El ex presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia llevan tres semanas encarcelados. Él en la Diroes (Ate) y ella en el penal anexo de mujeres de Chorrillos. (Foto: Poder Judicial)
El ex presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia llevan tres semanas encarcelados. Él en la Diroes (Ate) y ella en el penal anexo de mujeres de Chorrillos. (Foto: Poder Judicial)
Federico Salazar

Los países y los pueblos viven no solo de pan, sino también de nociones. Si no tienen noción de cómo cultivar la tierra o cómo comerciar los bienes, no sobreviven.

Tan importante como las nociones de producir e intercambiar es la noción de justicia. Si un pueblo no cuenta con la noción de lo que es justo o injusto, tampoco sobrevivirá.

No solo la gente debe tener una mínima noción de la justicia. También, y especialmente, deben tenerla las autoridades. Sobre todo, las que administran la justicia.

La Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional ha dañado nuestras nociones de justicia. Al resolver no revocar la prisión preventiva de , ha puesto en evidencia una noción según la cual la justicia no depende de las leyes, sino de la intuición.

La intuición es subjetiva, arbitraria, insegura. Es lo contrario de lo que se le exige a un juez como criterio juzgador. La ley es, más que para los legos, para la autoridad judicial.

La sala mencionada sustenta su decisión en “vínculos con una entidad que realiza actividades ilícitas en diferentes países” (). La suposición de los jueces es que ellos podrían evadir la justicia valiéndose de supuestos contactos (no especificados en el expediente).

La actuación de los esposos “se habría dado dentro del contexto de una organización criminal que rebasa las fronteras nacionales”. Pero, ¿qué es “contexto”? ¿Llamadas a gente de Odebrecht, figuración en planillas secretas, sus números telefónicos en directorios de probados delincuentes? No hay.

Odebrecht es una organización criminal de talla internacional. Eso, sin embargo, en sí mismo y por sí solo, no puede validarse como prueba de riesgo procesal.

Para que un dato pueda probar riesgo procesal, tiene que vincularse con otro dato. Tiene que comprehender a ambos sujetos. En este caso, a la organización criminal y al “procesado en riesgo de fuga”.

Existió la vinculación de con el director general de la FAO, a través del Partido de los Trabajadores de Brasil.

Esta no es una vinculación con Odebrecht. Es un vínculo con la organización de Lula da Silva. Tendría que establecerse el carácter criminal de la organización del ex presidente de Brasil. Luego, recién, establecer su relación con el riesgo procesal.

Es muy probable que el PT no haya sido otra cosa que una organización para delinquir. Pero hay que reconocerlo formalmente. Además, hay que relacionarlo, objetivamente, al riesgo de fuga y a los sujetos en riesgo de fuga.

En lo de la FAO Nadine Heredia es sujeto único. Y en cuanto al riesgo de fuga por esos contactos, cuando el juez requirió su presencia en el país, ella regresó. Ella viajó cuando no tenía impedimento de salida.

Los jueces han contado con que hay muchos datos sobre el dinero recibido de Odebrecht. Sobre esos datos, sin embargo, ni siquiera se ha abierto juicio.

“Como creo que eres culpable en el juicio que no empieza, creo que vas a fugar”. Este no es un razonamiento jurídico.

Nadine Heredia trató de adulterar su letra en un peritaje. Pretendió obstruir la justicia. ¿Ollanta Humala también lo hizo? No.

Al margen de la culpabilidad o inocencia con respecto al dinero de Odebrecht, no se puede decir seriamente que Humala haya evadido la justicia.

La prisión preventiva sin fundamento serio debilita la justicia y erosiona nuestro más íntimo sentido de justicia. Los jueces no pueden tener un poder arbitrario. Tienen poder para aplicar la ley, no para sustituirla por su propia voluntad.

La sala ha tomado su decisión sobre la base de una ideología, la ideología de “la justicia soy yo”.

Una justicia no neutral no es justicia. Daña la seguridad jurídica, erosiona el Estado de derecho y destruye una de las nociones más importantes que deben tener los pueblos para vivir en civilización.

Me he opuesto a las ideas de los Humala-Heredia. Es probable que sean culpables en el proceso de fondo. Nada de eso, sin embargo, me hará creer que hubo justicia en esta confirmación de la prisión preventiva.