de continuar los estudios. Estamos, también, desarrollando un sistema de alerta e intervención temprana, para detectar a tiempo a las alumnas y alumnos en riesgo de deserción. Y, en paralelo, estamos reforzando las capacidades de nuestros docentes para abordar temas socioemocionales y prevenir que sus estudiantes abandonen la escuela.

No solo queremos prevenir, también queremos recuperar a los estudiantes que, por la razón que fuere, abandonaron la escuela antes de tiempo. Estamos desarrollando una estrategia para estimular el retorno y para darle a las niñas y niños que recién pueden incorporarse a Aprendo en Casa las oportunidades que requieran para cumplir sus objetivos de aprendizaje. Aprovecharemos el verano del próximo año para lanzar programas de nivelación que ayuden a alcanzar esos objetivos. Más a largo plazo, estamos avanzando con la estrategia de cierre de brecha digital, que permitirá que cerca de un millón de estudiantes de zonas rurales y de los quintiles más pobres accedan a los contenidos de Aprendo en Casa a través de un soporte digital.

Como Ministerio de Educación, asegurar la continuidad de todos nuestros estudiantes es una preocupación central. No obstante, esta es una tarea en la que todos podemos contribuir. Su importancia reclama un abordaje multisectorial, que involucre también a toda la comunidad educativa: autoridades, familias, docentes, directivos, líderes comunitarios, sector público y sociedad civil. Es en ese sentido que convocamos a una movilización nacional contra la deserción escolar, por la permanencia y por el retorno. Juntos, entre todos, podemos lograr que la educación no pare.