La píldora del día siguiente, el debate de hoy, por R. Gonzales
La píldora del día siguiente, el debate de hoy, por R. Gonzales
Raúl González Montero

El fallo legal que dispone la distribución gratuita en los establecimientos públicos de salud de las píldoras de levonorgestrel, conocidas popularmente como la píldora del día siguiente y que técnicamente forma parte de lo que llamamos anticoncepción oral de emergencia (AOE), junto a la obligación del Ministerio de Salud de acatar dicha decisión judicial han suscitado un debate peculiar en el Perú que se ha centrado en una pregunta: ¿Cuándo se inicia la vida? 

En realidad, la pregunta está mal formulada, porque la respuesta que busca se refiere a una cuestión filosófica: ¿Cuándo empieza la vida humana? 

La simplificación fecundación/anidación es irreal y podríamos fragmentar la pregunta cientos de veces: ¿Cuándo empieza la vida humana? ¿En el momento de la entrada del espermatozoide en el óvulo? ¿En el momento que comienza la fusión de los cromosomas? ¿Quizá cuando esta fusión ya se ha completado? ¿Quizá cuando ha anidado el óvulo fecundado en el útero? Las preguntas filosóficas están muy condicionadas por factores culturales, la cosmovisión y las creencias religiosas de cada grupo, y no nos corresponde a nosotros, la Organización Mundial de la Salud, agencia de salud pública de las Naciones Unidas, dar respuesta a estas cuestiones.

Las respuestas que podemos dar se basan en el conocimiento científico, en el consenso sobre las necesidades en salud pública, en el respeto por la interculturalidad y las distintas percepciones sobre la vida y en el respeto escrupuloso de los derechos humanos y con una visión de género. En este punto último quiero incidir, porque en todo este debate estamos en realidad hablando de mujeres. 

Detrás de este debate filosófico, hablamos de mujeres que tienen derecho a decidir libremente cuándo quieren tener hijos. Hablamos de mujeres reales que han sido víctimas de una agresión sexual y no quieren concebir un hijo de su verdugo. Hablamos del 13% de las adolescentes de este país que están o han estado embarazadas, y a las que una gestación no deseada las condena a interrumpir su formación y en muchos casos a la pobreza. Y hablamos, sobre todo, de las mujeres sin recursos, porque las mujeres que sí los tienen pueden pagar por la píldora del día siguiente en cualquier farmacia, mientras que a aquellas más vulnerables se las priva de ese derecho. Denunciamos esa injusticia y vemos con esperanza la suspensión de esta medida cautelar que permite avanzar en la resolución de esta flagrante inequidad. 

Voy ahora a dar respuestas a algunas de las preguntas que están alimentando este debate. Las respuestas están basadas en evidencia científica, como no podría ser de otra manera para nosotros, y están orientadas a facilitar la toma de decisiones de aquellas personas que tienen dudas sobre cómo actúa el levonorgestrel, el componente de la famosa píldora.

El levonorgestrel es una hormona sintética y previene el embarazo impidiendo o retrasando la ovulación. También puede impedir la fertilización de un óvulo por su efecto sobre la densidad del moco cervical que dificulta la capacidad del espermatozoide de avanzar y unirse al óvulo.

La píldora solo es eficaz en los primeros días posteriores a la relación sexual, antes de la salida del óvulo del ovario y antes de que ocurra la fertilización por un espermatozoide. No puede interrumpir un embarazo establecido ni dañar al embrión en desarrollo, no altera el proceso de anidación ni puede provocar un aborto. 

Los efectos secundarios son, en general, similares a los experimentados por mujeres que usan píldoras anticonceptivas (poco frecuentes y, por lo general, leves y no afectan a la fertilidad futura). Si una mujer las toma sin saber que está embarazada, los datos disponibles indican que los medicamentos no perjudicarán ni a la mujer ni al feto. La píldora del día siguiente no es abortiva.

El anticonceptivo oral de emergencia se puede utilizar para prevenir embarazos en los días inmediatamente posteriores a una relación sexual sin protección, o con fallo o uso incorrecto de otros anticonceptivos, o para casos de violación. Su eficacia es menor (50% a 90%) que otros métodos anticonceptivos.

Para finalizar, quiero hacer un pequeño análisis de cómo se está regulando el uso de la píldora del día siguiente en los países de nuestro entorno. En Venezuela, Ecuador, Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay se entrega de forma gratuita en los establecimientos públicos de salud. En Brasil se entrega en los servicios públicos en caso de violación. El caso del Perú vemos que hasta ahora ha sido más bien la excepción que la regla.

Y para que el uso de esta píldora sea la excepción y no la regla es necesaria una visión de futuro ofreciendo a los jóvenes peruanos una educación sexual integral de calidad y garantizando el acceso a métodos anticonceptivos de forma regular.