Acuña y su "partido - universidad", por Aldo Mariátegui
Acuña y su "partido - universidad", por Aldo Mariátegui
Redacción EC

-Este y la Univ. Vallejo como su “partido-universidad” tiene sus orígenes en la otrora Villarreal aprista: allí se captaban nuevos militantes y se mantenían a los cuadros con trabajo como catedráticos. Algo así después hicieron los rojos y sus argollas con las estatales (UNI, San Marcos) hasta los 80, siendo la San Cristóbal de Huamanga el cubil rojo desde donde mutó Sendero. Y la PUCP ha sido el vivero caviar por años desde el cura MacGregor, pero esos nunca han tenido suerte electoral directa (salvo con Villarán. A Paniagua y Toledo les infiltraron a forro) y sólo mantienen a sus cuadros allí, todos con pingues sueldos, chambas, becas a discreción, publicaciones para los amigos, decanatos eternos, reseñas favorables, etc (¡por eso no quieren soltar esa mamadera a la Iglesia por nada!). Pero el billete grande llegó recién en los 90, con la masificación universitaria privada por la liberalización. Y de allí eclosiona este fenómeno de Acuña y una universidad privada al servicio del proyecto político de un solo caudillo, para ser su máquina de dinero, ramificarse por el país, fomentar el clientelaje (con becas a alumnos y chambas a cuadros) y sostener su vida política. Veamos hasta donde llega este experimento populista tan chicha. No vayamos a tener una segunda vuelta Keiko-Acuña en el 2016…

-Urge que nuevamente los arbitrios se cobren –espaciados- en los recibos de la luz, como era antes. La morosidad es colosal en muchos distritos y eso potencia al crimen, dado que no hay muchos recursos disponibles para los Serenazgos. Irrita observar como tanta gente reclama a sus alcaldes, pero no pagan sus arbitrios y se aprovechan de los que sí lo hacen.

-¿Por qué el embajador Juan Umeres, aquel que acompañó las correrías de Alexis Humala en Moscú, ha vuelto a ser repuesto en Rusia? Eso amerita que la oposición cite al canciller Gutiérrez para que explique este hecho tan inusual, pues no es lo corriente que un embajador retorne al puesto que ya ocupó y menos con estas circunstancias anteriores. ¿Qué interés tiene Ollanta que Umeres regrese?