
Escucha la noticia


Tormenta fiscal perfecta
Resumen generado por Inteligencia Artificial
Función exclusiva para usuarios registrados y suscriptores.
Resume las noticias y mantente informado sin interrupciones.
El Congreso aprobó un aumento del Impuesto de Promoción Municipal (IPM). El IPM se recauda con el Impuesto General a las Ventas (IGV). El dictamen aprobado sube en dos puntos porcentuales lo que se obtiene para el Fondo de Compensación Municipal (Foncomún).
La recaudación del IPM se hace a través del cobro del IGV. El Congreso quiere bajar el IGV a 14% y poner en 4% el IPM, con lo que los contribuyentes siguen aportando el 18% al pagar el Impuesto General a las Ventas.
Esta fórmula detrae dos puntos porcentuales del IGV. Es evidente que el gobierno tendrá que buscar una fuente de financiamiento alternativa. Esos dos puntos porcentuales equivalen a unos S/10.000 millones al año, según los expertos.
El Foncomún distribuyó S/1.200 millones en el 2023. El Congreso quiere que las municipalidades más alejadas reciban casi 10 veces más.
De forma asolapada, los legisladores crean más gasto público. Obligan al Ejecutivo a buscar S/10.000 millones para cubrir los gastos que hasta ahora cubría el IGV.
El presupuesto tendrá que aumentar en esa medida. En total, va a haber más gasto público. La recaudación, además, se hará más difícil, porque obviamente no se puede aumentar el ya alto 18% que se obtiene de los contribuyentes.
Las municipalidades, además, no tienen capacidad de gasto. Tres de cada cuatro alcaldes en el Perú no gastan ni el 30% de su presupuesto, según revela una investigación de El Comercio(7 junio 2025, p. 4).
El año pasado hemos tenido un déficit de 3,6% del PBI. El Congreso no deja de producir leyes que generan más gasto. Ahora, con esta ley aprobada, reduce los ingresos. Crea la tormenta perfecta.
El gasto desbordado afecta la estabilidad económica. Se requiere un reordenamiento del gasto público. Eso requiere, sin embargo, un Ministerio de Economía y Finanzas firme y capaz. El MEF, frente al Congreso, no ha sido ni lo uno ni lo otro.
El Ejecutivo depende de los congresistas hasta para los viajes de la presidenta. La coalición del gobierno con la mayoría del Congreso le está costando al país el desmanejo de las cuentas. Corremos el riesgo de perder una estabilidad conseguida con esfuerzo y sacrificio de todos los peruanos.
Hay que parar al Congreso. Sabemos de antemano que el gobierno no lo va a hacer. No hay ni habrá balance de poderes.